Por Maya McFadden
En lugar de que Akimi Nelken, profesora de inglés, estuviera dando su clase en el instituto Wilbur Cross, tres alumnos se turnaron para ocupar su puesto y dar las clases del día.
Esa fue la situación el pasado miércoles en Wilbur Cross, en un aula del primer piso, durante un nuevo curso del Seminar In Education (Seminario de Educación) para estudiantes de secundaria que aspiran a ser profesores.
Este curso escolar, Cross, Hillhouse High School y Metropolitan Business Academy, han introducido el programa Educator Pathway para que los estudiantes aprendan qué se necesita para ser maestro y lo consideren como una carrera profesional.
En Cross, Nelken impartió por primera vez a los estudiantes, el Seminario de Educación de la Southern Connecticut State University’s (SCSU).
De este modo, los estudiantes obtienen créditos de bachillerato y universitarios que les ayudan a satisfacer los prerrequisitos educativos.
Este programa forma parte de la iniciativa del distrito “crece por ti mismo”, cuyo objetivo es preparar a los estudiantes interesados en la enseñanza y el trabajo en la educación pública.
Este proyecto consiste en que los estudiantes apliquen lo que han aprendido sobre la educación afectada por algún tipo de trauma y las prácticas de recuperación, al elaborar una lección de 30 a 40 minutos para la clase sobre un tema de su preferencia.
También tenían la opción de revisar una lección reciente que hubieran recibido en cualquier clase o elegir una asignatura de un curso específico y diseñar una lección para ella.
Antes de pasar la palabra a los profesores de las clases de la siguiente hora, Nelken recordó a los alumnos que guardaran sus teléfonos, se quitaran los auriculares y prestaran atención a los alumnos presentadores.
Amirah “AJ” Young, Jacqueline Fulton y Janae Nelson prepararon su lección trayendo computadoras portátiles para la clase.
Estos tres jóvenes se concentraron en las prácticas pedagógicas culturalmente adecuadas y dirigidas por los alumnos, a la vez que aprendieron sobre los bailes de distintas culturas.
El grupo explicó que la enseñanza culturalmente respetuosa tiene como objetivo ayudar a los demás a mejorar sus conocimientos sobre otras culturas.
“¿Cómo se sienten hoy? ¿Los ánimos para arriba, de lado, para abajo?”. AJ comenzó mientras realizaba cada movimiento de la mano para que la clase lo registrara.
En la clase se percibieron distintos estados de ánimos.
A continuación, los tres alumnos hicieron entrar en calor a la clase formando un círculo.
Los alumnos jugaron al juego de las palmas conocido como “concentración”, compartiendo sus nombres con la clase a un ritmo acompasado.
Con una diapositiva, los tres estudiantes/profesores compartieron las instrucciones para la actividad de la clase, que consistía en leer un artículo y ver un vídeo en pequeños grupos.
Los tres estudiantes/profesores dividieron a los alumnos en grupos para conocer mejor el merengue, el folclore egipcio y las danzas populares de África Occidental.
Cada profesor trabajó con un grupo.
Después de leer artículos sobre los bailes, los grupos anotaron lo que habían aprendido en una cartulina.
El grupo de Fulton aprendió sobre el merengue.
Los alumnos escribieron que el baile era originario de República Dominicana y Haití.
El grupo formó un círculo mientras los alumnos releían los detalles del artículo para escribirlos en la cartulina.
En otra cartulina, el grupo describió el merengue como un baile en pareja, compuesto por una serie de pasos laterales.
Cuando se completaron las cartulinas, los alumnos se reunieron fuera del aula, en el pasillo, para hacer un recorrido por los resultados de los otros grupos.
Los alumnos utilizaron notas adhesivas para hacer preguntas o comentarios sobre los detalles de los bailes.
Los últimos diez minutos de la clase se dedicaron a un debate final, en el que se pidió a la clase que reflexionara sobre lo que los ponentes habían hecho bien y lo que se podía mejorar.
Los estudiantes elogiaron la elección por parte del trío de un tema interesante, su buena disposición y su recorrido por la galería, lo que les permitió aprender más.
Los alumnos sugirieron que se pusieran más ejemplos de bailes en vídeo y que se imprimieran los artículos para que no tuvieran que leerlos en la computadora portátil de un solo grupo.
El año próximo, los estudiantes pueden continuar con el itinerario de desarrollo del profesorado con cursos acreditados por la SCSU sobre psicología y “profesores, escuelas y sociedades.”
El plan de estudios fue redactado por educadores de Hillhouse, Cross y Metro.
En lo que va de año, Nelken afirma que sus alumnos han entendido mejor el papel del profesor y lo que implica su trabajo.
Harmony Cruz-Bustamante, su profesora ayudante de último curso, la ayudó a planificar de forma conjunta las clases y las evaluaciones del curso.
Nelken se propone mostrar a sus alumnos que “ser profesor ha sido una experiencia muy hermosa y gratificante”.
En sus clases muestra a los alumnos, que la enseñanza puede ser divertida e intelectualmente estimulante, mientras que también ayuda a sus alumnos de secundaria a entender su propia experiencia escolar a través de una perspectiva más amplia.
El curso le ha ayudado a crecer como educadora, dijo Nelken, quien lleva 14 años enseñando.