Por Maya Mcfadden
NEW HAVEN.- Una alumna de preescolar de la escuela Truman saca su leche compost del cartón de leche no compost, con la ayuda del asesor de Waste Reduction (reducción de residuos) Nick DiVito.
Capri Sun, pan y salsa de manzana encuentran un nuevo hogar en la escuela Truman, gracias al nuevo recipiente de compostaje que los alumnos de quinto curso Jamanielix y Daniel ayudaron a presentar a los estudiantes más jóvenes de New Haven.
Eso pasaba el miércoles en la mañana en la escuela Truman, que se convirtió en la octava escuela del sistema escolar de New Haven integrada al sistema de compost, en un esfuerzo por eliminar los restos de comida del basurero.
Utilizando guantes que les dieron en la cafetería de la escuela, Jamanielix y Daniel, les explicaron a los pequeños, cuales desechos se podían echar en el basurero de compost y cuales no.
También procuraban evitar que los pequeños de kindergarten muy emocionados arrojaran accidentalmente algún sobre de ketchup o una cuchara de plástico.
El programa de compost del sistema escolar de New Haven (NHPS), se inició en 2023 mediante una asociación con Blue Earth Compost, financiada por una subvención del Departamento de Agricultura (USDA).
NHPS implantó el programa en cuatro escuelas a la vez, y Truman está en el segundo grupo.
Las escuelas Sound School y Metropolitan Business Academ, comenzaron su programa en marzo y Worthington Hooker a comienzos de abril.
ABM, contratista de instalaciones y administración del Distrito y la encargada de energía y sostenibilidad de NHPS, Michelle Martinelli, han estado trabajando con la educadora de reciclaje municipal, Rose Richi y el consultor del Center for EcoTechnology Waste Reduction, Nick DiVito, para coordinar los esfuerzos de sostenibilidad del distrito en materia de reciclaje y compost.
Cuando Martinelli llega a las escuelas, insiste en que estas deben comprometerse, como comunidad, a mantener el programa de compost. Ella recomienda la creación de “equipos verdes”, que no sea responsabilidad solo del personal, sino también de los estudiantes y sea un compromiso común.
Jamanielix, de quinto curso, recoge restos equivocados del cubo de compostaje y los tira a la basura.
DiVito añadió que los programas suelen funcionar mejor cuando los alumnos aprenden de sus propios compañeros y no de un adulto diciéndoles lo que tienen que hacer.
Durante las dos semanas próximas, Martinelli y DiVito seguirán asesorando a la escuela Truman, en la medida en que esta se adapta al nuevo programa.
Blue Earth recoge semanalmente el compost de las ocho escuelas. Martinelli informo que desde que comenzó el programa en 2023, NHPS, se han recogido 33,000 libras de restos de comida.
El miércoles por la mañana, Divito trabajaba con la consejera escolar de Truman, Kelly Casey, localizando el lugar adecuado para el recipiente de compostaje en el comedor, sugiriendo que fuera en el centro, al lado de otros basureros. Así ayuda a los estudiantes a no olvidar su uso. Aunque reconoce que cada escuela tiene su propio método.
Hasta ahora, 30 estudiantes de intermedia han aceptado ayudar al programa de Truman. Los primeros fueron Jamanielix y Daniel, con los niños de kindergarten.
Laura Santiago, Jennifer Santiago, Millie Pavón y Betty Alford, del personal de la cafetería Truman desean que se desperdiie menos comida.
Un grupo de estudiantes, junto a Divito y Martinelli instruían a los alumnos de primaria, de no solamente tirar la los restos de su comida, sino de seleccionar la que iba al compost.
Cuando Daniel pregunto si los envases de cartón de leche iban al compost, Divito, explico que los restos de leche sí van al compost, pero los catones no, porque están cubiertos de cera.
Los estudiantes de 5to a 8vo grado de Truman interesados en el programa, pueden turnarse en parejas en cada periodo de almuerzo, para recordar a los demás lo que se tira y lo que no en el basurero de compost. Los de 7mo y 8vo, también decoraron el comedor con letreros recordatorios sobre el compost.
DiVito también fue al comedor de los alumnos de kindergarten, para explicarles el proceso de lo que se debe y no se debe compost.
Les preguntó ¿me pueden decir lo que es plástico en sus bandejas de almuerzo?, Los alumnos mostraron los envases de salsa de manzanas y los tenedores. “Correcto, eso va en la basura normal. Si hay algo que les sobra de la comida, eso va al compost”.
Cuando un estudiante pregunto por qué su salsa de manzanas no podía ir al compost, DiVito le explicó, “la salsa puede ir al compost, el plástico, no”.
Otro alumno preguntó: “¿qué va a pasar con la comida” si no se tira a la basura? DiVito respondió, va al compost donde se convertirá en tierra, que luego se utilizará para cultivar hermosas flores.
Luego de la explicación de DiVito, una alumna fue hasta los basureros de la cafetería con una bolsa de plástico llena de pretzels. “No me gustan”, dijo, al tiempo de lanzar los pretzels en el compost y la bolsa plástica en el basurero.
La jefa de cocina de la escuela, Betty Alford, también se inspiró y luego de servirle el almuerzo a los estudiantes se detuvo en cada mesa para recordarles “solo los restos de comida van al basurero azul”.
Alford dijo que en sus 32 años de trabajo para NHPS y 16 en Truman, ha visto cómo se desperdiciaba mucha comida y se alegra de que las cosas estén cambiando. “Esto es bueno para los alumnos. Les enseña a poner la comida en su lugar y a no desperdiciarla”.
Jamanielix y Daniel también dedicaron tiempo durante el almuerzo a utilizar pinzas para recoger las pajillas o envases de leche que equivocadamente se tiraban al compost.
Jennifer Rivera, empleada del servicio de comidas, sugirió que la escuela hiciera un cartel en el que se indicara exactamente qué iba al recipiente de compost para ayudar especialmente a los alumnos más jóvenes. “Al final del día, el recipiente estará lleno”.
Martinelli dijo que, efectivamente, el basurero habitual tendrá menos desperdicios.
Los alumnos, llenos de entusiasmo, se acercaron al recipiente de compost, para ver cómo se mezclaban los alimentos.
(Las bandejas del almuerzo también son compost, los alumnos las colocaban una encima de otra para botarlas después de toda la comida y así no ocupar demasiado espacio en el recipiente).
El miércoles, Richi actualizó la información sobre el reciclaje: hasta ahora son 17 las escuelas del distrito integradas al programa.
El programa de reciclaje es financiado por el Distrito, que está intentando que, en el futuro, el Departamento de Obras Públicas se encargue de recoger los materiales reciclables en todas las escuelas.
Connecticut recientemente actualizó su Ley de Reciclaje de Productos Orgánicos, para exigir ahora a determinadas entidades comerciales, incluidas las escuelas K 12 (para esas escuelas, a partir del 1ro de julio de 2026), que “separen y reciclen los materiales orgánicos”.
Tras el primer almuerzo del miércoles, Jamanielix y Daniel volvieron a clase para que la siguiente pareja entrara en acción.
Ambos describieron el trabajo de compost como fácil y divertido. Se proponen seguir ayudando porque “es saludable para el mundo”, dijo Jamanielix.
Para el nuevo turno, dos estudiantes de sexto grado, Lily y Alex se dedicaron a la tarea.
Sobres de Ketchup? Esos no son compost.