Tribolio Figueroa nacido en el hermoso pueblo de Utuado en Puerto Rico, es ahora un experto diseñador de trajes de la próxima generación y su imaginación y manos más que prodigiosas le han abierto un vasto camino en el mundo de la moda.
Según sus admiradoras y biógrafos, este fenómeno del diseño comienza su carrera desde la temprana adolescencia cuando preparaba esbozos y cuidadosos croquis de vestidos que le regalaba a su madre Christina Vellón y a sus hermanas Tulia y Francesca. Para su cumpleaños de los dulces dieciséis, sus padres le regalaron la primera máquina de coser eléctrica y de esta manera Tribolio que es su nombre artístico porque en el certificado de nacimiento aparece como Reginaldo Clotilde Figueroa; trajo a la realidad sus bocetos creando sus primeros diseños de trajes para quinceañeras y candidatas a Reina de la Primavera de su pueblo.
A Tribolio no lo amedrentaban ni inhibían las pesadas bromas de sus compañeros de escuela quienes le colgaban motes tales como Cloti, Regina tijeras, o Tiquistiquis, y Tribo continuaba los llamados de su vocación continuando después de su graduación de la escuela superior, sus estudios especializados de diseño en la escuela de alta costura de Santurce “Madame Chuflai” en la cual su maestra Charlotte Le Chien, le cogió en gran estima legándole trabajos importantes tales como el diseño de trajes para las esposas de los gobernadores y otras damas de la alta sociedad de la Isla.
Ya en Nueva York su nombre artístico se mencionaba en revistas especializadas tales como La Difference Chez Moi junto al de otros famosos diseñadores boricuas tales como Carlos Alberto, Lisa Cappalli, Harry Robles, Sonia Rivera, Pipo Pere y Marcos Carrazana. Sus diseños caratulados como Monsieur Tribolio, los comenzaron a lucir damas aristócratas relacionadas con la alta política de Washington, aunque jamás logra convencer a Hillary para que variara sus estoicos trajes de noche que adquiría en Macy’s. ¡Qué horror!
Una tarde, dos semanas después de iniciado el obligatorio encerramiento debido a la crisis del corona y en la que Tribolio admiraba el atardecer desde el balcón de su departamento en la quinta avenida que le proveía de una vista excepcional del rio Hudson; su representante y manager Saul Lorente le llama a su número exclusivo informándole que alguien “sumamente” importante deseaba comunicarse pa’seguida con él. “No me digas que es la hija del magnate de las perlas que desea le diseñé el traje de bodas,” le respondió a Saul.“No, se trata de alguien mas y mas importante quien desea verte mañana mismo a las nueve de la mañana.Viajará en un helicóptero de la Casa Blanca y no te preocupes por las medidas de seguridad y la presencia de una decena de guardaespaldas,” le advirtió Saul Lorente.“No te adelanto el nombre, para que te sorprendas mas aun,” agrego su representante con una voz excitada.
A la sola mención de la Casa Blanca, Tribolio pensó enseguida en la Melania a quien le había diseñado el traje que esta usaría en el fastuoso baile de inauguración de su esposo, apodado el innombrable, y una capa de invierno que la convirtió en el foco de las miradas envidiosas de las damas francesas.
Es que el nombre de Tribolio y sus diseños invadía el mercado de lujo de Italia y Francia, pero olvídense de Inglaterra donde la última que se vestía con elegancia era la recordada Diana.
Aunque Tribolio tuvo que suspender su cotidiana sesión de masajes que llevaba a cabo su amigo Trabuco Lorenzini, escucha a las 8:50 en punto el berrido de un helicóptero oficial del gobierno y la llegada a su suite de cuatro mujeronas vestidas de negro y con gafas oscuras quienes sin pedir permiso, registraron con minuciosidad los siete cuartos de su morada. “Be careful with my colection of cristal,” les dijo sintiéndose invadido y en cierto modo violado en su intimidad. Repentinamente y rodeada de otros individuos de los que después se entero eran del servicio secreto que le observaban de un modo intranquilizante, llega con su figura despampanante, tacos altos y derramando el aroma del exclusivo perfume ruso “Trankilinki Mon Amour,” nada mas ni nada menos que, IVANKA la hija del innombrable.
Con un gesto la jeva juvia y blancuzca despidió a los agentes secretos permaneciendo con ella otra mujer vestida de negro y con pantalones de cuero cuya faz mostraba una cicatriz notoria y quien observaba a Tribolio sin quitarle los ojos de encima.“Me sentí muy nervioso y agitado,” confidenciaría esa tarde a Mamin su amigo de intimidades.
