NORWALK.- En las iglesias de Connecticut se celebraron los 493 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac de México, conocida como la patrona de las Américas. Fiesta que inició en forma masiva y con devoción en el Estado en la iglesia de Saint Joseph de Norwalk, por iniciativa del Grupo Guadalupano, que año con año no escatima esfuerzo y al ritmo del mariachi festeja a la Morenita de San Diego.
Por 23 años consecutivos el Grupo Guadalupano de Norwalk, pioneros en Connecticut en festejar a la Patrona de México, celebraron a la Virgen de Guadalupe desde el domingo 8 de diciembre con la procesión y una misa de Acción de Gracias; en las vísperas del 12 de diciembre con el rezo del Santo Rosario y las tradicionales “Mañanitas”; para después de las celebraciones repartir comida típica mexicana en un estimado de mil raciones.
Este ejercicio de fe se replicó en la mayor parte de las iglesias de la Diócesis de Bridgeport, en México y en Latinoamérica porque la Virgen María en la advocación de Guadalupe es considerada la Emperatriz de las Américas y patrona de los Caballeros de Colón.
La fiesta Guadalupana empezó el domingo 8 de diciembre a las once de la mañana con la procesión por las calles de South Norwalk desde la iglesia de Saint Joseph hasta la iglesia de Saint Ladislaus, custodiada por tres patrulleros del Departamento de Policía que no salieron a cuidar la seguridad pública, solamente; sino en memoria del oficial César Ramírez, un recordado policía hispano que patrullaba el sector y frecuentaba las festividades hispanas de este vecindario poblado de inmigrantes venidos de Latinoamérica y Haití.
Monseñor Aniceto Villamide, el sacerdote que ofició la misa dominical en su homilía habló del fervor mariano y de la importancia de juntar la fe con las tradiciones. “Como un anuncio de la parroquia les digo que vamos a festejar a la Virgen de Guadalupe durante este día y los posteriores para festejar los 493 años de sus apariciones en el Tepeyac de México”, dijo monseñor y enseguida se acercó al lado izquierdo donde se encontraba la imagen empotrada de la Guadalupana y bendijo a unos niños disfrazados de pastores e indígenas mexicanos.
Alberto de la Rosa, el presidente del Grupo Guadalupano, una institución que se ha forjado un apoyo absoluto de la comunidad mexicana y de los fieles de la parroquia, contó que con el aval del párroco el Padre Edicson Orozco, durante meses programan actividades para festejar a la Morena del Tepeyac.
El mayor de los gastos es el pago a los músicos del mariachi porque vienen en varias fechas. Domingo ocho a la procesión y misa, el miércoles 11 a las vísperas con el Rosario y las Mañanitas y el jueves 12 a las siete de la noche a la misa de Solemnidad de Acción de Gracias. Además, la confección de veinte canastas gigantes de flores para repartir a medias en la iglesia de Saint Joseph y en Saint Ladislaus. Presupuesto que llega a casi diez mil dólares.
“A veces estamos tan cansados y parece que ya no va a salir la fiesta, pero inmediatamente el Padre Edicson sale a nuestro encuentro y nos vuelve a dar ánimo, además entre nosotros, los que seguimos año con año nos damos aliento y volvemos a ponernos de pie para sacar adelante la fiesta de la Virgen. Yo creo que ella, la Morenita, nos sostiene para que su fiesta sea siempre exitosa”, dice Alberto de la Rosa.
Cristina Soriano, también es otro rostro conocido en la comunidad de Saint Joseph y Saint Ladislaus, su esposo, Don Carmelo año con año viene donando la comida para cerca de mil personas que acompañan a las celebraciones y durante estos tres últimos años el camión de comida (Food Truck) Tacos y Carnitas Sacramento de New Jersey, también viene a Norwalk a donar y a servir mil tacos. Para las vísperas y las Mañanitas Don Carmelo trajo de su restaurante que está en Stratford una inmensa olla de posole (sopa de maíz con carne), chocolate caliente y atole con pan dulce.
Stalin Calle, durante dos décadas llega a la fiesta de la virgen de Guadalupe vestido de San Diego, el indígena al que se le presentó la virgen de Guadalupe. Stalin pidió a sus compañeros del Grupo Guadalupano que le trajeran el disfraz desde México y lo usa estrictamente el 8, 11 y 12 de diciembre; además porta la bandera y las insignias de la cruz; pero, curiosamente, Stalin no es mexicano sino de Loja, Ecuador, una provincia que colinda con Perú.
Al respecto de su participación Stalin Calle dice: “Soy Guadalupano, pero soy ecuatoriano y me siento orgulloso de vivir la fe mariana a través de la advocación de la virgen de México, aunque también soy devoto de la virgen del Cisne, patrona de Loja y que está teniendo mucha acogida en las iglesias de la Diócesis por el aumento vertiginoso de inmigrantes ecuatorianos al condado de Fairfield en Connecticut.