Por: José E. Rodríguez Sellas
27 de diciembre de 2020
San Luis, Misuri
De tierras lejanas venimos a verte
nos sirve de guía la estrella de oriente…
(Trio Vegabajeño)
El diccionario de la Real Academia española acoge el verbo reyar y nos indica que es de origen puertorriqueño, definido como «Salir en grupos a solicitar aguinaldo» (rae.es, 2020). En Puerto Rico también se llama reyar a vestirse con ropa nueva el día de Reyes e irse a hacer visitas todo el día (www.tesoro.pr). Nos dice Luz Nereida Pérez en su libro, Puerto Rico y el lenguaje que «reyar, [es un] verbo que despliega nuestra unicidad de pueblo por ser gestores a lo largo del devenir de siglos de las promesas de Reyes» (Pérez, 2011).
La celebración de los Tres Reyes de Oriente (Melchor, Caspar y Baltasar), los Reyes Magos o simplemente los Reyes se lleva practicando en Puerto Rico por cientos de años. Nos llega de España vía el catolicismo. Hoy día es una práctica que va más allá de esa particular visión del cristianismo católico. Cuentan de un ministro pentecostés peñolano que fue feligrés católico y siempre hacía una promesa de Reyes. Todavía en el día de Reyes se dedica a repartir juguetes por el pueblo de Peñuelas como herencia que pasó de una práctica religiosa a otra. Para creyentes y no creyentes o personas que practican otras religiones esta es una fiesta nacional, muro de contención contra la asimilación. Una celebración de todo el pueblo fuera de las banderías que nos dividen en nuestra vida cotidiana.
Manuel Alonso escribió en su libro El Gíbaro, publicado en 1849, que entre las costumbres típicas de Puerto Rico se encontraban las trullas de Reyes. Manuel Alonso indica que había dos manifestaciones de las trullas unas a caballo y otras a pie. Las trullas a caballo estaban formadas mayormente «por jóvenes de ambos sexos… con la adición indispensable de papás, mamás y tías». Las trullas a pie «se componen de gente pobre, que no por eso se divierten menos; maraca en mano y tiple y carracho [güiro] bajo del brazo, caminan leguas enteras saltando barrancos, vadeando ríos y trepando cerros, hasta que el sol les halla muchas veces a gran distancia de sus casas. Pero eso no les importa: continúan su camino durante todo el día y la noche de Reyes, sin regresar de su peregrinación hasta el que sigue a este último, esto es, a los tres de haber abandonado sus casas». En cada casa se recibían a las trullas con comida nos dice Alonso que consistían en «manjar blanco, almojábanas, buñuelos de muchas clases, hojaldres, cazuelas, una variedad infinita de dulces secos y en almíbar, y varias clases de licores». Reflexiona Manuel Alonso que los efectos de esta costumbre, donde se comparte comida, música, amor, chistes y amistad «son buenos y muy buenos. Sin ella y otras semejantes, nuestros campesinos no serían como son tan humana y generosamente hospitalarios» (Colón Peña, 2000).
Mi familia en Puerto Rico me informó que en las Navidades de 2019-20 se podía palpar una proliferación en las trullas y en las festividades en sus distintas manifestaciones, como son las promesas y rosarios cantaos. Actividades que culminan con la gran celebración del Día de Reyes en la municipalidad de Juana Díaz en el sur de Puerto Rico cada 6 de enero, así como con festividades parecidas en otros lugares. En 2020-21 estamos frente a un nuevo mundo dominado por una pandemia que habrá de modificar las actividades públicas relacionadas con la festividad.
En los Reyes se amalgaman prácticas culturales y musicales que nos llegan de España, recogidas en instrumentos de origen español, árabe, taíno y africano. Nos entran por las raíces cimentadas en la tierra que tanto amamos. Se manifiestan en costumbre de humanidad, hospitalidad y amor al prójimo. Tiene manifestaciones artísticas de carácter popular como el tallado de madera, la pintura, la escultura, y se reflejan en infinidad de decoraciones en las casas. Este es nuestro día de acción de gracias donde acogemos en un abrazo solidario a amigos y familiares. Es día de juegos y de fijar nuestros esfuerzos y miradas en la niñez, en las personas desamparadas, en quienes no tienen amor o juguetes y en los hogares sin techo, después del huracán María, así como las familias afectadas por los terremotos (2019-2020) en Puerto Rico. Elmer González, profesor de la Universidad de Puerto Rico, llama al Día de Reyes «un acto de resistencia cultural» (González, 2020). El día de Reyes, sin duda alguna, es una estampa cultural boricua de amor, respeto y de acción de gracias por peticiones cumplidas.
Referencias
Colón Peña, E. (2000). La Navidad en Puerto Rico descripción y origen de nuestras tradiciones, Editorial Grafito, Vega Alta, Puerto Rico.
González, E. (2020). Son del Caribe, 5 de enero de 2020, WRTU, 89.7 FM, Radio Universidad de Puerto Rico (http://www.wrtu.pr/programas/sondelcaribe/), San Juan, Puerto Rico.
Pérez, L. N. (2011). Puerto Rico y el lenguaje, Mariana Editores, Ponce, Puerto Rico.
Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico, www.tesoro.pr, San Juan, Puerto Rico
www.rae.es (https://dle.rae.es/reyar?m=form)
Música boricua relacionada con la festividad de los Reyes
https://www.letras.com/el-gran-combo/la-protesta-de-los-reyes/
Música de Navidad
Aguinaldo jíbaro en Gurabo, Puerto Rico
Promesa de Reyes (El Vocero)
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https://www.periodicolaperla.com/tradicion-reyes-magos-vive-puerto-rico/