Sin que la invitara, Ivanka que exhibía un nuevo peinado que resaltaba más aun su gesto de soberbia, le dijo sin siquiera decirle “Good morning” que venia a proponerle un negocio. Sorprendido por las palabras de la diva a quien apodaban la Princesa del Ripio, Tribolio en circunstancias normales habría rechazado cualquier negocio con esta familia porque Melania todavía no le pagaba la cuenta de $65,000 dólares por el diseño y costura del traje exclusivo que había utilizado el día en que su esposo juraba respetar la sagrada Constitución de los Estados Unidos.
“Soy todo oídos,” respondió Tribolio molesto por la mirada inquisidora de la agente de quien se enteraría después llamaban la tenebrosa Sarina, por su habilidad en la utilización del gas Sarín. También le ofendió la actitud soberbia, arrogante y altanera de la Ivanka o Ivana quien le hizo entrega de una manera brusca un diseño básico de…Tribolio no podía creerlo.
Con trazos de aprendiz, frente a la mirada experta del diseñador, aparecieron unas veinte imágenes no de vestidos de noche o trajes de artistas famosas, sino que de MASCARAS de seguridad de diversos tipos y tamaños. Sorprendido, pues no entendía las intenciones de la pesada y fastidiosa mujer, Tribo le devolvió los croquis y se quedó mirándola, exudando sorpresa e incredulidad.
“Quiero Tribolio que me diseñes máscaras de seguridad innovativas que además de proveer un límite a las esporas flotantes de la corona, superen la vulgar estética de las ya existentes. No tienes que preocuparte del diseño y seguridad que me envió una amiga de la NASA, sino que de la apariencia externa de las mismas que los invitados a las grandiosas fiestas de mi padre puedan lucir sin inhibiciones ni complejos.Estas máscaras de seguridad diseñadas para los astronautas permitirán que mi padre y sus invitados puedan darse el palo con seguridad y el contenido químico de las mismas analiza los líquidos que se vayan a ingerir evitando los atentados con veneno,” dijo la blancuchenta sin que mostrara sentimientos en su inexpresivo, impávido y hierático rostro.
“Joder,” pensó Tribolio, sintiendo que le tomaban el pelo o era victima de una broma desagradable.
“Pero…” trato de responder, pero la Ivanka lo interrumpió de una manera mordaz y virulenta diciéndole con un tono imperativo y avasallador. “No necesito tu opinión, sino que deseo que en 48 horas y dieciséis minutos me prepares diseños exteriores de mascaras con flores, amaneceres, crepúsculos, imágenes de la vía láctea, pececillos, árboles y lo que se te ocurra.Necesito treinta diseños para que yo, después que los apruebe, te los devuelva y los adhieras a ellas.”
Tribolio se sintió profundamente ofendido por el trabajito que le encargaba la hija del innombrable y también recordó que una negativa de su parte le podría acarrear funestas consecuencias ya que a la familia le agradaba la vendetta con sadismo.
La tiránica mujer a quien Steven Banner, el Nazi, apodaba “no evento,” se puso de pie y le descarga a rompe y raja un último mandato.
“Necesito que en 48 horas me des una idea del costo de este trabajo artístico y también me diseñes tres trajes de noche con incrustaciones de perlas y diamantes, con una rasgadura en el costado derecho a través de la cual pueda exhibir mi muslo ya que a mi padre le agradan estos estilos.La Melania también te necesita, pero tu arréglatelas con ella y asegúrate que mi traje sea más esplendoroso, refulgente y fastuoso para impresionar a embajadores e invitados. Estoy postulando a un préstamo para pequeños negocios y con ellos pienso lanzar la moda de máscaras artísticas y lujosas a nivel mundial ya que no se sabe por cuánto tiempo no se podrá mostrar la faz.”
Aun sorprendido y empantalonado por esta invasión a su privacidad e insulto como diseñador de alta costura, Tribolio solamente se atrevió a decirle que le recordara también a la Melania el envío del cheque por los trajes que le había confeccionado a lo cual la Princesa del Ripio respondió de un modo cortante y ante la mirada amenazante de la agente secreta, “eso es cuestión entre ustedes así es que comunícate directamente y no me jodas con sus negocios.”
Tribolio se levantó con la tarasca semi abierta, la mascara de seguridad hecha por la Nasa en sus temblorosas manos y pensando que esto era una pesadilla.Quiso en ese momento estar en Utuado, mirando el paisaje y bebiéndose una fría en compañía de su amigo Maman.
“Esto es lo que hay pensó y regreso a su sueño interrumpido por la Princesa del Ripio.