Por Luis Luna
Director de la Campaña – HUSKY para Inmigrantes.
www.husky4immigrants.org
Este año hemos sido testigos de dos cosas importantes, primero es la implementación del nuevo programa HUSKY, cuyo objetivo es proporcionar cobertura de MEDICAID a niños indocumentados de 0 a 12 años y a mujeres embarazadas. En este nuevo programa ya se han inscrito más de 5.500 niños y más de 1.700 mujeres embarazadas.
Es muy alentador saber que hay miles de niños y mujeres embarazadas que ahora tienen acceso a la salud a través del programa de HUSKY o Medicaid. Esto significa que pueden recibir la atención médica que necesitan, garantizando su bienestar. Este es sin duda un gran paso adelante en nuestra larga marcha hacia la ampliación de HUSKY para incluir a todas las personas indocumentadas en el programa Medicaid de nuestro estado y debemos celebrarlo.
Ahora, hablemos de la segunda parte, en la que los miembros de la comunidad liderados por la coalición de “HUSKY para Inmigrantes” lucharon con uñas y dientes durante la sesión legislativa para ampliar la cobertura del programa de los 13 a los 26 años con un coste inferior al 1% del presupuesto total de Medicaid. Después todos estos esfuerzos, se logró ampliar el programa hasta los 15 años.
Ampliar el límite de edad del programa significa que aún más niños y adultos jóvenes se beneficiarán de la cobertura médica. Al garantizar su acceso a servicios médicos esenciales, estamos invirtiendo en el bienestar y el potencial de nuestra comunidad. Es una medida que beneficia no sólo a los niños, sino también a nuestra comunidad en general, y que ahorrará dinero a largo plazo.
Por supuesto, algunas personas podrían expresar su preocupación por el costo de la prestación de asistencia médica. Sin embargo, es esencial reconocer que al ampliar la cobertura sanitaria a todas las personas, independientemente de su estatus migratorio, estamos fomentando una comunidad más saludable. Además, podemos evitar que los problemas de salud menores se conviertan en emergencias mayores reduciendo en última instancia gastos prevenibles al estado y a las familias.
La asistencia sanitaria es un derecho humano y no deberíamos negar la salud por motivos de inmigración.
Por lo tanto, celebremos el progreso que hemos hecho hasta ahora en Connecticut. La puesta en marcha del programa HUSKY y la ampliación de su cobertura a más niños son victorias dignas de aplauso. Vamos en la dirección correcta, aunque no sea tan rápido como nos gustaría. Sigamos abogando por una cobertura de salud integral para todas las personas indocumentadas, sabiendo que es un esfuerzo que merece la pena y que nos beneficia a todos. Al fin y al cabo, una sociedad más sana es algo que todos podemos apoyar.