Tía Julia,
Me atrevo a escribirle porque ya una señora en una pasada edición de La Voz se quejaba de que el esposo estaba más nervioso que pollo en corral ajeno por esto de las elecciones que se extienden más que telenovela mexicana. Con el mío fuimos a las siete de la mañana de este pasado martes a votar acompañados de mis dos nenitos de 20 y 23 que también ejercieron este sagrado derecho a votar y botar porque al candidato que pierda lo botan como plasta ja-ja-ja; ¡cómo me gustan los chistes!
Desde ese funesto día 3 de noviembre mi esposo no ha podido quedarse tranquilo y mete más ruido que un derrumbe de bacinicas. Se lo pasa pegado al televisor, al celular y a su computadora y tomando notas. A diferencia de la otra señora que ya tiene dislocadas las caderas porque a su esposo se le pasa la ansiedad con la matreterapia, para mi esposo yo ya no existo y al menos ahora puedo mi telenovela favorita “El Cartel de La Sultana, la Vengadora de la Anaconda Tuerta.”
Otra cosa que me ha llamado la atención en la conducta de Jacinto es su consumo excesivo de te de los DD a los que yo le llamo agua sucia por las consecuencias que usted se imagina. Cuando lo he convencido de que me acompañe al supermercado, al tipo le dan ganas de eso y cuando no hay un DD cercano o un Stop & Shop, pega el carro a una orilla de algún estacionamiento abre la puerta del pasajero y la de atrás y se pone a desaguar sin importarle lo que dirían otras personas. ¿Sería este un problema de la próstata porque en la TV han dicho que con el paso inexorable del tiempo este problema de incontinencia afecta a los que fueron maestros, reporteros o gente que trabaja de pie?
Ahora Jacinto sufre de pesadillas donde ve que Trump envía a agentes a las casas que votaron por el señor Biden y se les van a quitar. Cuando esto pasa, se despierta gritando; “¡Abuso! ¡Nooooooo! y me mete patadas que ya me tienen las batatas más averiadas que las de este muchacho Maradona al que apodan Manito de Ángel.
Para describirle mi problema le debo decir que en el escritorio de mi esposo hay una pantalla gigante de su computadora donde ve las noticias, pone mensajes en el Facebook, y por el celular que mantiene a su lado izquierdo envía nuestras fotos cuando votábamos a su familia en Rio Grande y a la mía de Fajardo. El otro día le sugerí con mucho cuidado y respeto si quisiera ver un episodio más de una película de James Bond que en paz descanse, y me grito que no fuera irresponsable y me informara para se me quitara lo ignorante y no cayera en las garras de Trump. ¿Se imagina que insulto?
Ahora pasa pegado al teléfono con mi hermano Pito discutiendo lo de Puerto Rico donde dicen que los estadistas ganaron nuevamente la gobernación y que se la venderán a Trump para instalar campos de golf en Jayuya. Pito es por lo general de un espíritu tranquilo más tranquilo que una puerta y aunque es independentista le dice a Jacinto que se calme y que un proceso de esa magnitud no es algo rápido, sino que más lento que una patada de astronauta. Jacinto dice que no y que en la isla habrán revueltas mas sangrientas que una fabrica de morcillas porque Trump va a mandar a los marines a fastidiar el parto entrando como en el pasado por Guánica.
Cuando contraje maltrimonio con este hombre tenia la idea que los varones son el sexo fuerte y nosotras el sexo débil porque como dice el hermano Froilán de la Congregación Alfa Omega Zeta y Por Allí Pa’ Bajo,” nosotras seriamos nada más que la costilla del hombre y tenemos que subyugarnos a lo que ellos dicen incluso en aquello. ¿Usted me entiende? En otras palabras, que no valemos na, cuestión que piensa Trump por lo cual yo no he votado por él. Tía, es que los machos no tienen que dar a luz los nenes y las que históricamente han sido el sexo fuerte somos nosotras que tenemos que parir y amamantar, perdonando las expresiones. Mis hijos me han dicho que lo tome suave y que una vez que se sepan los resultados, Jacinto se va a mejorar de estas manías.
