…Mi selfesteen está fastidiado”
Consulta
Tía Julia
Soy una nena de 28 años bien vividos y liberal (¿usted me entiende?) y trabajo como ayudante de la ayudante de la asistente de un anestesiólogo en el Hospital Central de New Britain donde hay ahora más emergencia debido al nuevo virus que mal rayo parta y al que algunos en el Green denominan COVID-25Musk.
Mi figura, dicen, es excepcional porque me levanto a las seis de la mañana y me voy al gimnasio para rebajar la grasa de la cintura y endurecer los gluteos. Prefiero hacer esto con esfuerzo, antes que someterme al bisturí de un cirujano de Bosnia conocido en su familia que se hacía llamar Bakiaste Oknavichio.
Tía, Oknavichio le sacó grasas extras de la cintura y de la barriga a mi primita y enseguida se las injertó en las asentaderas. ¿Resultado? Muy triste ya que ahora no se puede sentar y tiene una infección que no alivian los antibióticos y quizás le tengan que extirpar la nalga derecha. El ciruja desapareció del chinchorro en New Britain, la policía lo anda buscando, y ahora Rosalyn no sabe a quién demandar.
Ahora, este es mi problema. Un tipo llamado Renato estaba comprometido con una prima mía que se llama Fortunata, pero a la que llamamos entre amigos “Fortuita,” ya que le pasan cosas y siempre esta más salada que una sopa de aceite de bacalao con salsa de jengibre, ja-ja-ja.
Sin embargo y por esas cosas de la vida que tienen que ver con los fríos de los desenfrenados vientos polares, Renato se quedó una noche conmigo porque según él, era alérgico al viento polar y sufría de sinusitis muy aguda y temía por su vida. Me dijo que la luz se le había ido en el proyecto y no podía recargar la computadora porque se le fue el GuayFive y tenía que terminar un informe atrasado para la Universidad.
Mi prima, que era su prometida, había tenido que viajar a Nueva York para tomar un curso de dos días y de ese modo Renato se quedó en mi departamento.
Mala idea.
Así y dada la soledad, el frío, el halo romántico de un cirio, y una canción que tocan en la radio que dice “De a poquito, que me atoro,” caí en sus brazos peludos, me rendí a sus arrumacos, aunque la verdad tía, es que traté hasta el último momento de negarme, pero me la ganó el pecado original y un trancazo de brandy.
Cuando llegó mi prima, Renato sin mi autorización ni consulta le dio la mala noticia de nuestro encuentro carnal por el Facebook y a Fortuita la traición le cayó como una patada fulminante en el riñón izquierdo porque se transformó en el hazmerreír del Green y ahora le apodan CornudaUno.
La he llamado al celular, y finalmente, aunque tratamos de ser civiles, ella me salió con una sarta de groserías y juró venganza. A Renato le dijo que no le deseaba mal, pero que esperaba que se le cayeran todos los dientes y las muelas y que le quedara solamente un diente de oro y que ese se lo robara un gitano. ¿Se imagina? También a mí me lanzó maldiciones desde una botánica y sufro de indigestión porque mi selfestin está bajo.
Gracias desde ya por sus atinados consejos.
Luna
Respuesta:
Mira Luna, Lunita:
De todos modos, se la pegaste a tu prima en complicidad con su novio Renato, y la traicionaste con alevosía, premeditación y sobreseguro.
Aunque te trates de excusar con el cuento del frio intenso, los vientos polares y la sinusitis, debes aprender a recogerte y pensar en las consecuencias del acto. Le sedujiste con el baile del vientre y esas canciones nuevas que tiran en ciertas radioemisora de Hartford entre ellas, “Poquito, a poquito, mami,” o “Muévete lento, pero después acelera, acelera, mami, ¡hay que rico!”
Sin embargo, m’hija, fuiste tú y nada más que tú quien se la jugaste floja a tu prima aprovechando que estaba oscuro y por las noches todos los gatos son de tonos grises. Es que los tipos son débiles como los futuros ministros de Trump que tienen más historias que un gato de campo.
En otras palabras, mi vida, ahora no te puedes quejar de que la otra haya recuperado a su jevo musculoso y peludo, pero lo que me está preocupando es lo que los médicos llaman promiscuidad sexual. La fidelidad es fundamental para preservar la salud y así evitar que ustedes que van yendo de flor en flor o de floro en floro, no lleguen muy lejos por eso del SIDA, las hepatitis malas, el fungís vaginal, y la nueva variante TrompicoCovid25 que está haciendo escante. ¿Tú me entiendes?
Eso de las caries de Renato se pueden explicar fácil: o no se lava los dientes, o no ha escuchado hablar de la importancia de la limpieza dental llevada a cabo por personas como el Dr. Canino que en media hora te deja las encías más limpias que las de un recién nacido.
Ahora bien, lo de tu indigestión. Se puede captar que internalizas las emociones y somatizas tus problemas, pero vete a un médico especializado en diarreas y constipaciones ya que no domino esas materias.
Luna, recógete, no le quites los novios o novias a otras y establece una relación seria, fiel y estable para favorecer tu salud mental, genital y tu situación estomacal e intestinal.
Te deseo que te lo pasen bien y date una vueltita por la clínica para eso de los exámenes de sangre y de orina porque nunca sabes lo que había debajo de la capucha plástica del que te dije. ¡Ah! si quieres llorar, usa el hombro de tu abuela o de tu mai y no el mío.
Abrazos,
La Tía Julia que te desea lo mejor y recuerda que Dios perdona, a veces…