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Tía Julia, y aunque algunos digan que halagar a una persona por sus méritos es lamer el ojo o como decía una amiga boliviana, chupar medias (ajjjjjj), mientras que los gringos usan otra frase sucia que comienza con la palabra lamer; deseo desearle que lo pase bien para el Dia de Brujas, también conocido como el Halloween, celebración que yo por mis ideas considero algo más diabólico que ver al señor presidente en un debate. No sé si usted ha visto como se contorsiona y el rostro emite señales del maligno. También, aunque anticipadamente, le deseo un Dia de Acción de Gracias.
Con mi esposo llevamos casados hace una década y media y de conocernos nos conocemos bastante y a veces pienso que demasiado. Tristán es un hombre bueno al que a veces cogen de bobo porque le cuestan una historia y presta dinero que jamás le devuelven. Lo que más me preocupa y astilla mi corazón, es un nerviosismo que su mai, mi querida suegra, dice que le viene desde chiquito e incluso se alteraba leyendo La Vida y Obras de Popeye el Marino.
Como he leído algo acerca de estos casos, a este tipo de personas les sudan las manoplas y les dan tiritones. Menos mal tía que al casarnos, el acto de intimar lo tranquilizaba mucho demasiado, pero a mí me cansaba. Tal como le sucedía a una de sus lectoras que tenía también el problema, la pobre y yo caminamos como vaquero es decir con las piernas arqueadas y aunque de gustarnos el ejercicio nos gusta, siempre nos afecta un dolor de las coyunturas de las caderas y de otras áreas estratégicas de la pelvis.
A Tristán, como a muchos latinos, no les agrada el presidente, pero ya su antipatía en contra de este caballero sobrepasa los límites de lo saludable. Es que este tipo es tan mentiroso que ya hay gente que duda que se llame Donald John Trump y que su hijo Donald Jr. sea su hijo porque el muchacho pareciera tener ancestros en Tehuantepec, México.
Cada vez que Tristán le ve la careta al “jubio” como le dice, y a quien según Tristán lo peinan con el pegamento “Guerrilla;” se pone a temblar, suda como el lechón que murió de repente, como dice la canción y soy yo la que paga las consecuencias porque Tristán se pone tan caliente que podría planchar la camisa con la mano o como el tipo ese que era tan ardiente como un fierro de pincho.
Acercándose el martes tres de noviembre, día de la elección, Tristán está más agitado y le suena el pecho por el asma, suda como pollo de rotisería y allí me fastidio yo. Lo que me está molestando más y más es que termino mojada por todos lados y debo cambiar las sabanitas. Todo un afán. Conversando con mi hermana que es dada a las botánicas, me dice que no me queje porque a otros tipos se les olvida ya el yacer y no se les para ni el pelo, perdonando la expresión.
Karina me recomendó que lo llevara al vecino pueblo de New Britain para que le hagan un despojo y le modulen la libido o como dicen en el Congo, la Katramula. En la terapia botánica del hermano Queco, el cliente tiene que quedarse calato y una sacerdotisa vestida con una tela transparente le da golpecitos en el coso con una ramita de olivo, cantando la melodía Kurembe Cachua acompañada por ritmo de congas y bongos gritándole; recógete, Belcebú, ¡encógete!
Tristán se ha negado a sacarse la ropa y una amiga que es enfermera dice que el sudor y ardor sexual de mi esposo cuando está nervioso tiene que ver con las glándulas endocrinas lo cual me asusta mucho demasiado porque este asunto con la edad ha ido empeorando y mis hijas mayores se están dando cuenta por la forma como yo camino.
Tía, deseo que me ayude pues a este hombre le puede dar un infarto cardiaco y lo de la sudadera me tiene cansada e incluso y lo reconozco, hasta me repugna lo cual me da mucha pena decirlo.
Deseo que triunfe su candidato para el día de las elecciones, que los rusos no le jaqueen el internet con mensajes diciendo que los demócratas son diabólicos y que Nancy Pelosi esta endemonia.
