En un estudio publicado el 16 de enero del presente año en la reconocida revista científica “British Medical Journal” (BMJ), se ha llegado a la conclusión de que el COVID-19 eleva el riesgo de muertes en mujeres embarazadas y también eleva la posibilidad de que los recién nacidos hijos de madres enfermas con dicho virus, ingresen a las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Este trabajo fue liderado por la Dra. Emily Smith, profesora asistente de “Salud Global” en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington y cuyo análisis consistió en la revisión de 12 estudios realizados en diferentes países (incluido los Estados Unidos) con la participación de 13.000 mujeres embarazadas.
Los hallazgos que se encontraron luego de una extensa verificación fueron los siguientes:
1. Genera 7 veces más riesgo de morir durante el embarazo o el parto.
2. Hay 3 veces más riesgo de ser ingresado a una unidad de cuidados intensivos.
3. Hay aproximadamente 15 veces más riesgo de necesitar tratamiento con ventilador dada a la afección de la capacidad respiratoria.
4. Tienen 23 veces mayor probabilidad de desarrollar neumonía que en este caso puede ser una complicación mortal.
5. Tienen 5 veces mayor riesgo de padecer enfermedad tromboembólica.
6. Los recién nacidos de madres infectadas por COVID-19 tienen el doble de posibilidad de ser admitidos en una unidad de cuidados intensivos neonatal.
7. Los niños de madres infectadas por COVID-19 tiene mayor riesgo de nacer prematuramente.
Otra de las reflexiones que se han obtenido de dicho estudio es resaltar la importancia de la vacunación, ya que por un lado muchas mujeres en edad fértil en los Estados Unidos siguen sin vacunarse porque en algunos casos dudan o se niegan a recibir la vacuna o el refuerzo, porque creen que el COVID-19 no representa un riesgo en el embarazo, porque no están seguras de la seguridad de la vacuna o porque también hay médicos que dudan en administrar la vacuna en una mujer embarazada. Y, por otra parte, en la actualidad hay más de 80 países que aún no recomiendan que todas las embarazadas y lactantes se vacunen contra el COVID.
¿Cuáles serían las recomendaciones?
Ante los resultados que hemos podido leer, nosotros creemos que se deberían implementar las siguientes acciones:
• Iniciar una campaña educativa en los medios de comunicación para que las mujeres en edad fértil se vacunen contra el COVID-19.
• Propiciar una legislación que exija al estado la obligaciónde cumplir con la realización de campañas educativas.
• Publicar las estadísticas que demuestran claramente que a mayor población vacunada contra el COVID-19 menor es la tasa de mortalidad por esa causa.
Referencia: “Emily Smith & Col., Adverse Maternal, Fetal, and new born outcomes among pregnant women with Sars-Cov-2 infection: an individual participante meta-analysis,” http://gh.bmj.com, 01/16/2023.
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*Médico autor de la columna “Salud y calidad de vida” que se publica en Texas, Arizona, Connecticut, Pennsylvania, Florida, Delaware, New Jersey, New York y Carolina del Norte. Y dos podcasts en la radio” La Tribuna” en NYC y “La Voz Radio 103.5 FM en Connecticut.”