¡Una falta de respeto y mi esposo le celebró las gracias!
Honorable tía Julia, Gracias por sus gentiles consejos en el pasado, en el presente y en el futuro imperfecto que nos espera con esto de las lluvias interminables, las inundaciones, rayos, centellas, relámpagos, vientos huracanados, fulgores, destellos y centelleos.
Reflexioné profundamente acerca de la consulta de la mamá del joven genial y tiene razón con esto de la futura necesidad de ciudades subterráneas debido al acabo de mundo en un millón de años más. Pero usted tiene toda razón cuando nos dice que los gobiernos del planeta reaccionan y no previenen y por eso está ocurriendo el ardimiento y la chamusquina que nos sofocaría más que una panadería sin aire acondicionado.
Ingresando al tema de mi tema he llegado a la triste conclusión de que cuando una se casa no es solamente con el novio porque con nosotros traemos genes y una familia con defectos, desviaciones y carencias, pero también y con suerte, con individuos con cualidades y dones, destreza y sabiduría. Imagínese usted que Adán y Eva después de que Dios les quitó la subvención y la residencia gratuita en el paraíso engendraron a dos hijos, Caín y Abel, pero uno mató al otro por diferencias políticas. ¿Usted me entiende lo que le digo?
Este es el casito de mi cuñadito Gilberto que se cree humorista y en eventos sean estos cumpleaños de adultos mayores, aniversario de bodas, funerales, o asados de verano cuenta unos chistes más flojos que el día lunes.
Mire usted con la chirigota que salió en la celebración del Dia de la Madre cuando mi abuelito Eustaquio contó en confianza sus problemas para orinar. Este infame de Gil salió con la chanza preguntándole, “mire Don, ¿qué edad tiene usted?” Mi abuelito respondió, “81 años y voy para los 82.” Gilberto entonces le dijo delante de todos nosotros, “allí está el problema Don Eusta lo que pasa es que usted ya ha meado demasiado.”
Tía, mi abuelito se enojó y le quería desmejorar permanentemente a Gilberto el rostro por no decir que le quería partir la cara y se fue enojado a mirar la telenovela de 64 episodios de Telemundo “La vida y malas obras del hijo inútil del presidente.” Nos advirtió que cuando viniera Gilberto él se quedaría en su cuarto para no partirle la cara.
En otra oportunidad sabiendo que estaba en la mesa un pretendiente mexicano de mi sobrina que es meteorólogo comenzó con una huasa donde había dos mexicanos bien machotes de esos que usan pistolas. En esto un mosquito comienza a molestar y Pancho Villa sacó su tremendo pistolón Colt y le disparó para demostrar su buena puntería. El mosco siguió volando y el otro machote le dijo, “Híjole, pero no lo mataste,” y Villa le respondió, “sí, pero este mosquito del mero no podrá ser padre.”
Como nadie se rio, salvo mi esposo, Gilberto dijo, “bueno si no lo entendieron, se los cuento de nuevo.” A la hora de los postres Tiramisú y tres leches, el irrespetuoso e irreverente contó la historia del presidente que era estítico y que exigía consultar a un oculista o como se dice ahora, un oftalmólogo.
Tía, mi esposo no me entiende y ya le dije que no deseo ver ni oír de este irrespetuoso, grosero e insolente a lo cual mi marido me respondió que yo no aceptaba a su familia porque soy estudiada mientras que ellos vienen de un origen humilde y modesto de la colonia El Lingote.
Tía yo me quiero divorciar porque no soporto estas insoportables faltas de respeto cuando hay visitas. ¿Qué piensa usted? Desde ya, gracias fraternales y Feliz Día de la Madre si es que en su caso corresponde.
Beyita
Respuesta
Querida sobrina Beyi, gracias por tus saludos y espero que lo hayas pasado bien, aunque lamento lo del chistoso.
Realmente, Gilberto tiene como el presidente Trump, la obsesiva necesidad de llamar la atención, sin importarle las circunstancias ni lo que dice y al parecer, cuando le tiran pasto se lo come.
Beyi, el chiste o la humorada depende de la cultura de la cual estemos hablando. A la gente de algunas naciones les da risa situaciones donde hay un absurdo, pero en el caso de don Eustaquio, Gil se burló soezmente de un adulto mayor. La huasa del mosquito de Pancho Villa, personaje respetable para los mexicanos, insulta a esa nacionalidad cuya valiente presidenta se opone al cambio de nombre del Golfo de México por el Golfo de América idea de Trump que es en sí un chiste.
El chiste del cual no daré detalles, pero donde se describe a un pobre hombre afectado de estitiquez que va con la jarra y en su interior una excreta enorme y exige ver al oculista porque cuando va a desahogarse le corren las lágrimas desde los ojos, tiene mucha dinámica, pero igual, Gilberto insulta después a los mexicanos diciendo además que el pique de Guanajuato pica tres veces. Hummmm….
Me preocupa que esta conducta impropia y que las cuchufletas de Gilberto estén afectando tu matrimonio. Tu distinguido esposo debiera entender que hay momentos y situaciones para hacer reír con un grupo íntimo de tipos como él que jueguen el dominó y controlar a su hermanito exigiéndole que hable para adentro.
El buen humor a través de un comentario oportuno, una historia bien contada y anécdotas alegran el espíritu y son bienevnidos.
Lamentablemente los actuales comediantes o cómicos usan groserías vanas y el lenguaje de la calle en las llamadas canciones reguetón con la Sultana que tocan en la radio Vivaracha.
Dile a tu esposo que su hermano Gilberto no debe asistir a eventos serios de la familia, pero que si desea contar los chistecitos que lo haga en un parque alejado de la civilización.
Te deseo suerte y que Dios te Bendiga.
Tía Julia