Es realmente asombroso y muchas veces resulta brutalmente incoherente, como los seres humanos nos hemos dejado envolver y atrapar por un mundo tan fibrolo y vacío abusando al exceso de las redes sociales. Las redes sociales no deben representar un obstáculo en el auténtico sentir de la vida, por el contrario, el uso correcto y apropiado de estas, proporcionan múltiples ventajas y beneficios, que permiten interactuar y compartir acortando las distancias, pero el uso en exceso, la pasión y dedicación que hoy demuestras hacia ellas, indudablemente que amerita una pausa y preguntarte de verdad existo.
Estar día y noche conectado a un equipo tecnologico, te convierte en alguien que deja atrás la realidad y se sumerge rápidamente en un mundo irreal, dejándote robar sin casi darte cuenta, lo grandioso de existir y poder valorar la simplicidad de la vida, un fuerte abrazo, un beso real y bien sentido, la plática diaria con tus familiares y amigos, largas reuniones llenas de recuerdos y sonrisas compartidas, el disfrute de una deliciosa comida y el valor por lo más sencillo y hermoso que te entrega la vida, el canto de un pájaro, la lluvia cayendo, el viento soplándote en la cara, la belleza de una flor, la sombra de un árbol y el mejor de los paisajes un cielo siempre azul.
El avance de la tecnología y las redes sociales, sin duda alguna representan un medio enormemente favorable y efectivo, rompiendo por completo el límite de la distancia, permitiendo conversaciones, investigaciones y obtener informacion y formación en tiempo real e incluso intercambiar opiniones y realizar disentimiento que aportan enormes soluciones a miles de problemas, que afectan el mundo. Pero cuando las redes sociales se convierten en tu única inspiración y motivo debes detenerte, porque ciertamente estas dejando de vivir.
No vive más, quien más tiempo pasa conectado, vive más quien comparte y sonríe con familiares y amigos en un espacio real. No te hace más popular los likes que recibes, te hace más popular las acciones y obras que realizas, no vive más quien busca ocultar con fotos y retoques su verdadera imagen, vive más quien se muestra como es sin ocultar las huellas que la vida va dejando en su piel, y se muestra sin miedos y complejos a lo que puedan decir los demás, simplemente deja de vivir quien se aferra a un mundo de mentiras y olvida que la esencia de la vida, se refleja y encuentra únicamente en el amor de Dios.
Ciertamente las redes sociales abrieron un gran espacio en este mundo globalizado y forman parte importante en la vida de los seres humanos, pero llegar al límite de la obsesión definitivamente, te aleja de la realidad y te sumerge en un mundo de engaños que lejos de ayudarte a encontrar la felicidad, te envuelve cada día más, en las redes de lo absurdo y te aleja de una vida plena con sus lágrimas y sonrisas.
No sigas perdiendo lo más preciado para los seres humanos aquí en la tierra, tu tiempo este se va y jamás regresa, camina más, contempla siempre la maravilla de la naturaleza, comparte en tiempo real con tus familiares y amigos, lee, escribe, ayuda a otros, deja de lado la conexión a las redes y come, sonríe y vive sin ataduras y sin tener que demostrarle al mundo lo que haces o tienes, entiende de una vez y por todas que los momentos vividos no necesitan ser publicados, necesitan ser vividos. No dejes que las redes sociales dominen tu vida, reflexiona y libérate, ya que siempre lamentarás no haberte atrevido a simplemente vivir, viviendo. (marfucci@gmail.com)