Tía Julia:
Mis saludos y deseos de que esta primavera más fría que nariz de gato le traiga dicha, felicidad y consiga un novio que la acompañe y le eche la patita, pero con respeto. Abril se despide con “las lluvias mil” y veremos que nos trae el mes de mayo entrante.
Le escribo desde la ciudad de Holyoke, una de las ciudades más hermosas de la región donde vivimos muchos latinos ganándonos las habichuelas en forma honrada y por donde pasa la gente de viaje hacia Vermont y Main. Yo soy HolykeRican porque me engendraron por acá y nací el 29 de abril, así es que estoy de cumpleaños.
Mi consulta tiene que ver con un hallazgo en una valija de cuero que mi esposo usa para sus viajes de vendedor a Santo Domingo. Rolando tiene 62 pepas y yo había notado que en el último tiempo se le había ido agotando la batería, y que la fogosidad que le caracterizaba en otras pasadas décadas, se había ido extinguiendo como un cirio en palmatoria. ¿Usted me entiende?
Como yo entiendo esto, no le presionaba ni le decía cosas vulgares como, “¡Ay mira! me tienes a dieta,” o “te me estás poniendo vaguito ¿ah? ¿qué te pasa flojonazo?” expresiones que muchas mujeres usan para confrontar a sus jevos después de la menopausia, y que yo estimo que les tiran para abajo el orgullo varonil. También había escuchado expresiones groseras tales como “ahora no se te levanta ni el pelo,” que considero grosera y causante de divorcios.
Sin embargo, un día en que Rolando estaba de viaje, le encontré en un cajón del closet un pote vacío de Viagra con fecha del año pasado y despachado en CVS. De inmediato se me encendieron las pilas y me dije, “Hummmm, yo no veo el efecto de estas vitaminas en nuestra recámara, y este tipo las está tomando con otro propósito o sea con otra tipa.”
Apenas llegó se lo puse fácil: “o me dices la verdad o te vas de aquí mismo con el Viagra donde la otra.”
Como lo conozco como si lo hubiese parido, lo vi afligido y sudando cuando en Connecticut la temperatura sube desde 50 a 90 grados Fahrenheit.
Allí Rolando se puso a tartamudear y me dijo que el Viagra era para su hermano que tiene 65 y cuya esposa, que es una muchacha de 24, lo tenía medio pillado ya que no responde con la frecuencia ni la intensidad que ella espera, aunque está contenta con su pensión de maestro, como hacen muchas por allí, que andan en busca de viejolos solitarios y jubilados.
También me dijo que en Santo Domingo es muy difícil y caro conseguir el Viagra, aunque unos tipos venden unos ungüentos llamados “Caliente Bueno Papi,” y una gotas orgánicas que se toman con té llamadas “Lázaras” ya que resucitan lo que sea, incluso aquello. El problema es que a veces producen unas diarreas infernales y en vez de una noche de romance, las víctimas se lo pasan de carreritas p’al toilette.
Yo quisiera creerle este cuento, pero me parece más fatulo que la historia del monstruo de patas grandes que aparece en estados donde hay muchos republicanos, según el informe de “cosas increíbles de su periódico.” ¡Cómo anda el tostao por allá!
También lo que molesta es que sabiendo él lo que nos pasa íntimamente y su flojera constante en el ejercicio de la bachata horizontal, no se había aplicado la receta el mismo, o quizás se la está aplicando para salir con otra más joven en sus viajes.
Ahora estamos enchismados y yo lo mandé a dormir con el perro al sótano de la casa hasta nuevo aviso.
Esperando que me oriente, y le saluda con fuerza fraternal y solidaria en el Día Internacional de las Trabajadoras que se celebra el Primero de Mayo. ¿Estará mi esposo en huelga?
Graciela
Respuesta
Chelita:
En primer lugar, agradezco tus buenos deseos en esta primavera 2023 y también para el próximo verano que se acerca del cual dicen los meteorólogos, astrólogos, adivinos, brujos, astrónomos y nigromantes, que estará más caliente que fierro de pincho. Bendiciones y saludos para los que nos leen en Holyoke y Springfield con importantes enclaves latinos.
En cuanto a mi futuro sentimental, lo vamos a dejar así, ya que no creo sea conveniente que el foco de la atención de los lectores se transfiera a mi vida personal ni a la temperatura de mis pies durante los meses gélidos. Vamos a concentrarnos en tu caso que me parece de una naturaleza algo siniestra y más bien morcillezca, y me explico.
Es normal que las parejas vayan perdiendo su fogosidad inicial en la medida que pasa el tiempo, y que la fuerza de gravedad empuje las cosas irremediablemente hacia abajo. Algunas personas recurren a cirujanos, otros se van a las botánicas, y no falta aquel que se pone a la moda con el Viagra y que están usando en la China con el nombre de MaohVianachn-Thin Thin.
Estoy de acuerdo contigo en que tu esposo debiera haberte platicado contigo estos planes de renovación hormonal, pero es que a veces es vergonzoso para ellos confrontar la cruda realidad manifestada en el verso “lo que ayer nos unía y hoy no separa.”
Sin embargo, lo de los viajecitos a Santo Domingo me preocupa ya que varios jubilados y pensionados retirados de Hartford y New Haven (usualmente maestros o exguardias penales) se han ido de viaje a esa hermosa isla y llegan casados con unas doncellas que podrían ser sus sobrinas, nenas de color canela y con la colita pará.
A los pocos meses estos viajero bajan notoriamente de peso, se les ve más alegres y optimistas, pero constantemente deben acudir a restaurantes boricuas a saborear la tonificante sopa de mondongo que fue lo que resucitó a Frankenstein, y a los quiroprácticos locales para que les corrijan las vértebras y les reorganicen las costillas.
Yo no sé cual será el “no sé que” de estas muchachitas, pero parecen que son unas de las soluciones para que jubilados barrigones bajen de peso y les aumente el autoestima.
En tu caso debieras aprovechar el momento en que tu esposo está a la defensiva, y exigirle que ejercite los buenos efectos del Viagra con la mujer de su vida, es decir tú, y que se deje de esos traqueteos de viajecitos que como que están de más y cuyos objetivos no me quedan claros. Vendedores, hummmmm….
En el futuro cercano, como decía Cofresí, que viaje contigo y así pasan una luna de miel en algunas playas de ese país, te consigues una tanga e inician una fase de renovación espiritual y carnal como la que utilizaba Trumpi cuando se casó Melania y fíjate tú, cuando ella estaba embarazada del príncipe Barron, se Donny se involucró carnalmente con Pechuga Daniels que escribió un libro narrando las peripecias del matre. Trumpi le mando a pagar $130,000 para que callara y mira tú lo que le pasa ahora por mentiroso, crápula y libertino.
Dile a Rolando que se recoja y que corte los viajecitos y que disfrute el verano contigo y que, si se le ocurre viagrarse, que te lo diga. La comprensión y entendimiento en los matrimonios son muy importantes para alcanzar la felicidad. Eso sí, en medio del entusiasmo que dura seis minutos deben tener cuidado, como cuando uno toca la guitarra, por esto de las posturas.
Abrazos y se te quiere mucho.
La tía Julia
Comentarios a los sabios consejos de la Tía Julia.
Esto de bregar con baleos en las calles de Hartford debe ser una prioridad para los candidatos al puesto de alcalde porque están muriendo niños inocentes. Con mi esposa no salimos a la calle ni a las carreteras después de las seis, porque entre los que usan la marihuana recreativa, el fentanilo, el alcohol y las pandillas que cargan armas, la vida de nosotros peligra. Johnny y Alice de Hartford.