He tratado de calmar a mi esposo diciéndole que hay cosas que podemos cambiar y otras que no cambia na, como decía el hermano San Francisco, pero entonces se enoja y me insulta diciéndome conformista y fanática de los santos. Tía, le envío este correo en calidad de urgente y espero que me responda pa’rapido ya que mis hijos están muy preocupados y piensan, porque son estudiados, que Jacinto está desarrollando síntomas del mismo desorden del esposo de la otra señora, es decir, ansiedad aguda y por lo tanto debería relajarse mirando las aguas del rio Connecticut en estos días que hay menos viento y subirá la temperatura; ¿y porque no? tomarse un Tylenol con te de jengibre y ajo.
Rosalía
Querida Rosalía,
Me apresuro a responder tu gentil correo porque lo que le sucede a Jacinto, tu esposo, es semejante a lo que sufre toda la nación de los Estados Unidos desde que el señor Trump llega en enero del 2017 a la Casa Blanca y comienza a fastidiar con el Twitter, insultar a los latinos y a la Nancy Pelosi, meter embustes, reírle las gracias a los neonazis y al KKK, mentarles la madre a los demócratas y reducir los impuestos a los riquitos que por coincidencia son blanquitos y todos y todas estamos todavía con la boca abierta porque nunca habíamos visto a un engendro de este tipo.
Según los expertos en la mente humana, en una escala del uno al diez, siendo el #1 el equivalente a la tranquilidad y calma de los ciudadanos y el # diez el caos y el enredo, todos, demócratas o republicanos vivimos en el número 8, es decir al borde de la crisis existencial.
Que los hombres son el sexo fuerte estoy de acuerdo por el olor que les emerge desde los pies y de otras partes estratégicas. Tradicionalmente como dice la gran congresista Ocasio que con sus tres colegas fueron reelegidas con muchos votos, la mujer es el sostén de la humanidad porque cargamos a los nenes en el vientre materno por nueve meses, lo parimos con dolor y después tenemos que cuidar al animal más frágil de la especie animal, el hombre, hasta más allá de los 16 porque algunos son unos manganzones, aunque no todos.
Por otro lado, compadezco a los y las que están contando los votos en ausencia que no le gustan a Trump y que, en definitiva, a pesar de los picapleitos del presidente, darán finalmente los resultados. Tu esposo tiene que cuidarse de la hipertensión, subidas sorpresivas de la glucosa en la sangre y el motorcito ya que está demasiado estimulado con el revolú. Que siga hablando con tu hermano Pito para que lo tranquilice porque si no, se le podrían derretir las neuronas y comenzaría a peinar muñecas. Debido al consumo excesivo y compulsivo del té y el café DD, la necesidad de desaguarse es normal, pero también no se puede olvidar que el cuerpo humano se deshidrata y se pone tan seco como un escupo de momia. ¡Que se cuide y recuerde que este mal lo sufría Napoleón y lo sufre el vejete Giuliani que se lo toca mucho!
Por ahora te dejo, suerte con Jacinto y me alegro de que tus nenes te estén apoyando en este calvario cuesta arriba que después podría ser cuesta abajo porque todo lo que estamos viviendo es innecesario e injusto. Ahora me disculpas porque tengo que ir a ver los últimos resultados en la TV, chequear mis mensajes en la computadora, revisar los que tengo en el celular y reírme un rato con las aventuras de la doctora Polo y los casos de paternidad. ¡Qué bien actúan los demandantes!
Tía Julia
Comentario a los Consejos de la Tía Julia. Tía yo le dije a mis sobrinos que fueran a votar el martes pasado porque si gana el Trump a quien le encanta el ejemplo de su modelo Vladimir Putin, no habría más elecciones y todo lo decidiría él y la Suprema extremista. Los latinos de Florida no entienden y los demócratas debieran concentrarse allí para decidir alguna futura elección, si es que las hay. Rodrigo de New London.