El multimillonario ecuatoriano Michel Deller, ha logrado posicionarse en lo más alto del futbol sudamericano hasta el punto de ser considerado uno de los mejores dirigentes por su visión y entendimiento del futbol en cuanto a su inversión. Además es dueño del Independiente del Valle de Ecuador (equipo que ha ganado dos veces la Copa Sudamérica, una Liga, una Copa, una Supercopa y una Recopa), Numancia de España (equipo de la tercera división), Independiente Juniors (Serie B en Ecuador), Escuelas formativas (Chile), Nuevo CEAR (Esmeraldas), máximo accionista de Quicentro Shopping (Ecuador), dueño de la franquicia Kentucky Fried Chicken (Ecuador) y de varias inmobiliarias; además es el nuevo dueño del 97% de las acciones del equipo colombiano Atlético Huila, que anda por estos días batallando para no irse al descenso.
Uno de los objetivos que tiene su nuevo propietario es darle apoyo total a los dos equipos, el de hombres y mujeres, y comenzar a trabajar en el método que el inicio con el Independiente del Valle (Ecuador), y que hoy es uno de los mejores métodos deportivos en cuanto a la producción de jugadores jóvenes y de títulos; el “Método Independiente” se enfoca en la formación de talento de alto rendimiento, la construcción de procesos deportivos de mediano y largo alcance para lograr la excelencia deportiva e institucional; además es un sistema de juego implementado desde las fuerzas básicas y desde ahí seguir trabajando con los jóvenes hasta llegar al equipo de primera. El método lo tiene el equipo, y todo técnico que llegue o que sea contratado por las directivas tiene que seguir ese método y no implementar el suyo.
A sus 63 años, sigue con la visión de expandir sus conocimientos futbolísticos por todo Sudamérica, como lo hizo hace más de 15 años, cuando se vinculó al futbol profesional ecuatoriano comprando aun equipo de la tercera división, y llevando hasta la cima, y salir campeón del mismo torneo, adjudicarse en dos oportunidades la Copa Sudamericana (2019 y 2022) y Recopa Sudamericana, ganándole al Flamengo de Brasil en el Maracaná, por el cual le apodan el “MATAGIGANTES” o también el “Negriazul”. En el 2016, fue el finalista de la Copa Libertadores de América, frente al Atlético Nacional de Colombia.
Se conoció que la compañía o la Sociedad Farlay S.A., compro las acciones de Juan Carlos Patarroyo (presidente del equipo Atlético Huila) y Felio García (Segundo accionista del club) por una suma cercana a los 25.000 millones de pesos o algo así como 5.4 millones de dólares, es decir al cambio de hoy ($4.700 pesos por dólar). Para sorpresa de todos, salió el comentario en los medios de comunicación el porqué del precio tan bajo, sabiendo que es un equipo que lleva más de 30 años en el futbol profesional colombiano.
La historia dice que el equipo se fundó en el año 1990, donde se llenó todos los requisitos necesarios para ingresar en el torneo de la segunda división. Tras una buena campaña en la segunda división en 1992, el equipo se adjudicó un cupo a la primera división en 1993, y de allí en adelante comenzó su paso por el futbol profesional colombiano. Los opitas tuvieron buenos y malos torneos durante 4 años, y ya en 1996 vuelve y pierde la categoría y se va a la segunda división. Después de tanto dolor y sufrimiento por parte de los directivos y aficionados decidieron armar un equipo que los volviera a llevar a la liga grande, y así fue. En la final contra el Cucuta Deportivo, los huilenses volvieron a vibrar de emoción al ganar el título y regresar a la primera categoría. En 1998, clasificaba a su primer torneo internacional la Copa Conmebol, En el 2005, llega por primera vez a una instancia final del futbol profesional colombiano. Ha salido subcampeón en el 2007 y 2009.
Pero la noticia es muy positiva para el equipo opita por la mentalidad que trae el inversionista, por el trabajo que él ha hecho con su equipo ecuatoriano, porque habrá dinero para contratar o comprar buenos jugadores, un buen cuerpo técnico y también para pensar en un estadio nuevo. Todos estos puntos son positivos y más aún cuando un equipo está en la necesidad de que alguien le invierta un capital con miras a mejorar y brindar un mejor futuro. En Colombia, se necesita este cambio. De empresarios jóvenes o experimentados, con ideas nuevas, con métodos diferentes a los que se usan en nuestro país; a eso le llamo yo salir de la corrupción, de la rutina, de idiosincrasia de aceptar lo que está mal y seguir con lo mismo. El futbol colombiano necesita un recambio, necesita propietarios nuevos, inversionistas sin miedo a comprar jugadores de nombre, contratar técnicos internacionales y mejorar las infraestructuras de nuestros estadios.
Bienvenidos todos los inversionistas que lleguen a mejorar lo que anda mal como en el caso del Atlético Huila, que anda peleando su estadía en la primera división.