Por Aníbal Brea
La victoria de Zohran Mamdani en las primarias Demócratas de Nueva York el pasado junio, antes que marcar su posible victoria en las elecciones generales del próximo noviembre, indica, sobre todo, la situación semi catastrófica en que se encuentra ese partido luego de su histórica derrota electoral en las presidenciales de 2024.
Podría ser que la victoria alcanzada por el concejal y ex “rapero” del sector neoyorquino de Queens, signifique una especie de terremoto en el que, tal como ha ocurrido en el partido Republicano, con el advenimiento de fuerzas emergentes, sin vinculación con la tradición conservadora, el partido Demócrata también sea sacudido por la preeminencia de núcleos dispuestos a romper con la heterodoxia del viejo conglomerado partidario.
La mejor prueba de ello es que, antes de las primarias Demócratas, un “viejo zorro” de la política, el antiguo gobernador Andrew Cuomo, también de Queens y uno de los herederos del patricio Mario Cuomo, figuraba encabezando cómodamente las encuestas. Hasta que, de la nada, apareció el joven y carismático Mamdani.
Es como si los miembros de ese partido, a falta de otra cosa, se hubiesen estado inclinando por Cuomo, hasta que se produjera la inesperada aparición del hijo de hindúes y nacido en Uganda Mamdani, con su característica de ser joven y dispuesto a sacudir las añejas estructuras Demócratas de Nueva York.
Y ¿Cómo lo ha logrado? Convenciendo a numerosas personas, especialmente jóvenes, de que “no todo está perdido”, en alusión directa al desastre electoral de 2024 y la victoria del presidente Trump.
Porque el hecho es que las personas jóvenes se han mantenido bastante ausentes de las contiendas electorales. Participan, eso sí, en manifestaciones y protestas cuando lo sienten necesario, pero de ahí a decidirse a ir a votar en unas elecciones, esa es otra historia. Y si no, que le pregunten al senador Bernie Sanders, que consiguiera en su momento, movilizar a millones de jóvenes en torno a su pre candidatura y, sin embargo, perdió la candidatura Demócrata frente a Hillary Clinton, porque sus fogosos partidarios prefirieron hacer otras cosas el día de las elecciones primarias que ir a votar por él.
Eso lleva a algunos observadores a sugerir que, pese al avance impresionante de Mamdani en las encuestas, no todo está perdido para la “vieja guardia” Demócrata y su candidato favorito, que sigue siendo Cuomo, aunque el ex gobernador, al perder las primarias de su partido, se representa bajo la etiqueta de independiente.
El actual alcalde, el ex capitán de la policía Eric Adams, tiene realmente pocas posibilidades de hacerse reelegir, aunque ahora es también candidato independiente porque los Demócratas ya escogieron a Mamdani. Su gestión no es que haya sido particularmente negativa, pero se ha visto empañada por varios escándalos de cuestiones financieras de algunos de sus funcionarios, que, sin involucrarlo personalmente, han afectado su imagen.
Luego está el eterno candidato Republicano, el vistoso Curtis Sliwa, jefe del grupo de patrullas anticrimen Guardian Angels de la ciudad de Nueva York (utiliza una distintiva boina roja) que se presentó a las elecciones a la alcaldía hace cuatro años, pero perdió con una baja votación frente al Demócrata Eric Adams.
Mamdani aún tiene que convencer que sus desvaríos anteriores, debidamente divulgados por sus adversarios, como, por ejemplo, un tuit de noviembre de 2020 en el que se burlaba públicamente de un policía que lloraba en su coche o cuando públicamente se asoció a una campaña para reducir a la policía de Nueva York, no representan lo que él es ahora.
Por si fuera poco, el hecho de ser musulmán y haber expresado solidaridad con los palestinos, también echa leña al fuego promovido por sus adversarios. Y aunque se proclama socialista, es de dudar que el apelativo tenga algo que ver con su victoria en las elecciones primarias. Como es igualmente dudoso que quienes le han venido apoyando consideren posibles sus propuestas de congelar los alquileres, poner el transporte público gratis o crear mercaditos populares donde los precios los ponga el consumidor o algo asi.
Otro elemento a tener en cuenta es la influencia que podría tener el presidente Trump en ese proceso. Ya se especula que, en última instancia, el candidato favorito para el estamento Republicano, no es el Republicano Sliwa.
Y sigue la especulación de que Cuomo, en definitiva, parte integrante del “establishement’, por herencia y por su propia historia política, sería el candidato ideal de la administración Republicana.
Para alcanzar ese objetivo habría que crear un “frente común” contra Mamdani y, en ese sentido se especula que le han ofrecido cargos en el gobierno federal, tanto a Sliwa (ha dicho que no aceptaría tal cosa) y a Adams, el actual alcalde. Dada la polarización prevaleciente en la sociedad norteamericana, ese tipo de estrategia no es descartable.
Pero, en definitiva, al margen de arreglos y acuerdos, en noviembre, hay dos variables inalterables; que serán los residentes de Nueva York quienes decidirán el resultado. Y que nadie, ni siquiera Mamdani con sus favorables encuestas puede todavía cantar victoria.