Es bueno votar temprano. Una parte importante de tener un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo es que el pueblo, los votantes, tengan la oportunidad de participar en las instituciones. En una democracia, esta participación empieza por nuestro derecho más importante, el voto.
Durante décadas, las elecciones en Connecticut han sido un asunto bastante cerrado. Al contrario de lo que ocurre en el resto del mundo civilizado (y en toda América Latina), los estadounidenses siempre han insistido en celebrar sus votaciones un martes, no en un domingo festivo. Dado que no todo el mundo tiene una o dos horas libres en medio de una jornada laboral para acudir a las urnas, la fecha electoral hace que muchos trabajadores, sea porque están ocupados, sea porque tienen otras responsabilidades, se queden sin votar.
El voto por correo sufre problemas similares. Utilizarlo requiere enviar una solicitud previa al estado, haciendo el proceso lento y confuso. A la vista del papeleo, muchos votantes prefieren dejarlo estar antes de intentar participar en los comicios. El sistema entero es más adecuado para granjeros del siglo XIX que para la acelerada y exigente vida actual.
La buena noticia es que, tras años de activismo, los votantes de Connecticut aprobaron una reforma constitucional en 2022 que introdujo algunos cambios importantes en nuestro sistema electoral. Esta semana vamos a poder ponerlos en práctica por primera vez.
El martes 2 de abril, Connecticut celebra sus primarias presidenciales. Todo aquel votante registrado como demócrata o republicano podrá votar para decidir quién representará a su partido en las elecciones generales de noviembre. Por primera vez en la historia de nuestro estado, podremos votar antes del día de las elecciones. Podremos votar por anticipado el 26, 27, 28 y 30 de marzo entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde, en las oficinas electorales habilitadas al respecto en todos los municipios del estado. Y si no podemos votar viernes o domingo, es por ser Viernes Santo y Pascua. Si quieres ir a votar, puedes consultar dónde hacerlo en MyVote.ct.gov, o llamando al 860-509-6200.
Estas primarias, no obstante, no dejan de ser una prueba. El voto anticipado será parte de todos los comicios de ahora en adelante. Las primarias para el resto de los cargos públicos estatales y federales de Connecticut se celebrarán el 13 de agosto. Tendremos voto anticipado del 5 al 11 de ese mes. Para las elecciones generales del 5 de noviembre, cuando votaremos presidente, congreso y legislativo estatal, tendremos aún más días para acudir a las urnas. La ventana de voto anticipado, en ese caso, será del 21 de octubre al 3 de noviembre.
Estados Unidos es un poco inusual en la enorme cantidad de veces en que los votantes son llamados a las urnas. A partir de ahora, no solo podremos ir a votar a menudo, sino que lo podremos hacer con antelación. No tenemos excusa para no ejercer nuestro deber ciudadano de votar ahora y en todas las elecciones.
Con todo, el sistema electoral de nuestro estado sigue sin ser todo lo bueno que debiera. Las leyes que regulan el voto por correo siguen siendo confusas y torpes, dejando a demasiada gente sin votar. Connecticut haría muy bien en replicar la práctica de estados como Utah, Colorado o Washington de hacer que el voto por correo sea esencialmente universal. En este caso, todos los votantes reciben, antes de las elecciones, su papeleta para votar en sus buzones, y todo el mundo tiene la opción de enviarla por correo o llevarla al colegio electoral y depositarla en persona. De este modo, todo aquel que quiera participar puede hacerlo cuando quiera y como quiera, de forma segura, práctica y cómoda.
Connecticut tiene, ahora mismo, una prohibición constitucional explícita para adoptar este método de votación. Por fortuna, en las elecciones de noviembre podremos votar sobre una enmienda que permitiría adoptar un sistema de sufragio universal por correo. De aprobarse, tendremos al fin unas elecciones que permitan un gobierno de todos, sin que nadie se quede atrás.
Así que es hora de ir a votar, ahora mismo. Es nuestro gobierno, al fin y al cabo.