Por Maya Mcfadden
Los alumnos de séptimo y octavo curso de Kelsey Olson aplaudieron y vitorearon a su profesora de matemáticas cuando la directora de las Escuelas Públicas de New Haven (NHPS), Madeline Negrón, le entregó un vasito de hielo con sabor puertorriqueño.
Esa fue una de las maneras en que los líderes del distrito están celebrando la Semana Nacional de Agradecimiento a los Maestros, pese a la fricción en torno a un previsto déficit presupuestario y posibles recortes de personal.
Junto a Negrón estuvieron la Directora de la Escuela Truman, Aurea Jaca y al Alcalde Justin Elicker este martes, para el primer evento de la semana en honor a los educadores del sistema escolar de New Haven (NHPS).
Negrón, Elicker y Jaca recorrieron la escuela Truman de Hill, repartiendo piragua, (hielo raspado con sabor a fruta) a los maestros de la escuela, muchos de los cuales terminaban los exámenes de primavera.
Madeline Negrón con Claribel Espino, Carmen Padilla-DeChalus y la directora Aurea Jaca para dar las gracias a los maestros.
El brindis de piraguas tuvo lugar en medio del rechazo público al anuncio de Negrón, de que 129 empleados escolares, principalmente maestros (incluidos los de artes), paraeducadores, bibliotecarios y asesores de matemáticas y lectura, podrían ser despedidos el año próximo para cubrir un déficit presupuestario previsto de 16,5 millones de dólares. También mientras Negrón, Elicker y otros líderes del distrito, junto a profesores y alumnos de New Haven presionan para que el Estado aumente la financiación de los distritos escolares municipales.
“¿Habría preferido dar a los maestros algo más que una piragua? Por supuesto”, dijo Negrón el martes. “Pero es lo mínimo que puedo hacer para mostrar lo mucho que apreciamos el trabajo que hacen diariamente con nuestros hijos. No es fácil ser maestro hoy. Por eso respeto y admiro que sigan comprometidos y dedicados a su profesión”.
Elicker (a la derecha) aprende con Negrón y Padilla-DeChalus, a servir piragua.
Concluyó diciendo que otro de sus esfuerzos para agradecer a los profesores, es su permanente insistencia en Hartford de que el gobierno estatal aumente la financiación de la educación pública.
El carrito de piraguas en Truman el martes estaba decorado con una bandera puertorriqueña y lleno de deliciosos sabores como coco, maracuyá y tamarindo.
Jaca deleitó a su equipo con el dulce sabor de Puerto Rico esperando de que este manjar tradicional de la isla, permitiera a los maestros experimentar las aventuras que Jaca vivió en su infancia comprando hielo rallado a los vendedores callejeros de Puerto Rico. También para ayudar a los maestros a conectar mejor con las culturas de los alumnos.
Negrón contó que cuando la fábrica norteamericana en la que trabajaba su padre cerró, mientras encontraba otro empleo, trabajó como piragüero y ella, siendo una niña, recuerda haberle ayudado ocasionalmente bajo el sol de Puerto Rico.
“Sé que las cosas están difíciles. Es la Semana de Reconocimiento a los Maestros y desde el mes pasado sólo hablo de los retos que afectarán a muchos de nuestros maestros. Tenemos que seguir demostrándoles cuanto apreciamos su compromiso, su dedicación a la profesión y a los estudiantes”, afirmó.
El martes, mientras visitaba a los profesores, Jaca les preguntó de qué sabor querían la piragua y ayudó a prepararlas junto con la profesora sustituta Claribel Espino y la coordinadora de padres Carmen Padilla-DeChalus.
“No puede haber piraguas sin tamarindo”, explicó Negrón. Mientras los alumnos miraban embelesados sus pupitres, Jaca les recordó: “Tendrán piraguas el día de salida al campo”.
En su aula del tercer piso, Kelsey Olson hizo una breve pausa en su clase de matemáticas de séptimo y octavo curso para aceptar una piragua con sabor a maracuyá. Describió como maravilloso el pequeño gesto de agradecimiento. Luego, Negrón recordó a los estudiantes de Olson, “no olviden dar las gracias a sus maestros”. Un estudiante le preguntó en español, ¿cuál es el día de reconocimiento a los estudiantes? Negrón respondió, “todos los días”.
Otro profesor que eligió una piragua de fresa, dijo que le encantaba la idea de las delicias matinales porque le permitía probar algo nuevo y porque en su aula hacía más calor de lo habitual el martes.
“Gracias por todo lo que hacen”, dijo Elicker a los maestros. En lugar de la idea inicial de Jaca de obsequiar a los maestros con un carro de bocadillos, se decidió por las piraguas para ofrecer algo más personal. Durante toda la semana, hay previsto ofrecer diferentes muestras de agradecimiento a los profesores, como un desayuno de profesores. Un grupo de familias se propone invitar a almorzar a cada maestro el miércoles.
Antes de disfrutar el martes de una piragua con sabor a tamarindo, Jaca afirmó que aprecia y valora el duro trabajo diario que realizan los maestros. “Enseñar es un trabajo duro. Quería compartir esta tradición y dar la bienvenida a otras tradiciones culturales aquí en Truman”, dijo.
Negrón subrayó la importancia de ofrecer a los profesores tantas oportunidades como sea posible para comprender mejor a los estudiantes de New Haven y sus contextos. “Mientras mejor nos conozcamos unos a otros”, dijo, “más fuertes serán las relaciones que crearemos entre todos”.