De acuerdo a las cifras del “Instituto Nacional sobre abuso del alcohol y el alcoholismo” (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism) en los Estados Unidos 1.714.757 personas acudieron a los servicios de emergencias médicas por problemas de consumo de alcohol; 29.544.000 personas padecen de trastornos de consumo de alcohol; 140.557 personas murieron como consecuencia del consumo abusivo del alcohol y 1 de cada 7 mujeres embarazadas han afirmado que han consumido alcohol.
Estas cifras son bien alarmantes porque si las sumamos a los afectados por el consumo de drogas como las derivadas del opio, en verdad uno podría decir que se arma la llamada “Tormenta Perfecta” y por ello hay que insistir en crear conciencia en la sociedad norteamericana, ya que dicha situación está afectando de manera importante a la gente joven.
En tal sentido hay que decir que el alcohol es considerado una droga que tiene la ventaja de ser un producto aceptado socialmente y que cuando no se consume de manera adecuada termina por afectar de manera importante a la salud ya que produce los siguientes síntomas:
1- Problemas de comportamiento.
2- Estado de ánimo inestable.
3- Falta de juicio.
4- Dificultad para hablar.
5- Problemas de atención, memoria y falta de coordinación.
6- Lagunas mentales.
7- Coma etílico.
8- Muerte.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Entre los factores de riesgo más importantes están el consumo constante del alcohol en el tiempo, comenzar a consumir a edades tempranas, tener antecedentes de familiares con problemas de alcoholismo, depresión y otros problemas del salud mental, antecedentes de traumas emocionales y por supuesto los factores sociales y culturales.
En cuanto a los efectos directos del alcohol en nuestros órganos y metabolismo, tenemos que este produce enfermedad hepática, gastritis, hipertensión arterial, cardiopatías, hipoglicemia, disfunción sexual ,daño cerebral permanente, parálisis de los músculos oculares, defectos en el nacimiento y trastornos del pensamiento y pérdida de la memoria.
Ante tal situación y al igual que los demás problemas de salud, para poder combatir esta situación hay que recurrir a la prevención para lograr mejorar las estadísticas y por ello es necesario establecer un plan de trabajo que incluye dos aspectos que mencionamos a continuación:
A-Tratamiento médico:
En USA están aprobados por la FDA la utilización de fármacos conocidos como (Disulfiran, Naltrexona y Acamprosato): El “Disulfiran” bloquea el metabolismo del alcohol generando en el paciente manifestaciones como nauseas, vómitos y sudoración por lo que la estrategia es hacer que el paciente aborrezca tomar; la “Naltrexona” actúa disminuyendo la ansiedad por consumir alcohol y bloqueando los efectos de este y el “Acamprosato” trabaja a nivel del sistema nervioso central reduciendo el deseo de consumir alcohol.
B-Terapias:
En el campo de las terapias están las llamadas “Terapias Cognitivas-conductuales”, “Terapia de mejoría motivacional” y las “Consejerías matrimoniales y familiares”.
Sobre estos dos puntos es muy importante decir que en cuanto al tratamiento farmacológico este debe ser prescrito únicamente por un médico y con respecto a las terapias, las mismas deben ser conducidas por personal de salud especializado en la materia que son los Psiquiatras y Psicólogos haciendo la salvedad que en los Estados Unidos algunos estados legalmente permiten que los psicólogos con entrenamiento especial que esté respaldado académicamente pueden prescribir estos productos.
Finalmente para la atención de emergencias de pacientes alcohólicos se debe llamar al 911 y para obtener referencias gratuitas y confidenciales a centros de tratamiento de adicciones en tu estado, pueden comunicarse con AMHSA “Substance Abuse and Mental Health Services Administration” (Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias) al 1-800-622-HELP (4357)
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- Médico autor de la columna “Salud y calidad de vida” que se publica en Texas, Arizona, Connecticut, Pennsylvania, Florida, Delaware, New Jersey, New York y Carolina del Norte. Y dos podcast en la radio” La Tribuna” en NYC y “La Voz Radio 103.5 FM en Connecticut.”