NORWALK. El Obispo de la Diócesis de Bridgeport, Frank Caggiano, consagró el pasado domingo Primero de mayo en la parroquia de Saint Joseph, la capilla en honor a San Joselito Sánchez del Río, mártir mexicano, que fue torturado y asesinado en la “Guerra Cristera en 1928, y horas antes, el sábado en la tarde, festejó al Niño Doctor, patrono de los enfermos y de los niños mexicanos; logrando que a partir de ese día la imagen del Niño Doctor esté empotrada en el ala de la nave en la iglesia de Saint Joseph, ubicada en 85 South Main Street; mientras que la capilla de San Joselito está adyacente al estacionamiento parroquial en la parte trasera de la iglesia.
CAPILLA DE SAN JOSELITO
Para la fiesta de consagración de la capilla de San Joselito, los esposos Juan y Mary, de la comunidad de Cristo Rey de Sahuayo, Michoacán, México, representaron a los vecinos del santo mártir mexicano que murió cuando apenas tenia catorce años.
El domingo primero de mayo a las diez de la mañana, cientos de feligreses se juntaron con el obispo Frank J. Caggiano en la parroquia St. Joseph and St. Ladislaus de South Norwalk para la bendición oficial e inauguración de una capilla recién restaurada en honor a San José Sánchez del Río (San Joselito).
San José Sánchez del Río fue un niño mártir de las “Guerras Cristera” de México, ejecutado a los 14 años porque se negó a renunciar a su fe católica. Fue canonizado por el Papa Francisco como Santo de la Iglesia Católica Romana el 16 de octubre del 2016.
El obispo Caggiano dedicó esta capilla de adoración y bendijo a todos los niños de la parroquia durante la fiesta consagratoria e invitó a que todos sigan a Cristo y recordó que “la única forma en que se puede vivir la vida es haciéndola como Jesús pide: Con cada parte de nuestra vida”.
“San Joselito”, fue torturado y asesinado el 10 de febrero de 1928 por oficiales del gobierno de Plutarco Elías Calles porque se negó a renunciar a su fe. La guerra cristera en México se inició tras la legislación anticlerical de 1926 promovida por Calles. Los católicos que se levantaron en armas en defensa de la fe fueron llamados Cristeros.
EL NIÑO DOCTOR
El sábado en la tarde, en cambio, los devotos del Niño Doctor, tradición venida de Tepeaca-Puebla-México desde hace siete años, celebraron con una procesión cantando el himno al Niño hasta llegar al Altar Mayor donde entregaron al padre Edicson Orozo, párroco de la iglesia, la réplica tallada en madera traída directamente desde Tepeaca para la fiesta y a partir de ese momento tener un lugar de veneración a la entrada del templo en el lado derecho.
Jorge Ramírez, presidente de la Comisión de la Fiesta del Niño Doctor, junto con cuatro parejas de esposos nativos de Tepeaca, organizaron el evento durante todo el año y es la primera vez que la fiesta fue al aire libre con la presencia de más de cuatrocientos niños. La imagen del Niño Doctor que después de misa tomó su lugar en el patio trasero de la iglesia para su fiesta, fue traíada en avión desde México por los esposos Mario y Janeth Sánchez
En el convivio hubo juegos infantiles, piñatas, comida típica mexicana y la entrega de juguetes y bolsas de caramelos; amenizado por una banda musical y un payaso que entretuvo con sus ocurrencias a los infantes.
Acorde con Ramírez, la fiesta del Niño tuvo un costo de alrededor de seis mil dólares que son juntados durante todo el año producto de los donativos de miembros de la comunidad. El trabajo de tallado de la imagen del Niño, en cambio, fue pagado con el dinero del bolsillo de las cuatro parejas que forman la Comisión, pero Ramírez declinó dar su valor debido a que es un regalo que hicieron a la iglesia para fomentar la fe. La Comisión de la Fiesta del Niño Doctor la conforman: Mario y Janeth Sánchez, Salvador y Carla Sánchez, Jorge y María Ramírez y Edgar y Clara Jiménez.