Por Thomas Breen
Latrice Hampton, Kathy Bridges, Alexis Terry y Wanda Faison asistieron por separado a la iglesia baptista de Lawrence Street, pero con un objetivo común, atraídas hacia un espacio de recogimiento que ha estado en sus familias durante generaciones, convocadas para una “marcha del amor” que rinde homenaje a un icono de los derechos civiles que ha estado en sus vidas durante décadas.
Hampton, Bridges, Terry y Faison fueron cuatro de los cerca de 50 habitantes de New Haven que se presentaron en la Iglesia Shiloh Missionary Baptist, ubicada en el número 100 de la calle Lawrence, antes de las 11 de la mañana, para participar en la reciente Marcha del Amor anual del Día de Martin Luther King Jr. (MLK).
Fundada por George Hampton padre, la marcha celebró el miércoles su 55º aniversario, según el hijo de Hampton, el reverendo Kennedy Hampton. Hampton, el hijo, eligió al reverendo Martin Luther King Jr., al ex presidente Barack Obama y a su padre como “agentes del cambio” dignos de celebración y recuerdo en ésta y en cada “Marcha del Amor”, que siempre tiene lugar el día del cumpleaños de MLK.
Para protegerse del frío glacial por algunos minutos antes del inicio de la marcha, los fieles de la iglesia se mezclaron con funcionarios y líderes cívicos, entre ellos, el alcalde Justin Elicker, el senador estatal Gary Winfield, el jefe de bomberos John Alston, el historiador de la ciudad Mike Morand y los concejales Anna Festa, Caroline Tanbee Smith y Eli Sabin, para reflexionar sobre lo que les motiva, año tras año, a participar en la Marcha del Amor de MLK.
Latrice Hampton, de 33 años, dijo que su abuelo fue el fundador de la marcha. Ella ha participado en esta marcha durante toda su vida. Para ella, el legado de MLK, honrado por su abuelo y por esta marcha, le ha enseñado a “caminar con amor, hablar con amor” en todos los aspectos de su vida. “Estoy aquí para transmitir el legado de mi abuelo”, dijo, y para tratar de vivir el mensaje del que habla a sus alumnos en su trabajo como entrenadora de campo y pista en Career High School: “Procura ser la mejor versión que puedas de ti mismo”.
Sentada al otro extremo de la iglesia, con un retrato de MLK a su lado, Kathy Bridges dijo que lleva 25 años acudiendo a la Marcha del Amor.
Para ella, el mensaje de la marcha y de MLK que más se le ha grabado es la necesidad imperiosa de promover “la igualdad para todas las personas”. No sólo de una raza, dijo, sino de todas. “Quisiera que todos estuviéramos unidos: blancos, negros, hispanos, extranjeros, todos”. La marcha, y la iglesia, la han ayudado a ver ese ideal en la realidad.
En un banco delante de Bridges se sentó Alexis Terry. Terry, miembro del Unhoused Activists Community Team (U ACT), dijo que, había venido en parte, buscando aliados para los esfuerzos de U ACT en defensa de los derechos y las necesidades de los habitantes de New Haven que no tienen vivienda.
También dijo que vino porque la Iglesia Shiloh Missionary Baptist era la iglesia de su difunta abuela, y ella venía aquí de niña. Aquí aprendió a amar la música. Todavía recuerda con cariño lo unida que estaba, y sigue estando, la comunidad de la iglesia. Ahora que su abuela ya no está, le interesa volver a ese entorno para ver qué relaciones puede desarrollar. “Aquí es donde se producen los cambios”, dijo refiriéndose a la iglesia, y a la marcha.
Afuera, vestida para el invierno y con la pancarta de la Marcha del Amor en las manos, Faison reflexionaba sobre su participación en la marcha desde sus inicios. Ella tiene 61 años y la marcha comenzó a celebrarse hace 55 años. Sus vidas se han desarrollado de manera paralela. Habló de lo importante que es para ella marchar en el cumpleaños real de MLK, y no tan solo en el día feriado designado por el gobierno federal, que es este próximo lunes. Esta marcha, esta comunidad de la iglesia, su historia entrelazada, le permiten imaginar cómo el sueño del Dr. King de justicia para todos puede hacerse realidad, dijo.
Los asistentes se pusieron en marcha, escoltados por una docena de motocicletas de la policía.
El reverendo Kennedy Hampton, caminando codo con codo con Winfield y sosteniendo ambos una foto de George Hampton, encabezó a los participantes en la conocida llamada y respuesta del desfile anual.
“¡Estamos desfilando celebrando el cumpleaños del Dr. King!”, dijo, mientras los que estaban a su lado repetían cada frase.
“¡Estamos desfilando! Todos los días”.
“Tomé mi decisión. Y no me voy a devolver”.