En el dinámico mundo de la economía, hay un indicador que se mantiene firme y proporciona información sobre la salud económica general de un país, el denominado Producto Interior Bruto (PIB). Con una economía mundial experimentado cambios y retos significativos, es importante evaluar cómo le ha ido a la mayor economía del mundo en los primeros seis meses del presente año; una vez conocido el dato de este indicador en el segundo trimestre, publicado por la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés), Agencia del Departamento de Comercio de Estados Unidos que provee estadísticas económicas.
El PIB como indicador, refleja el valor total de los bienes y servicios producidos en el país. Éste no sólo repercute en las empresas e industrias, sino que también tiene un impacto directo en la vida de las personas, influyendo en las oportunidades de empleo, los salarios y el nivel de vida en general. En este artículo profundizaremos en los factores que han configurado el PIB en este medio año, explorando los principales motores del crecimiento, los posibles retos y el impacto en los diversos sectores económicos. Nos proponemos aportar información valiosa en nuestro análisis. Únase a nosotros mientras exploramos y desentrañamos los pormenores del PIB estadounidense en lo que va del 2023.
En el primer trimestre la economía estadounidense, creció a un ritmo del 2 % anualizado, encadenando tres trimestres al alza; logrando crecer con más fuerza de las estimaciones dadas. La tasa trimestral fue del 0,5 % según los datos revisados. En ambos casos, creció por encima de los pronósticos; en lo que respecta a la anualizada se habían hechos dos previsiones anteriores del 1, 1% y 1, 3 % respectivamente; y la estimación trimestral era tan sólo del 0, 3 %. La cifra de crecimiento en mención, supuso una ralentización frente al cuarto trimestre de 2022, cuando la economía estadounidense registró una expansión del 2,6 %. Dicho freno se ha “acusado” a la subida de tipos realizada por la Reserva Federal (FED).
Los motores de crecimiento en el primer trimestre, fue: la fortaleza del consumo, exportaciones, el gasto público en los diferentes niveles de gobierno (federal, estatal y local) y la inversión fija no residencial. Los factores que sufrieron caída, son: la inversión en inventarios privados y la fija residencial, el alza de las importaciones (que detrae del cálculo del PIB).
En el segundo trimestre, su PIB de Estados Unidos ha crecido un 0,6 %; una décima por encima del primer trimestre. La variación interanual es del 2,4 %; cuatro décimas arriba con respecto a la del primer trimestre, escalada 2 %, como lo hemos mencionado líneas arriba. Su crecimiento ha sido sustancial, sobrepasando la estimación que daban los expertos; quienes esperaban un crecimiento de 1,8 %.
El incremento del PIB se ha visto sustentado, por la solidez del mercado laboral, los aumentos en el gasto del consumidor tanto en bienes y servicios, la inversión fija no residencial, el gasto de las autoridades estatales y locales, la inversión en inventarios privados y el gasto del gobierno federal que fueron parcialmente compensados por disminuciones en las exportaciones, importaciones y la inversión fija residencial.
Si realizamos una leve comparación con los motores gestores del crecimiento del primer trimestre; tenemos que la aceleración del PIB reflejó principalmente un repunte de la inversión privada en inventarios y una aceleración de la inversión fija no residencial, que se vieron compensadas en parte por una caída en las exportaciones y desaceleraciones en el gasto del consumidor, el gasto del gobierno federal y el gasto de autoridades estatales y locales.
Algunas consideraciones finales son posibles apuntar, teniendo como “protagonista” al PIB en la economía de Estados Unidos.
• La economía americana da evidencia de su capacidad prodigiosa de resistencia, pese a la política monetaria restrictiva de la FED con sus aumentos en los tipos, llevando a una horquilla de 5,25 % – 5,5 %. Y ante todos los pronósticos de recesión que se nos ha ido anunciando desde los últimos meses del año 2022.
• El crecimiento económico se muestra renuente a desacelerar; afianzado por sectores que han sido fundamentales coadyuvando a capear en un contexto incierto y complicado a escala mundial.
• Aunque para algunos economistas, aún hay la posibilidad de una recesión; con estos datos positivos otros creen que el escenario para un aterrizaje suave de la economía de USA estimado por la FED, es posible.
• La inflación por sobre el rango meta y la política monetaria restrictiva de la FED; han sido dos retos serios para el crecimiento de la economía estadounidense, que ésta ha logrado surfear exitosamente y ha llamado la atención de los ojos del mundo entero por su fortaleza, capacidad y dinamismo.
• Por hoy, Estados Unidos sigue siendo la economía número uno del mundo en cuanto a PIB se refiere y el quinto en lo que respecta a PIB per cápita, otorgándole un adecuado nivel de vida a sus habitantes.