En algún momento de sus vidas, muchas personas pueden sufrir episodios cortos de soledad. Este tipo de sentimientos son generalmente cortos y no se consideran crónicos. Sin embargo, cuando el sentimiento de soledad y aislamiento empeoran y continúan a largo plazo, pueden presentarse síntomas y signos más serios para tener en cuenta, y pasos que puedes seguir para ayudarte a manejar la soledad crónica.
¿Qué es la soledad crónica?
La soledad crónica ocurre cuando los sentimientos de soledad y de aislamiento social continúan durante un período prolongado. Se caracteriza por sentimientos constantes y continuos de sentirse solo, alejado o separado de los demás, y la incapacidad de conectarse a un nivel más profundo. Además, puede estar acompañada de sentimientos profundos de incomodidad, baja autoestima y rechazo.
La soledad continua puede afectar incluso a la persona más sociable. Ser “el alma de la fiesta” no te excluye de caer en soledad crónica. Este tipo de soledad crónica o a largo plazo puede impactar, con el tiempo, todas las áreas de tu vida.
¿Cuáles son los principales signos y síntomas de la soledad crónica?
Los síntomas y los signos de la soledad crónica pueden variar según la persona y la situación. Si constantemente sientes algunos de estos síntomas o todos ellos, podrías estar experimentando soledad crónica:
- Incapacidad de conectarte con otros en un nivel más profundo e íntimo. Quizás tienes amigos y familiares, pero el grado de compromiso con ellos es superficial. Tu interacción no se siente conectada de una manera que te brinde satisfacción y esta desconexión parece no terminar nunca.
- No tienes amigos cercanos o “mejores” amigos. Tienes amigos, pero son eventuales o apenas conocidos y sientes que nadie “te entiende” realmente.
- Un enorme sentimiento de aislamiento estés donde estés y con quién estés. Estás en una fiesta con muchas personas, pero te sientes aislado, separado y desconectado. En el trabajo, puedes sentirte distanciado y solo. Lo mismo en el autobús o en la calle. Es como si estuvieras en tu propia burbuja inquebrantable.
- Sentimientos negativos de duda y de autoestima. ¿Sientes que no eres lo suficientemente bueno? Estos sentimientos, a largo plazo, son posibles síntomas de la soledad crónica.
- Cuando intentas conectarte o comunicarte, no es correspondido, y no eres visto o escuchado.
- Cansancio y fatiga cuando tratas de socializar. Si tienes soledad crónica, tratar de salir y socializar con otros puede provocarte cansancio. Estos sentimientos continuos de agotamiento pueden conducirte a otros problemas, como insomnio, debilidad del sistema inmunológico, una dieta deficiente, entre otros.
¿La soledad crónica puede llevar a problemas de salud?
Los sentimientos de soledad prolongados pueden afectar tu salud de diversas formas. Por ejemplo, la soledad crónica puede aumentar los niveles de cortisol en el cuerpo. El cortisol es una hormona que crea el cuerpo cuando está bajo estrés. Con el tiempo, los altos niveles de cortisol pueden producir inflamación, aumento de peso, resistencia a la insulina, problemas de concentración, entre otros.
Si no se controlan, estos síntomas de soledad pueden aumentar tu riesgo para problemas médicos y emocionales más graves:
- Depresión
- Trastornos del sueño
- Diabetes tipo 2
- Enfermedad cardíaca
- Presión arterial alta
- Problemas de salud mental y emocional
- Uso de sustancias
Incluso, existe la posibilidad de que la soledad crónica y los riesgos de salud que la acompañan, podrían reducir la expectativa de vida. Si crees que estás sufriendo de soledad prolongada, consulta con tu médico o terapeuta.
¿Cómo afecta la soledad crónica a tu cerebro?
Las investigaciones demuestran que la soledad crónica puede tener un impacto significativo en tu salud, incluso en tu cerebro. Algunos estudios incluso sugieren que puede existir un vínculo entre la soledad y un mayor riesgo de desarrollar demencia y Alzheimer.5
Los sentimientos prolongados de soledad y de aislamiento social pueden, además, reducir las destrezas cognitivas6, como la concentración, toma de decisiones, solución de problemas e incluso la capacidad de cambiar los pensamientos negativos. Y esto puede llevar a la depresión.7
¿Quién es más propenso a sufrir soledad crónica?
La soledad crónica o prolongada puede afectar a todas las personas. Es fácil asumir que alguien que es tímido o introvertido por naturaleza podría tener mayor riesgo, pero alguien sociable con personalidad tipo A también puede sufrir de soledad crónica, aunque parezca ser el alma de la fiesta. Este tipo de soledad no es exclusivo de ningún tipo de personalidad.
Para algunas personas, la soledad crónica puede convertirse en un efecto secundario de un problema de salud o emocional, incluso aquellos relacionados con lo siguiente:
- Uso de sustancias
- Depresión y trastorno bipolar
- Enfermedad o condición grave
- Formas leves de autismo, como Síndrome de Asperger
- Demencia y Alzheimer
- Temas relacionados con la orientación sexual
¿Cuáles son algunos consejos para manejar la soledad crónica?
Si estás sufriendo sentimientos de soledad que no desaparecen, ten en cuenta estos consejos:
- Habla con tu médico, terapeuta u otro profesional del cuidado de la salud. La soledad crónica no se limita a los sentimientos de aislamiento social y distanciamiento de los demás. Con frecuencia, está vinculada con creencias continuas y profundas negativas sobre uno mismo que pueden causar otros problemas médicos o emocionales. Cuéntale a alguien lo que te ocurre.
- Conéctate con otras personas de forma positiva y saludable. Aunque puede resultar difícil, haz el esfuerzo de conectar con los demás. Trabajar como voluntario, inscribirte en algún club, unirte a grupos de ejercicios y otras oportunidades, pueden ayudar a levantar la autoestima y a encontrar una forma segura y satisfactoria de conectarte con otros.
- Haz ejercicio y toma un poco de sol. Estar activo y a la luz del sol puede ayudarte a elevar las endorfinas y la serotonina.8, 9 Estas “hormonas del cerebro” pueden mejorar el ánimo, el sueño, y ayudan a las personas a sentirse más felices.
- Encuentra un grupo de apoyo, especialmente si la soledad crónica es un efecto secundario de alguna otra condición con la que podrías estar tratando, como el uso de sustancias, la pérdida de un ser querido, la soledad después de un divorcio o separación, una enfermedad de aislamiento o crónica, etc. Recibir respaldo y apoyo de otras personas que comparten sentimientos similares, podría ayudar a aliviar los síntomas de la soledad crónica.
Si estás sufriendo de soledad prolongada y parece que no desaparecerá, habla con tu médico u otro proveedor de cuidado de la salud para que pueda ayudarte. La soledad crónica no se trata únicamente de sentirse solo; si no se controla, puede ponerte en riesgo de problemas físicos y emocionales graves.