En el idioma inglés cuando un caso de asesinato no se ha resuelto se le denomina “caso frio” y ropas, huellas e informaciones varias se almacenan hasta que algún día el crimen pueda ser resuelto con la nueva tecnología digital y el auxilio del DNA, en español ADN, cuyas iniciales se refieren al acido desoxirribonucleico que contiene instrucciones genéticas contenidas en seres vivos.
Autoridades policía de East Haven informaron que gracias a esta valiosa información se logró resolver un caso que permaneció 47 años sin solución de una víctima de 16 años quien había escapado desde una escuela en Monticello, Nueva York en el 1972, y de la cual no se había tenido noticias.
Pero el 16 de agosto de 1975 las autoridades encontraron un cuerpo ya descompuesto envuelto en telas y plástico, en un hoyo de drenaje situado en la calle Frontage Road en East Haven que fue caratulado como el de “Jane Doe,” apelativo clave para casos de identidad desconocida. El cuerpo fue sepultado, pero se almacenaron muestras de ropa y de órganos para futuras investigaciones.
“Por fin podemos dar un nombre a esta víctima. Ella era ‘Trisha’ Patricia Newsom a quien tratábamos de identificar por cinco décadas,” dijo el capitán Joseph Murgo de East Haven.
La familia de la víctima de asesinato había mencionado antes de desaparecer a sus compañeras de escuela su intención de viajar “a dedo” al estado de Main sin proveer más informaciones.
Los restos encontrados de la zanja habían sido sepultados como “Jane Doe” y se exhumaron para la investigación vía ADN lo que permitió conocer el nombre de la víctima quien había nacido en Idaho el 20 de junio de 1957 antes de que su familia se estableciera en la costa Este.
Su hermana y las autoridades están solicitando la colaboración de ex estudiantes de la escuela localizada cerca de Monticello en Nueva York o de personas que le conocieron hace 47 años que permitan establecer más pormenores acerca del asesinato y de la desaparición de la víctima.
Resuelven el asesinato de una madre de 21 años
El hecho aconteció una noche de verano del 21 de junio, 2005.
Los vecinos del sector del 131 de la calle Martin estaban conversando en las afueras de un edificio cuando repentinamente alrededor de las 11:20 de la noche un grupo de individuos abrieron fuego en contra del grupo hiriendo en la cabeza a la joven Dante Davis de 21 años quien después de comprar leche para su baby, estaba en el en el grupo de vecinos con su novio y amistades.
El hecho de sangre provocó una reacción de rabia de parte de los vecinos que ya habían experimentado otro baleo similar y quienes desesperados solicitaban una respuesta de la justicia y la policía para estos irresponsables atentados que costaba la vida a inocentes.
La víctima fue transportada de urgencia a un hospital donde falleció debido a varias heridas de balas, especialmente una en la cabeza.
Después de 17 años sin que se pudiese identificar al o los culpables y gracias a varios informes de testigos además del análisis de información de celulares, la policía de Hartford logró identificar a Brandon Jones, ahora de 35 años y a otros tres sujetos en conexión con el alevoso crimen.
Este sujeto fue acusado del asesinato en marzo del año pasado y un jurado lo acusó del crimen el 22 de diciembre de 2022.
Finalmente, y para satisfacción de familiares y vecinos de la víctima traumados por este ominoso hecho de sangre que costó la vida a una madre inocente, el juez Carl J. Schuman de la Corte Superior de Hartford condenó a Brandon Jones con residencia en Bristol a 45 años en prisión.
La resolución de este lamentable hecho fue posible gracias a la acción de la unidad especializada de crímenes no resueltos de la Oficina del Fiscal Estatal en Hartford y agentes del departamento de la policía de la ciudad capital.
Rafael Martínez de New Britain culpable de distribuir fentanilo
Este individuo del cual las autoridades federales informaron que era un distribuidor a gran escala de la peligrosa droga fentanilo, recibió una sentencia de nueve años en prisión debido a las acusaciones de cargar armas y distribuir drogas.
Martínez usaba un departamento en la calle Sargent en Hartford para almacenar, procesar fentanilo y prepararlo para su distribución. Las entregas de la peligrosa droga sintética la hacía también desde su residencia habitual localizada en la calle Hayes en New Britain.
En el allanamiento que se efectuó en el hogar del traficante el 3 de agosto de 2022, los expertos de la policía encontraron 3,000 bolsitos de fentanilo preparados para la venta, cantidades sin envolver de la misma droga, cocaína crack, parafernalia para el uso de narcóticos, dos pistolas y municiones, además de la suma de $28,777 en dinero efectivo.
Cuando los agentes de la ley llevaban a cabo el allanamiento, se vio a Martínez arrojando un polvo de color blanco por una ventana para deshacerse del cuerpo del delito.
Acusada de abuso severo sobre un niño
Bridget Puntiel de 27 años está enfrentando acusaciones de felonía en un caso de abuso de un niño que fue capturado en video.
El castigo propinado a la víctima fue grabado en un video el pasado 6 de agosto de 2022 y consistió en una serie de puñetazos en la cabeza de la víctima. La policía de New Britain comenzó a investigar el caso después de una denuncia que hizo el Departamento de Niños y Familias en septiembre del año pasado.
El asalto ocurrió en la sala de una residencia en New Britain que tenía cámaras de vigilancia y en ella aparece Puntiel sentada con la víctima en un sofá y gritándole. En un momento dado y de acuerdo al video la situación se tornó violenta cuando la mujer comenzó a darle fuerte puñetazos en la cara a la víctima que trataba de esquivar el duro castigo.
“Fue una secuencia de ganchos a la cara del juvenil y golpes directos que también fueron dirigidos a la parte posterior del cráneo,” manifestó un investigador quien agregó que lograban escuchar el sonido de los impactos de los golpes. En varias ocasiones la abusadora quitaba el brazo con el que se protegía la cara la victima para continuar el castigo en el rostro.
Puntiel ya tenía un historial de abusos reportados en julio de 2016 con acusaciones de poner en peligro la seguridad física de un menor y crueldad intencional en contra de personas. Se había declarado culpable y recibió una sentencia de 18 meses en prisión, además de tres años de libertad bajo palabra. La agresora está en libertad bajo una fianza de $50,000 y deberá comparecer en la Corte Superior de New Britain el próximo 19 de mayo. Por razones legales la identidad y edad de la victima se mantienen en un nivel confidencial y privado.