Gracias,
Ingrid
Respuesta
Querida Ingrid. Esto de la ansiedad se ha considerado un problema de salud mental denominado Desorden de Ansiedad Generalizada o GAD y se trata con medicamentos que permiten que el paciente se tranquilice y allí los terapistas puedan meter la cuchara dialogando con el nervioso o nerviosa que es el apelativo vergonzante que se usa en nuestras comunidades.
“Ah, esa tipa es más nerviosa que langosta arrestada,” o “ese tipo es más nervioso que lechón en navidades,” dice la gente, lo cual es injusto
Los sabidos en estas materias describen algunos síntomas de un desorden de ansiedad y cito; palpitaciones del motorcito, ritmo cardiaco acelerado, sudor, temblequera, dificultad para respirar, dolor en el pechito, náuseas, sensación de mareo sin que se haya dado un palo, deseos urgentes de orinar, colitis, y escalofríos en la esparda, entre otros síntomas.
Con esto de la Pandemia, había mucha gente que hasta el 24 de diciembre del 2019 habían neutralizado los problemas de la ansiedad involucrándose en actividades sociales, yendo a sus congregaciones religiosas, celebraciones cívicas y días feriados; pero ahora con el confinamiento, el cierre de restaurantes, bares, bibliotecas, centros recreativos y actividades artísticas; nos hemos encontrado con la familia lo cual es positivo, pero en algunos casos los ansiosos se tornan abusadores, gritan, usan malas palabras, asustan a los niñitos y niñitas. Agrega a esto la llegada del invierno, los que son días más cortos que muleta de cocodrilo, la oscuridad, los problemas del pago de la renta, los niñitos y niñitas estudiando en la casa y otras realidades que los consejeros llaman estresores.
La matreterapia, o en palabras escogidas, el arte de yacer; ha sido y es uno de los medios para que la ansiedad, tensión y frustración disminuyan. A diferencia de las féminas, el hombre no llora como nosotras que nos juntamos con las primas, hermanas, mai o cuñaditas para llorar viendo los programas de la doctora Polo. El llorar es una válvula de escape normal y efectiva, absolutamente recomendable para aflojar el nerviosismo y la tensión.
En tu caso, tu esposo ha sido capaz de identificar pa’rapido las fuentes de su ansiedad, entre ellas escuchar la sarta de mentiras del presidente, las contorsiones de endemoniado de su rostro colorado por el coraje, la posibilidad de que diga que las elecciones sean fraudulentas y lo peor, cuatro años más en el gobierno; ¡Oh, Dios!
Lo del matremonio excesivo me parece que se acerca a un problema de adicción no diferente al de darse el palo de un modo repetitivo y extremo por lo cual debe ser tratado por terapistas y quizás es bueno recordar que hay agencias en la comunidad que tienen siquiatras y consejeros para ayudarle y menciono el Centro Médico de Chárter Oak, el Instituto de la Familia Hispana, el Village, y otras instituciones donde le van a tratar bien, le darán ayuda científica que cubre los seguros, y de este modo te vas a descansar del traqueteo y del sudol.
Hay gente que encuentra apoyo en las Botánicas con sus ritos cristianos/africanos, aunque nunca había escuchado del tipo de despojos que mencionas. Por ahora y mientras le llegue la cita para ver a los terapistas, dile a tu medio naranjo que no mire las noticias en los días previos a la elección, observe películas mexicanas de la década de los 40 y 60, y ni se atreva a exponerse a las noticias mexicanas y los programas con titulares tales como “Le hicieron una autopsia estando vivo,” “Se comía a las novias durante el acto,” o “Se lo corto porque la engañaba,” Oh, ¡God!
Se me cuidan de la nieve, buena suerte en el día de las elecciones y calma porque el mundo no se va a acabar…todavía.
Tía Julia
Comentarios a los Consejos de la Tía Julia. Con mi noviecita Chanika de la High (Black Lives Matter), nos cuidamos mucho, usamos mascarillas reforzadas con cartón y practicamos el abrazo de espalda porque ahora el cara a cara no es romántico. No iremos al tricky tricky ni tampoco a fiestas con Covis-19. Muchas gracias. Beto de Bridgeport, la ciudad de los magos.