NUEVA YORK (AP) — El gobernador de Nueva York se dirige el martes a la Casa Blanca, en momentos en que está buscando miles de millones de dólares en ayuda federal para lidiar con las repercusiones económicas de la crisis del coronavirus.
El demócrata Andrew Cuomo ha sido un duro crítico de la respuesta que el presidente republicano Donald Trump le ha dado a la pandemia. El viernes, Trump declaró que Cuomo debería ponerse a trabajar, luego que el gobernador se quejó de la falta de pruebas del virus por parte del gobierno federal.
Cuomo estará en reuniones en la Casa Blanca el martes por la tarde. Ninguna de las partes dio información sobre el contenido del encuentro, pero éste ocurre en momentos en que el gobernador está tratando de conseguir ayuda federal ante el desplome económico causado por la crisis.
“Andrew va a venir con algunos asesores así que estamos preparándonos para eso”, declaró Trump en su conferencia de prensa en lunes.
Entretanto, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, advirtió el martes que los gobernadores deben contar con argumentos científicos sólidos antes de reabrir sus economías, o de lo contrario corren el peligro de permitir un resurgimiento del virus.
“Si estas reaperturas económicas se hacen de manera equivocada, terminaremos todos afectados”, afirmó de Blasio en el programa “New Day” de CNN.
Si alguna ciudad o estado abre su economía prematuramente, aseveró, “ello podría llevar a un resurgimiento de la enfermedad en otros lugares”.
El alcalde anunció el lunes que todos los eventos públicos en la ciudad serán cancelados hasta por lo menos finales de junio.
Tal medida, que afecta a eventos como el Desfile de Orgullo Puertorriqueño, fue anunciada el mismo día en que el gobernador Brian Kemp de Georgia anunció la reapertura de algunos comercios como gimnasios, peluquerías y salones de bolos.
Kemp aseguró que su decisión “es la estrategia correcta en el momento correcto”.
Se le preguntó a de Blasio si la medida en Georgia podría incidir en un aumento de la enfermedad en la ciudad de Nueva York, que es actualmente el epicentro de la enfermedad dentro de Estados Unidos.
“Si alguien reabre su economía, más le vale tener los argumentos científicos sólidos y más le vale hacerlo despacio, cautelosamente de tal manera de asegurarse de que la enfermedad no vaya a volver”, indicó de Blasio.
Estados Unidos tiene casi 800.000 casos de COVID-19 y más de 42.000 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.
En la mayoría de la gente, el coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Sin embargo, en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves, incluyendo neumonía, o la muerte.
