La enfermedad del VIH mejor conocida bajo el nombre de SIDA, es un mal que nos afecta y nos compete a todos, ya que este flagelo no cayó del cielo es responsabilidad única y exclusiva todos los seres humanos que habitamos en este planeta. Ceder al placer sin pensar en las consecuencias nos puede cambiar en cuestión de minutos toda la vida.
Parece poco creíble, pero es muy cierto, que existen personas sin escrúpulos, capaces de hacer daño a otros seres humanos, que, debido a su inocencia, e ignorancia, ceden a entregar su cuerpo, ya sea por amor, admiración, o compañía. El flagelo del VIH es una enfermedad que arrastra al ser humano al peor de los abismos, ya que comienza por generar sentimientos de culpa pensando constantemente que lo pudo haber evitado, de no ser por su actitud tonta y compulsiva. Si a estos sentimos sumamos el desprecio, repugnancia y miedo, que expresan algunas personas hacia estos seres humanos, en nada lograremos ayudarlos a salir del abismo.
Tenemos que tratar de comprender que muchos de los seres humanos que sufren esta enfermedad fueron víctimas de personas crueles y resentidas con la vida, es muy duro ver a nuestros seres queridos luchar con esta enfermedad y con el desprecio de la sociedad. No juzgues a estas personas, y no pecaras de ser cruel e incapaz de sentir piedad por el prójimo, y nunca olvidemos que tenemos familiares y amigos que podrían llagar hacer víctimas de esta enfermedad.
Habla claro sobre el tema del sexo con tus hijos adolescentes, comparte información relacionada con este flagelo a todas las personas que ya sea por inocencia, ignorancia o incredibilidad, asuman este mal como algo que nunca los tocara a ellos.
Nunca pero nunca demuestres repugnancia por estos seres humanos su vida, ya es bastante difícil no se la hagamos peor. Si no somos capaces de enfrentar y ayudar a personas en esta situación, alejemos de ellas y no las juzguemos, y como dice un adagio muy popular vivamos y dejemos vivir.
El flagelo del VIH, es uno de los errores que como seres humanos imperfectos y pecadores hemos permitido extender en todo el mundo, no pensemos entonces que los culpables son solo los contagiados, la globalización y el modernismo muchas veces nos han llevado a extralimitar y dejar de lado los valores y ejemplos de vida que se adquieren a través de la fe divina y un hogar en todo el sentido de la palabra. Por todo esto ten siempre presente, que nadie elige vivir enfermo. Pero si pude elegir y enfrentar con responsabilidad como dirigir su vida.