La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos decidió en su reunión más reciente, celebrada el 18 de junio; mantener el rango de la tasa de interés en 4,25 % – 4,50 %, cuya horquilla ha permanecido sin alteraciones desde el mes de diciembre del año pasado. Esta es una postura que, pese a los intereses del presidente Donald Trump por una apuesta expansiva, ha sido conservada por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). En el presente nos dedicamos a abordar algunos aspectos de interés sobre tal decisión, como por ejemplo; las razones que impulsaron a dicho organismo responsable de la política monetaria del país del “Tío Sam” a mantener sin cambios los tipos; los efectos de dicha decisión y qué podemos esperar en el futuro.
La economía de USA en lo que va del año se mantiene sólida, aunque el ciclo se ralentiza; porque en el primer trimestre de 2025 el Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo -0,5% con respecto al cuarto trimestre de 2024 (Bankinter). Las principales razones para mantener los tipos como se ha mencionado líneas arriba; es la enorme inestabilidad e incertidumbre que ha generado la política comercial (aranceles), fiscal (déficit crónico) y del empleo (en relación a la inmigración) que podrían impactar negativamente sobre la inflación y el crecimiento económico de la primera economía del mundo.
La FED nos ha demostrado no tener prisa para recortar los tipos, ni se muestra dovish (suave); sino hawish (dura), de cara a un panorama actualizado que empeora; con un reajuste a su estimación anterior de crecimiento económico que era del 1,7% a tan sólo el 1,1% durante el año 2025; así como un incremento de la inflación que escala hasta el 3%; desde el actual 2,4%; alejándose así del rango meta (2%), como consecuencia de la imposición de aranceles de la actual gestión gubernamental, cuyos costes aún no han sido absorbidos por completo en la economía del país.
Jerome Powell, ha recalcado no tener urgencia para tomar decisiones. Considera la política monetaria adecuada en el contexto actual y no la modulará hasta tener más información. Así como ha insistido en que las decisiones se basan en datos económicos y no en preferencias políticas, como alegó defendiendo la independencia de la institución. Ha señalado que la FED no se está moviendo o reaccionando demasiado lento, sino que sencillamente la condiciones no obligan a tomar decisiones con urgencia.
Entre algunos implicaciones inmediatas de la decisión tomada por la máxima autoridad en política monetaria, se puede señalar que en el mercado de valores y en especial los principales índices de la Bolsa de valores de New York como el Dow Jones y el S&P 500 reaccionaron con leves caídas; en tanto que el Nasdaq se recuperó. A pesar del rango elevado de tasas, los mercados financieros están ya anticipando recortes futuros, lo cual ha generado condiciones financieras algo más laxas incluso sin cambiar la tasa oficial. Otro aspecto es el costo del endeudamiento; al mantener la tasa en el rango como está, repercute en que el gobierno, las empresas y los consumidores continúen pagando más en intereses de préstamos, hipotecas y bonos del Tesoro, elevando los costes fiscales y privados, que desincentiva la inversión. Razón por la que el presidente Trump, ha afirmado que si la FED bajase en un punto la tasa de referencia, se estaría ahorrando 300 mil millones de dólares en un año, e incluso ha catalogado de “idiota y estúpido” a Powell por no ceder a sus presiones.
Jerome Powell ha respondido frente a los ataques de Trump, señalando que si no hubiese sido por Trump (en alusión directa a su política comercial); los tipos se hubiesen bajado y ha defendido la autonomía de la FED, afirmando que no está facultado para actuar por presiones políticas y que el banco central “siempre hace lo que cree correcto”.
¿Qué se puede esperar de aquí en adelante? Está descartado que se bajen los tipos en la reunión del mes de julio; la gran mayoría de analistas estiman la posibilidad de que esto suceda en el mes de setiembre; en tan sólo 0,25 pb por este año y que dependiendo de la coyuntura económica del país, en el año 2026 podría efectuarse algunos recortes más. Algo que las empresas, inversionistas, familias e individuos esperan expectantes.
La decisión tomada de mantener la tasa en 4,25–4,50 % ha sido fundamentada en la estabilidad económica, no en caprichos políticos; considerando que los aranceles presionan la inflación futura, la solidez de la economía y el compromiso institucional con la independencia y la responsabilidad. Pese a que va en contra del deseo del presidente Trump de ver recortes rápidos y agresivos, Powell y el FOMC están actuando con cautela, dejando en claro que sus decisiones se basan en datos macroeconómicos, no en preferencias del Ejecutivo.