NORWALK.- El Grupo Guadalupano de Norwalk celebró los 494 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac al indio Juan Diego, con la Serenata Guadalupana las vísperas del doce de diciembre, más una procesión y Misa de Acción de Gracias dominical, en la parroquia Saint Joseph-Sainth Ladislaus de esta ciudad.
Festejos que fueron acompañados con una prédica sobre el valor de la herencia mariana dadas por el vicario parroquial, el Padre Gerson Dufresne y el director de la parroquia, el padre Edicson Orozco.
En la homilía del domingo el Padre Gerson habló sobre las dudas, por qué al inicio los discípulos de Jesús no sabían si realmente él era el Mesías o había que aun esperarlo, además de cómo los mensajes entre unos y otros a veces se tergiversa y por eso la necesidad de confiar, tener fe y la plena seguridad de que tenemos en medio de nosotros al Hijo de Dios, el Mesías.
Adjunto a las palabras de aliento del sacerdote se ofrecieron dos convivios donde se brindaron más de 300 panes con bebidas calientes en la madrugada del 12 de diciembre y un almuerzo con más de 300 tacos y refrescos el domingo después de la misa mariana.
El jueves 11 de diciembre a las 9:30 de la noche a manera de procesión salió la imagen de la virgen de Guadalupe de la iglesia de Saint Ladislaus rumbo a la iglesia de Saint Joseph, para presidir la Serenata con mariachi en honor a la Morena del Tepayac.
Serenata que inició a las diez de la noche y que culminó a las dos de la mañana con un desayuno de pan dulce, café, chocolate y atole mexicano; donde el restaurante Los Portales y la panadería Valencia donaron 450 panes y los devotos las bebidas calientes.
Acorde con Alberto de la Rosa, coordinador del grupo, como hace 24 años desde que se fundó el Grupo Guadalupano de Norwalk, contó que se hicieron rifas, kermese, ventas de comidas y se recibieron donativos de devotos para juntar 5.400 dólares que fue el pago al Mariachi Son de mi Tierra de Meriden, quienes se hacen cargo de montar un repertorio totalmente mariano para la Serenata y los cantos litúrgicos para la misa dominical.
Además 2.700 dólares para el pago de los arreglos de rosas para las iglesias de Saint Joseph y Saint Ladislaus, decoradas por Don Salvador García que vino de Port Chester, New York y que lleva diez años decorando los altares de las dos iglesias para la fiesta Guadalupana. Flores que en un cien por ciento son rosas porque acorde con la fe, la Virgen puso en el manto de Juan Diego rosas para que se presente ante el Obispo y pida la construcción de la iglesia.
Desde que la Diócesis de Bridgeport decidió juntar en una sola parroquia a las iglesias de Saint Joseph y Saint Ladislaus hace cuatro años, el Grupo Guadalupano se ha adaptado a llevar y traer en procesión la imagen de la virgen de Guadalupe, con el apoyo de diez parejas que durante el año trabajan en la recaudación de fondos y en la organización de cada evento de recolección de dinero para llegar a las vísperas del doce de diciembre con la serenata que se conoce como “Mañanitas a la Virgen” y la “Misa de Procesión” que es el domingo siguiente.
Durante estos festejos los niños de la parroquia vienen disfrazados de pastores, de pajareros y mariachis con ropas confeccionadas directamente en México con el fin de demostrar el orgullo que les da ser guadalupanos y a su vez de padres mexicanos.
Dentro de ese grupo se encuentra Stalin Calle, al que por años el público lo trata como mexicano, porque viene con el traje del indígena Juan Diego, el santo que recibió las apariciones de la virgen y al que le ordenó la Morena que vaya a donde el Obispo Zumárraga y le pida que en su nombre construya una iglesia.
Stalin Calle, que fue galardonado con la Medalla de San Agustín por parte de la Diócesis, el máximo galardón dada a un laico por sus contribuciones a la iglesia, es nacido en Loja-Ecuador, devoto de la virgen de la María en la advocación de la virgen del Cisne de su país y de la virgen de Guadalupe.
El, decidió comprar su traje por Internet y añadir el manto de la Guadalupana en la frazada que se coloca en su pecho. Para Stalin personificar al santo indígena Juan Diego es un reto y un honor que le permite la comunidad mexicana y por eso cada año después del evento envía a la tintorería el traje y lo guarda en forma apropiada para encontrarlo intacto y usarlo el siguiente año.
“Yo soy devoto de la virgen María. Tengo casi dos décadas viviendo en Norwalk y colaborando en la parroquia y como aquí la devoción a la Guadalupana es primordial, entonces, decidí hacer el papel de Juan Diego y ahora es parte de la tradición de Saint Joseph-Saint Ladislaus”, dijo Calle.
A esta agrupación se une cada año el sargento Calise del Departamento de Policía de Norwalk que año tras año colabora con patrullar las calles por donde recorre la imagen de la Virgen y desde que administró la parroquia el Padre Juan Gabriel Acosta la parroquia, los rezos diarios del Rosario durante el año han cambiado su modalidad. Hoy, el grupo lleva en procesión la imagen de la virgen a las casas de su devotos y deja que cada familia organice a su manera el rezo.
El grupo Guadalupano lo conforman: Carmelo García y su esposa Cristina Soriano. Luis Crisostomo y su esposa Silvia Aguilar. César Mendoza y su esposa Josefina Mendoza. Andrés Vásquez. David Rojas y su esposa Irene De Santiago. Alberto de la Rosa y su esposa Aracely García. Juan Pliego y su esposa Rosa María Ramírez. Los miembros son nativos de México, la Capital; y de los estados de Tlaxcala y Puebla.
Alberto de la Rosa y su esposa han tomado las riendas de coordinadores junto a Cristina Soriano. Ellos administran el dinero, organizan la forma en cómo van a preparar el horario de fiestas y salen a la calle a pedir donativos. “No tenemos presidente porque creo que todos tenemos voz y voto, solo tenemos alguien que coordina”, dijo Alberto.