Las amígdalas son ganglios linfáticos que se encuentran ubicados en ambos lados de la parte posterior de la garganta (orofaringe) con forma parecida a una nuez y que tienen la capacidad de producir los llamados “Linfocitos” que son células que actúan detectando y eliminando los virus y las bacterias que entran al organismo.
La amigdalitis es la inflamación de una o de las dos amígdalas, la cual se puede producir por infecciones virales o bacterianas que ocurren con mucha frecuencia en niños y adolescentes, por lo cual es muy importante que los padres tengan conocimiento de la mismas y sepan cómo actuar ante esa situación, por lo que es necesario que conozcan la diferencia entre sus dos variantes.
Amigdalitis Viral:
Se produce con mayor frecuencia que la bacteriana y su sintomatología es menos agresiva que ella. Una vez que la persona se contagió de la enfermedad, el período de incubación es de unos 3 días aproximadamente y la aparición de los síntomas es de forma brusca donde el paciente puede presentar lo siguiente:
• Inflamación y enrojecimiento de las amígdalas.
• Enrojecimiento y dolor de garganta.
• Malestar general.
• Puede haber congestión nasal y tos.
• Dolor de cabeza.
• Dolores musculares.
• Puede haber fiebre pero no es alta.
Con respecto al tratamiento, por ser de origen viral (NO) se utilizan antibióticos sino simplemente reposo, hidratación y tratamiento para la sintomatología como es el caso del dolor de cabeza, malestar general, fiebre y los productos que sirven para aliviar el dolor de garganta.
Amigdalitis Bacteriana:
La amigdalitis bacteriana es menos frecuente que la viral pero es muy agresiva, su período de incubación también es de unos 3 días y también de aparición rápida y se caracteriza porque el paciente presenta:
• Fiebre elevada que puede llegar a 39 grados centígrados (102 Fahrenheit).
• Malestar general.
• Dolor de Cabeza.
• Dolor de garganta intenso que en ocasiones le genera dificultad para tragar.
• Aparición del signo típico de las mismas que son las llamadas “placas de pus” o (puntos blancos) sobre las amígdalas.
En este caso el tratamiento médico (SI) incluye el uso de antibióticos siendo los más tradicionales la penicilina y la amoxacilina más el uso de analgésicos para el malestar general.
Una cosa importante que hay que decir es que en ambos casos siempre se debe acudir a su médico de confianza o al centro de salud más cercano a los fines de que le indiquen cuál es el tratamiento que debe ser aplicado, porque es necesario no cometer el error de dar medicamentos de forma innecesaria como también dejar de aplicar tratamientos por omisión o ignorancia, ya que ello puede generar problemas a futuro como es el caso de la “Amigdalitis Estreptocócica” que puede causar inflamación del riñón y/o fiebre reumática. La fiebre reumática produce dolor e inflamación de las articulaciones, un tipo específico de sarpullido e incluso puede llegar a producir daño en válvulas cardíacas.
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* Médico autor de la columna “Salud y calidad de vida” que se publica en Texas, Arizona, Connecticut, Pennsylvania, Florida, Delaware, New Jersey, New York y Carolina del Norte. Y dos podcast en la radio” La Tribuna” en NYC y “La Voz Radio 103.5 FM en Connecticut.”