¡Alarmante! La deuda de Estados Unidos sobrepasa los $33 billones. Este fenomenal número es un claro indicador de la situación económica actual del país. La deuda se ha disparado a niveles sin precedentes, lo que plantea interrogantes sobre la estabilidad financiera y el futuro económico de Estados Unidos. Desde las últimas décadas del siglo pasado, hemos visto un aumento constante en la deuda nacional, lo que ha llevado a preocupaciones generalizadas.
Es hora de prestar atención a esta creciente carga de deuda y comprender las implicaciones que tiene para el futuro económico de Estados Unidos. En este artículo, exploraremos las razones detrás de esta alarmante cifra y analizaremos las posibles repercusiones a largo plazo. ¡Adéntrate en el mundo de las finanzas y descubre cómo la deuda de Estados Unidos está dejando una huella imborrable en la economía actual!
El día viernes 15 del presente mes, por primera vez la deuda del país del “Tío Sam”, ha escalado a una cifra “astronómica”; según el reporte de los datos del Departamento del Tesoro. Representa un “nuevo hito del cual nadie se sentirá orgulloso” eran las palabras de Maya MacGuineas (presidenta de la organización sin fines de lucro Comité por un Presupuesto Federal Responsable). Da la impresión de que el país norteamericano va por una “senda presupuestaria insostenible”, porque a la fecha aparte de la deuda del país; la deuda de los ciudadanos ha ascendido a más de $26 billones. Aunque la gestión actual no lo considere preocupante, no lo hace menos peligrosa.
Probablemente nos estemos planteando interrogantes sobre qué de la estabilidad y sostenibilidad de la economía estadounidense, las causas del aumento constante de su deuda, cómo se manejará esta carga en el futuro y qué implicaciones tendrá para el país y sus ciudadanos. Aspectos completamente válidos, a los que se intentará dar algunas posibles respuestas.
Las causas para llegar a este nivel de endeudamiento son múltiples: Desde las primeras décadas del siglo pasado, el país ha tenido una constante de endeudamiento por cada gestión de turno, con periodos de acortamiento para volver a dispararse (sufre de un déficit presupuestario crónico), tal es así que en el año fiscal 2023 sus ingresos cayeron un 11% en comparación con el año pasado, mientras que los gastos aumentaron un 10%. Implementación de programas sociales, vejez, salud y jubilación. Los recortes de impuestos son otra causa, para el Center for American Progress “los recortes de impuestos agregaron $10 billones a la deuda desde su implementación y son responsables del 57% del aumento en el índice de deuda desde 2001, y más del 90% de dicho aumento si se excluyen los gastos incurridos por causa de la gran recesión y la pandemia”. El aumento de la deuda se vio potenciado por los programas de ayuda en el contexto pandémico, como el crédito para la retención de empleados. El manejo irresponsable sobre política militar exterior, inmiscuyéndose en varias guerras en países de oriente medio, a las que designó miles de millones de dólares de presupuesto, las más de 700 bases militares en el mundo a las que debe atender. Por citar dos casos particulares; se conoce que para las guerras de Irak y Afganistán destinó màs de $ 2 billones y el apoyo a Ucrania en lo que va del conflicto con Rusia asciende a más de $ 100 mil millones.
Este récord de deuda tiene fuertes consecuencias para el país y los ciudadanos estadounidenses a corto, mediano y largo plazo. Materializado se tiene por citar el acuerdo bipartidista que se llegó en junio, al suspender el límite de la deuda durante dos años y recortar el gasto federal en $1,5 billones durante una década, congelación de fondos y la limitación del crecimiento del gasto a 1% hasta 2025. Al ser una deuda fuerte, es probable que el gobierno tenga dificultades para pagar sus deudas en un futuro cercano. Disminuirá el gasto público y por ende afectará los servicios públicos. Limita las posibilidades de crecimiento económico. Además, la posición de Estados Unidos en la economía global sufre un debilitamiento; la agencia Fitch rebajó en agosto la calificación de la deuda al nivel AA+, un punto por debajo de la nota más alta. Mengua su capacidad para tomar decisiones financieras estratégicas, responder a crisis y emergencias.
Los expertos proyectan que la deuda superará los $50 billones para finales de la actual década, lo cual es preocupante; aunque “pareciera” no serlo para la gestión del presidente Joe Biden; algo que deducimos por unas declaraciones que han recogido los medios de una entrevista realizada a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen; quien señaló “sentirse cómoda con el rumbo fiscal del país” y añadió que “el presidente ha propuesto una serie de medidas que reducirían nuestros déficits con el tiempo mientras se invierte en la economía”.
Fundamental, ante este escenario es que los responsables de la toma de decisiones tomen medidas para abordar esta deuda creciente y encontrar soluciones sostenibles a largo plazo. De lo contrario, el peso de la deuda podría ejercer una carga cada vez mayor tanto para el gobierno como para los ciudadanos. Esperemos que las autoridades encuentren formas efectivas de manejar esta deuda y eviten un futuro económico inestable.