Por Janée Woods Weber*
Esta semana, El Fondo Legal y Educativo de las Mujeres de Connecticut celebra 50 años desde nuestra fundación. Mientras nos comprometemos a revitalizar el trabajo sin dejar nuestras raíces en las intenciones originales de servir a mujeres y niñas en Connecticut, sabemos que el cambio requiere diversos aliados que estén dispuestos a arremangarse y tomar el manto de la justicia junto a nosotros. Pero últimamente, en nuestro trabajo, las mujeres deben dirigir.
Estamos cambiando nuestro nombre de “El Fondo Legal y Educativo de las Mujeres de Connecticut” a “Ella Dirige la Justicia” porque, en nuestro centro, estamos comprometidos a garantizar que las mujeres y todas las personas perjudicadas por el patriarcado puedan asumir su poder. “Ella Dirige la Justicia” no es sólo un cambio de nombre, es un grito de guerra para poner a los más afectados por los sistemas opresivos al frente de nuestro trabajo.
Después de 50 años al servicio de las mujeres y familias, no se nos escapa que aún queda mucho por hacer. Uno de esos obstáculos ha sido y sigue siendo la lucha contra el patriarcado y las insidiosas formas en que se interrelaciona con la raza, la etnia, la identidad de género, la capacidad y la sexualidad.
En todo el país, hemos visto a hombres -la mayoría blancos- imponer políticas que perjudican a los niños, las familias y, sobre todo, a las mujeres. Estas políticas han eliminado las protecciones para la atención que afirman el género, han limitado aún más el acceso a anticonceptivos y al aborto, y han prohibido libros que ilustran la historia real de nuestro país.
Si no se controla, el patriarcado sigue socavando el potencial de nuestra nación para ser verdaderamente grande y garantiza que sólo aquellos que encajan dentro de la estricta caja de la masculinidad cis, heterosexual, blanca y sin discapacidad tengan acceso completo a las herramientas para tener éxito. El problema que muchas veces se ignora es que el patriarcado también perjudica a los hombres y a las personas que se identifican como hombres de formas sutiles pero dañinas.
Los jóvenes de nuestro estado y de todo el país reciben una imagen de masculinidad incompleta y lamentablemente deficiente. Con las imágenes de nuestros líderes masculinos insultando a las comunidades trans, haciendo política de una manera que amenaza la seguridad de las mujeres jóvenes y las mujeres de color, y operando con poco o ningún sentido de cuidado o empatía por las vidas de personas diferentes a ellos, los hombres jóvenes y los niños corren el riesgo de crecer emulando y perpetuando un comportamiento similar. La consecuencia será una generación de hombres que voten y apliquen políticas que perjudiquen a sus madres, esposas, hijas y amigas, y hasta a ellos mismos.
Nuestra labor de invitar a los aliados masculinos a sentarse a la mesa es un reconocimiento de ese riesgo. Pero las mujeres, y especialmente las mujeres de color, deben liderar la lucha por la justicia. Durante demasiado tiempo se nos ha sometido a los rincones de nuestras esferas políticas y nos han tratado como cosas que deben ser vistas pero no escuchadas.
Los días de silenciar a las mujeres deben llegar a su fin.
Nuestro trabajo en favor de las mujeres y niñas de todo el estado -y, a través de ese trabajo, de todos- aún no ha terminado. Nuestro compromiso de ser una organización que invita a todos los que creen que es posible lograr un mundo mejor -y quieren luchar por ello- conlleva una gran responsabilidad. Nos embarcamos en estos nuevos esfuerzos y reforzamos los que ya realizamos, por lo que nos comprometemos a actuar con responsabilidad ante nuestros socios y ante todas las personas del estado que sean afectadas por nuestro trabajo.
Así es como ganaremos: siendo auténticos con nuestra causa, responsables ante nuestra gente y siendo lo suficientemente accesibles para que los nuevos aliados y activistas se sientan con fuerzas para unirse a nuestras filas. Si aún no has sido invitado a unirte al movimiento, esta es tu invitación personal, de mí para ti. Espero que te pongas en contacto con Jen, nuestra Directora de Organización Comunitaria, a jperezcaraballo@cwealf.org. Ganaremos más rápido contigo a nuestro lado.
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* Janée Woods Weber Directora Ejecutiva, Ella Dirige la Justicia (Anteriormente CWEALF)