Comenzaron a reunirse importantes paneles de discusión de la Comisión 119K acerca de un tema vital para las próximas décadas cual es como atraer nuevamente a jóvenes que por distintas razones componen una población sin un futuro claro es esta sociedad altamente tecnológica que ofrece oportunidades pero que exige complejos adiestramientos.
El discurso de apertura de este encuentro lo llevó a cabo en el Municipio de Hartford el alcalde de la ciudad capital, Arunan Arulampalam, quien dio la bienvenida a los integrantes de los paneles y dijo porque creía que Hartford era un buen lugar para iniciar estos encuentros con panelistas con experiencia en el campo educacional.
“Hartford es realmente el mejor lugar para llevar a cabo estas discusiones. La segunda escuela superior más antigua de los Estados Unidos fue la Escuela Superior de Hartford y en Hartford nació Henry Barnard, el primer secretario de educación de los Estados Unidos,” dijo, agregando entonces que “esta ciudad es un ejemplo de lo que no se está logrando y de sueños no realizados.”
El alcalde es realmente un recién llegado a la historia de la ciudad y desconoce el nombre de personalidades como María Sánchez una humilde mujer que puso en marcha un exitoso programa de educación bilingüe con maestros contratados desde la Isla y quienes inspiraron a miles de niños y jóvenes que ingresaron a la universidad y se transformaron en abogados, jueces, médicos, maestros y técnicos. Estamos hablando de las décadas de los 70’, 80’ y 90 cuando la comunidad latina se organizó y luchó denodadamente por mejores oportunidades educacionales para los estudiantes latinos. En ese tiempo se cumplían los sueños, pero los tiempos cambian, aumenta la pobreza y se inicia el proceso de desconexión de miles de jóvenes de la educación.
No le han contado al alcalde Arulampalam que las escuelas de la ciudad capital estaban divididas de acuerdo a la presencia de razas y existieron escuelas afroamericanas, latinas y anglos lo cual hizo crisis en un ambiente altamente politizado donde los distintos sectores étnicos luchaban por mejores escuelas con más recursos exentas de toxinas, asbestos y en el muchas veces no se respetaba la labor de los educadores y los padres preferían los establecimientos escolares en sus propios vecindarios.
En uno de los paneles estuvo presente Andrew Fergunson del Departamento de Educación quien dijo que en la actualidad se calcula hay unos 10,000 estudiantes desvinculados de la educación a los que se debe atraer nuevamente a las aulas escolares, pero que, debido al terrible periodo de la Pandemia Covid-19 cuando las escuelas cerraron sus puertas y las clases no fueron presenciales sino que través del Internet, se calcula que existe una cantidad que fluctúa entre 60,000 y 70,000 jóvenes adultos entre las edades de 14 a 26 quienes están actualmente afectados por el fenómeno de la desconexión.
En ese periodo funesto, las formas de educación no fueron presenciales, se cerraron las bibliotecas y establecieron enseñanzas a través de videos y zum. Muchos jóvenes perdieron la oportunidad de dialogar con sus maestros en un salón de clases para que les aclararan dudas y lo que es también importante, no pudieron participar en programas después de horas escolares, actividades deportes y relaciones positivas con otros estudiantes.
Ya en el tema de soluciones exitosas, otro panel presidido por John Maduko PhD, recién nombrado presidente del sistema de Colegios Comunitarios del Estado de Connecticut compartió el panel con Melane Thomas, directora de Consejería en una escuela de educación superior de la ciudad de Meriden.
Existen programas en ciertos distritos escolares lo cuales han estado vinculándose con unos 500 estudiantes para ofrecerle lo que se denomina, “Una segunda Oportunidad,” especializadas un una población de jóvenes encarcelados quienes han recibido donaciones del gobierno federal para proseguir estudios secundarios y conseguir el diploma.
“Contamos con 15 escuelas alternativas sirviendo las necesidades de estos jóvenes y jovencitas que por distintas razones no han logrado completar sus estudios,” dijo Maduko.
“Nuestra meta es aumentar el reclutamiento de estos jóvenes agregando al personal, maestros, consejeros y trabajadores sociales afroamericanos y latinos y aumentando los recursos para programas de salud mental con una cantidad suficiente de trabajadores sociales,” agregó.
La señora Melone Thomas dijo que es imposible esperar resultados exitosos con un trabajador social para los 1,400 estudiantes de una escuela.
Ornan Mojica dijo que, en su experiencia como trabajador social bilingüe en el sistema escolar de Hartford, su primera asignación fue en una escuela con 1,100 estudiantes y en la segunda, se le asignaron 600.
En un segundo panel estuvieron presentes Edgard Figueroa, director de la Escuela superior Alternativa Synergy de East Hartford cuya meta es ayudar a sus estudiantes a enrolarse y culminar la educación secundaria.
La agenda de esta primera conferencia para rescatar a estudiantes que han abandonado los sistemas educacionales resulta estimulante fundada en la idea es que estas experiencias sean en el futuro próximo modelos para revincular a miles de jóvenes que no tienen muchas esperanzas con respecto al futuro.
La próxima reunión se llevará a cabo 27 de agosto a las 5:30 y tendrá lugar en el municipio de la ciudad de New London.
Para muchos de los asistentes a la conferencia en Hartford, sería importante llevar a cabo estas oportunidades de intercambio de ideas y ejemplos de educación vinculadora durante el año escolar en la cual participaron estudiantes de los programas alternativo. Del mismo modo es importante transmitir estas experiencias a través de los canales de televisión de la comunidad.