…pecadotes y pecadillos
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Distinguida Tía,
Mis saludos en estos tiempos de zozobra y tristeza por lo que les pasa a nuestros hermanos de Texas y Nuevo México con el terrible desmadre de los ríos Guadalupe y el Ruidoso, aunque pronostican otros problemas tales como los poderosos tornados que les caen encima a los ciudadanos de Arkansas, Missouri, Illinois, Indiana, Tennessee y Kentucky. ¡Pobre gente!
Lo que me tiene con el alma en un hilo, como decía mi tía Mimi, es que el Padre nos dijo en la misa del domingo que de todas estas catástrofes la culpa es solamente nuestra porque pecamos de pensamiento, palabra y obra y esto enoja a Tatita Dios. Asimismo, lo dijeron el Pastor Reginaldo y la Pastora Leónica de la congregación Siempre Puros en el Edén.
El tema es querida tía que mi hermano Simón a pesar de su nombre bíblico, no cree en que estos terremotos y inundaciones son el resultado de los pecados del ser humano y se ríe de mis sentimientos.
Yo por ahora le rezo a la virgencita de Guadalupe para que le pida a Dios que no nos castigue tanto y que por lo que yo entiendo, la gente de Guatemala y Ecuador no merecen tampoco terremotos ni erupciones volcánicas porque son más tranquilos que un gatito de yeso.
A la parroquia a la cual yo voy en Bridgeport y que todavía no han cerrado por lo de los escándalos con los niños, el padre ya nos dijo que oráramos por las víctimas de las inundaciones y la de los terremotos, y que obedezcamos las reglas y los mandamientos de nuestro Señor porque los seres humanos nacimos malos y venimos con el pecado original encima que obliga a que nos bauticen apenas nacemos para borrarnos de la listita de perversos.
Por esto, estamos pensando hacer una procesión para calmar a Diosito y varias de nosotras comenzaremos a vestir trajes blancos que son señal de pureza. “Cristo volverá a la tierra a pedirnos cuentas por las maldades que hacemos y a quienes les guste pecar, se irán derechito al fuego eterno del infierno,” dijo el padrecito.
Tía, yo estoy entre un tres y un cuatro como decía la Dra. Polo y pienso en el presidente Trump por los pecados que habría cometido a través de su amistad con el degenerado Epstein que les conseguía a los ricachones y políticos niñas menores de edad para que se solazaran.
Necesito y necesitamos su orientación y opinión que todas respetamos en la bodega de Amazon donde leemos el periódico La Voz Hispana que no se vende ni se compra. ¿Cómo la ve? Cuídese usted de no pecar que de las buenas quedamos pocas y medias desprestigiadas.
Milagros Angelica del Carmen Hinojosa
Respuesta
Querida Milagritos Angélica del Carmen,
Se nota que cuando te bautizaron lo hicieron utilizando el calendario católico Justiniano donde están los nombres de unos 325 santos y santas y para así borrarte el pecado original, un tema controversial de acuerdo al cual todos lo habríamos heredado por el pecado cometido por Adán y Eva en el Paraíso en ese controversial asunto de la manzana, la fruta prohibida y la serpiente.
La pregunta es, ¿qué culpa tenemos nosotros de que Eva, que tenía que ser mujer y somos las que siempre pagamos los platos rotos y que Dios la sacó de acuerdo a Génesis de la costilla de Adán, sucumbiera ante los consejos de la Maga serpiente a quien el supremo hacedor la condenó a ser la especie más odiada?
“El punto es” como decía mi maestra de ortografía en la escuela de Mayagüez, es que estaríamos ya pre condenados si no cumplimos con los Diez Mandamientos y en este caso particular, y de acuerdo al Antiguo Testamento, el Todopoderoso condenó al pueblo judío con ir por el planeta sin una patria porque no respetaban sus preceptos y mandatos. Sin embargo, siguen pecando porque están bombardeando a Gaza. Es que son porfiados y soberbios.
Lamentablemente, todo este sentimiento de culpa que nos hacen sentir como pecadores ha sido utilizado por siglos por algunas religiones para hacernos sentir causantes de los fenómenos naturales tales como, y para enumerar algunos, los terremotos, erupciones volcánicas, diluvios, lluvias torrenciales, inundaciones, plagas y guerras infernales e interminables donde mueren millones de seres humanos.
Milagritos, me perdonará el curita, pero a mi modesto modo de ver las cosas, no podemos asustar a la gente predicando que las guerras y cataclismo son culpa de nosotros, aunque se entiende el terror que le tenemos a los cataclismos y a los trágicos sucesos ocurridos en Texas y Nuevo México, pero donde la culpa es de los gobernantes que no previeron científicamente lo que pueden provocar las lluvias torrenciales y el crecimiento súbito de las aguas de los ríos, ayer tranquilas vertientes.
Si hay que buscar culpables dudo que Dios castigue a víctimas inocentes, bautizadas o no bautizadas.
Culpables son el presidente Trump y el senador Ted Cruz de Texas quien apoyan en la actualidad el corte de fondos para la agencia FEMA que ha trabajado en forma efectiva para aliviar a las víctimas de estos fenómenos que la ciencia y tecnología ya puede prever como es el caso de los anuncios de tornados, posibles caídas de aerolitos y huracanes como los que se nos vienen encima.
Si hay que rogar, es por las víctimas, sus familiares y las comunidades azotadas por este error gubernamental y no cogiendo nosotros y nosotras la culpa por “nuestros pecados.”
Ahora bien, y en mi caso, si es que personalmente he pecado y cometido errores me arrepiento o me arrepentí, pero no tengo porque confesarlos a los curas, ni en alta voz frente a una congregación para humillarnos.
Cuídate mija porque hay valiosos consejos de Jesucristo, Buda y Confucio que no nos hacen sentir culpables, y apliquemos la importante y básica Regla de Oro: “No le hagas al prójimo, lo que tú no quieres que te lo hagan a ti.” He dicho y Caso Cerrado.
Tía Julia