¡Querer es Poder! Y lo que nos propongamos hacer; eso haremos. Todos somos lideres dentro de una esfera u otra. Todos tenemos la posibilidad y la habilidad de lograr grandes cosas. Pero; ¿Qué es el liderazgo? ¿Qué se necesita para ser un líder? Bueno, yo tampoco soy experto en la materia, pero de lo que he aprendido, de lo que he visto y oído te voy a contar. Hay varios elementos en este proceso de convertirse en líder.
“El líder se hace, no nace”. Mucho se ha hablado sobre liderazgo y de la mejor forma de dirigir una familia, una iglesia o un pueblo. Se han escrito muchos libros sobre liderato. Hay muchos que se creen ser líderes y no lo son. Hay otros que sin querer ni proponérselo arrastran tras si multitudes de seguidores.
¡Hay que saber escuchar! Nadie puede tratar de dirigir ni a nada ni a nadie si primero no sabe lo que la gente piensa o siente con respecto al asunto en que lo vas a dirigir. Hay que saber distinguir entre lo que la gente quiere y que es lo que la gente verdaderamente necesita.
Hay que aprender a escuchar los mensajes que la gente manda entre líneas. El que quiere ser líder tiene agudizar bien los oídos. Tiene que evitar entender “otra cosa”, y a veces tiene que saber descifrar a las gente que habla en “parábolas”. El lenguaje humano es el mas difícil de entender y descifrar. Por que digo lo que no quiero y lo que quiero no lo digo.
El que aprender a escuchar y a leer los mensajes escondidos en los gestos y expresiones sabrá identificar lo que las personas quieren y así podrá responderles como se debe.
¡Hay que desarrollar visión! Tener visión es tener sentido de dirección. Saber hacia donde uno se dirige y saber hacia donde la gente debe de ir. Pero también tener visión significa el poder ver las cosas que ahora no son pero que pueden llegar a ser.
Personas de mentalidad negativa, o de poca proyección difícilmente podrán inspirar o motivar a otras personas a dejarse dirigir por ellos. Las personas te seguirán si están convencidos de que tu sabes para donde vas y si les gusta a donde tu los llevas. Difícilmente encontraras a alguien que te siga “ciegamente”. La gente sabe más que eso. Las personas te seguirán por que saben o esperan que ganaran algo contigo. La duración en la posición de liderazgo será tan prolongada como la gente sienta que tú eres el que eres para lo que ellos quieren.
No quiero que piensen que se trata todo de un interés. Hay razones legítimas para el seguimiento. Y yo prefiero a un “seguidor educado” que a una persona que me siga y no sabe por que lo hace y tal vez mañana decida seguir a otro.
¡Hay que conocer los tiempos! El éxito o el fracaso de muchas iniciativas se deben a que se desarrollan “fuera de tiempo”. Hay que saber precisar el tiempo exacto, el lugar exacto, en el momento exacto con las personas exactas.
No todo el mundo puede discernir cuando es el tiempo preciso para actuar, hacer o decir algo. El que quiere ser líder debe estar bien informado. Debe conocer bien sus alrededores, debe conocer a otros líderes. Debe saber en que estos líderes fueron buenos y en que fracasaron. Debe de saber cuantas veces se ha tratado lo mismo que él esta proponiendo.
Aún cuando las circunstancias no sean las más favorables, el líder puede influir y provocar una atmósfera apropiada y favorable para presentar su iniciativa. El líder debe ser intencional en todo lo que hace y debe hacerse visible en los grupos de interés o la comunidad que piensa impactar. Entre mas visible mas lo conocerán y entre mas lo conozcan mas fácil será su tarea de influenciar.
¡Hay que hacer compromiso! El líder tiene que tener convicción. Debe de creer en lo que hace y en lo que dice. No se puede ser líder si uno no esta comprometido con la causa a la cual intenta representar.
El líder debe “encarnar” los principios que representa. Cuando las personas lo vean deben ver a esos principios y postulados personificados en la persona del líder. Recuerdo una historia de un artista que representaba a la Coca-Cola y alguien lo retrato tomándose una Pepsi-Cola. Ese fue el fin de su carrera no solo como anunciante, sino que perdió credibilidad como artista.
¡Hay que actuar de corazón y con sinceridad!
Hubo una vez un limosnero que estaba tendido al lado de la calle. Vio a lo lejos venir a el rey con su corona y capa. “Le voy a pedir, de seguro me dará bastante” pensó el limosnero y cuando el rey pasó cerca le dijo: “Su majestad, ¿me podría por favor regalar una moneda?” aunque en su interior pensaba que el rey le iba a dar mucho. El rey le miró y le dijo :” ¿Por qué no me das algo tú? ¿Acaso no soy yo tu rey?”…el mendigo no sabía que responder a la pregunta y dijo : “Pero su majestad…yo no tengo nada!”. El rey respondió: “Algo debes de tener…busca!”. Entre su asombro y enojo el mendigo buscó entre sus cosas y supo que tenía una naranja, un bollo de pan y unos granos de arroz”. Pensó que el pan y la naranja eran mucho para darle, así que en medio de su enojo tomó 5 granos de arroz y se los dio al rey. Complacido el rey dijo: “Ves como si tenías!” Y le dió 5 monedas de oro, una por cada grano de arroz. El mendigo dijo entonces: “Su majestad…creo que acá tengo otras cosas”, pero el rey no hizo caso y dijo : “Solamente de lo que me has dado de corazón te puedo yo dar”.
Si has podido leer hasta aquí de seguro que podrás ser un buen líder. Cualquier persona capaz de seguir unos principios tan sencillos puede desarrollar su liderazgo. Si este artículo te es útil, me has ahorrado la enorme tarea de escribir un libro sobre el tema que por lo general terminan en una biblioteca donde nadie los lee.