En la actualidad es usual y bastante frecuente, escuchar hablar y discernir sobre la sociedad de la información y el conocimiento, tema apasionante que ha logrado despertar en todas las sociedades, pensamientos, interrogantes e ingenios, jamás imaginados. Información solía ser sinónimo de poder, pero no representa poder que solo una persona o un grupo minoritario tenga acceso a la información. Información significa proporcionar aportes que logren contribuir en el desarrollo y mejor funcionamiento de nuestras comunidades. Suministrar información al ciudadano en el momento exacto y oportuno marca sin duda alguna la diferencia, ya que permite dar pasos firmes hacia la sabia y correcta toma de decisiones.
Informar para llegar al conocimiento, es lo que actualmente debe mover a todo el mundo, un país se trasforma y desarrolla constantemente a través de la difusión clara, precisa y oportuna de la información y se vuelve cada vez más competitivo, cuando es capaz de internalizar y exteriorizar un conocimiento real. Compartir la información y el conocimiento es el principal activo para orientar y garantizar la consecución de objetivos y metas trazadas.
La Información forma parte de nuestra vida cotidiana, a través de esta es posible llevar a cabo procesos y trámites administrativos indispensables para el excelente funcionamiento y organización, de las diversas actividades llevadas a cabo en todos los ámbitos de nuestra vida. Compartir y difundir conocimiento permite y da continuidad al desarrollo prospero de las naciones, divulgar el conocimiento hace posible la evolución e integración de los ciudadanos y sus países.
La sociedad de la información y el conocimiento, es un tema realmente apasionante, logra despertar y transformar el comportamiento individualista del ser humano, a un ser totalmente social, comprometido y entregado en la persecución de un mismo fin, crear y compartir información y conocimiento que logre respaldar firmemente el desarrollo y competitividad de los pueblos.
Transferir la información y el conocimiento ha conseguido, tocar ciertamente la fibra de humanismo y sensibilidad necesarios para hacer de nuestras naciones, forjadoras y constructoras del más grande y valioso de los patrimonios, el reconocimiento y trascendencia de la sabiduría, que es sin duda alguna, la ruta que marcara el desarrollo y futuro de todas y cada una de las naciones del mundo.