El mercado de las tasas hipotecarias en Estados Unidos es un componente crucial del panorama económico nacional, con un impacto significativo en la salud del sector inmobiliario y la economía en general. Este artículo se sumerge en analizar y describir de manera somera las tasas hipotecarias del país a 30 años; explorando sus fluctuaciones históricas y factores determinantes. Para ello nos remontamos algunas décadas atrás, procurando arrojar luz sobre el funcionamiento interno de las tasas hipotecarias y su papel en el panorama económico actual.
Nuestro recorrido inicia, proporcionando generalidades sobre el tema en mención. De la mano de ‘Rocket Mortgage’ decimos que una “una tasa hipotecaria, o una tasa de interés hipotecaria, hace referencia al monto de interés que aplica el prestamista sobre la hipoteca a modo de cargo por prestar dinero para adquisición de un bien inmueble”. Existen dos tipos de tasas de interés; fija y ajustable. La primera, es aquella en la que no se hacen modificaciones durante el plazo de préstamo, independientemente de las fluctuaciones que sufra el mercado. Y en el segundo tipo de tasas, éstas se modifican durante el plazo del préstamo, pero generalmente incluyen un límite máximo, a fin de evitar que el pago hipotecario suba excesivamente.
Actualmente, el interés promedio de la hipoteca fija a 30 años se encuentra en 7,5%; constituyendo así el pico más alto desde el mes de noviembre del año 2023. En el pasado mes de enero bordeó el 6% y se mantuvo así hasta febrero, generando un incremento en la venta de las viviendas. La tasa actual es una de las más altas de las últimas décadas; pero miremos el comportamiento de manera breve de éstas, desde la década de los 70s del siglo pasado; según los datos fiables alcanzados por Freddie Mac.
En 1971 la tasa estuvo en el 7%, y fue subiendo constantemente hasta escalar al 9,19% en el año de 1974. En un determinado momento de esta década cayó en el rango medio-alto del 8%, pero en 1979 alcanzó el 11,20%, debido a la alta inflación que sufrió la economía estadounidense en aquellos años.
En la década de 1980, el precio de los bienes y servicios se incrementó excesivamente y rápido; debido a la recesión e hiperinflación que vivió el país causado por un embargo petrolero por parte de La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); ocasionando que las tasas se incrementaran considerablemente hasta el 18,45% en octubre de 1981; y para finalizar la década se ubicó en el 10%.
Entrados a los 90s, la inflación comenzó a disminuir; por lo que la tasa hipotecaria promedio en 1990 fue del 10,13%. La misma que fue disminuyendo lentamente hasta ubicarse en 6,94% en 1998.
En la primera década del siglo XXI, las mencionadas disminuyeron constantemente del 8,05% en el 2000 al rango del 5% en el 2003. En el año 2009 promedió al 5,04%.
La década de 2010 inició bordeando el 4,69%. En el 2012 cayó hasta el 3%. En 2013, las tasas subieron a 3,98%. En 2014 llegaron a 4,17%; cayeron hasta 3,85% en el 2015. Para 2016 promediaba el 3,65%. Experimentó subidas después de las elecciones de 2016, alcanzado máximos a finales de 2018/principios de 2019. Las tasas de una hipoteca de tasa fija (FRM) a 30 años se mantuvieron entre 3,95% en el extremo inferior y 5,34 % en el superior.
En los años 2020 – 2021 en el contexto pandémico, éstas bajaron como consecuencia de la política monetaria expansiva de la Reserva Federal (FED); ubicándose en 3,7% en el 2020. El punto más bajo llegó en diciembre del mismo año (2,68%). Volvió a escalar el segundo semestre del 2021 al 3,09%.
Habiendo hecho referencia a la tasa hipotecaria a 30 años, nos preguntamos ¿por qué es importante fijarnos en ella? La respuesta es sencilla, porque tiene repercusión en la economía personal, familiar y del país entero; una tasa de interés hipotecaria más baja se traduce directamente en pagos hipotecarios más pequeños (y mayores ahorros) cada mes; mientras que si son altas, los pagos son mayores y el mercado es desincentivado; ocasionando por lo general una caída en la demanda de viviendas por parte de los ciudadanos norteamericanos, que repercute en el crecimiento económico del país y una contracción del sector inmobiliario.
Dentro de las causas que hacen fluctuar la tasa hipotecaria; tenemos a la inflación; que lleva a la FED a hacer uso de su política monetaria expansiva o restrictiva. El mercado de bonos cuando da un paso en falso. La tasa de financiamiento garantizada a un día cuando sube o baja. Así como la situación misma de la economía (expansiva o contractiva).