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Tía Julia: Soy una joven que nació en el área del Caribe donde el presidente Trump desea invadir a mi país de origen. Esto de sacar a Maduro es una idea inmadura y estoy segura de que, aprovechando la ocasión, con los portaviones, aviones de guerra, submarinos y soldados el presidente querrá seguir con Colombia, ¡Oh, Dios!
Sin embargo y esto entre usted y yo y yendo al punto, soy la única hija de padres nacidos en China quienes tuvieron que escapar del país por los desmanes de los guardias rojos de la revolución cultural de Mao quien era Mao Menos y exigiendo que las familias tuvieran solamente un hijo o una hija. Fíjese que ahora están escasos de mujeres y tienen que importarlas desde Corea.
Ya que teníamos familiares en Bridgeport, nos mudamos a Connecticut y por acá estamos contentos, aunque nos sorprenden las pillerías que hacen en las elecciones y que al alcalde lo reelijan a pesar de que cumplió siete años en el condemonio con rejas por acciones corruptas. ¿Un felón?
Llevamos una vida tranquila y nos hemos ganado la vida honestamente en un restaurante de comida típicas del país de mis antepasados, pero incluimos otros guisos tales como tamales, papitas rellenas, sopas picantes Dos Veces, y asopaos. Para que lo sepa y nos visite, el Restaurante se llama “Cumbia Full Dragón Soul,” y esta cerca de la Main (paso aviso).
Cuando estudié en la universidad de Bridgeport y antes del discurso del presidente que ahora dice que es amigo del presidente Xi pero que nos acusó en su primera presidencia de traer la Pandemia “Covid-19 “Kung Fu,” no éramos señalados como indeseables ni nos miraban raros. Se realizaban eventos multiculturales donde países como Irán, China, Congo, Perú, y nosotras, mostrábamos nuestros bailes y cultura. Pero mire usted como son las cosas porque cuando no es “dinga es mandinga,” como decía mi novio boricua.
El otro día fui a una actividad de las Damas de la Hermandad de la Virgencita de la Mancha, y allí mismo una mujer a la que no conocía pero que tenia cara de yegua me preguntó si era común que nosotras las Latinas y asiáticas nos dedicáramos al trabajo más antiguo de la humanidad, es decir la venta del soma. ¿Usted me entiende?
Yo no soy arrebatada, pero le dije enseguida y muy indignada que este problema no se daba solamente en nuestros países, sino que, en todos los países del mundo, inclusive en él de ella, cuyo nombre por ahora callaré para no ser impropia, pero está en Europa y hablan castellano.
Pero mire usted por dónde viene mi problema. Como ahora estoy estudiando en un colegio de la comunidad, allí los tipos me están mirando raro y uno de ellos me preguntó si yo era de la misma ciudad de la tipa ésa a la que le decían el Saludo porque no se lo negaba a nadie y que según él tiene cara de cumbia. Ahora me da vergüenza decir de donde provengo porque por una pagamos todas. Otro se atrevió a preguntarme si me gustaría posar con bikini extra body para una revista extraña llamada “Hilito Dental Master.”
Yo le puedo asegurar tía a usted y a sus numerosos lectores que ésta no es la conducta de todas, y al menos en Maracaibo, nos acostábamos bien temprano después de rezar el rosario, y siempre salíamos con chaperonas.
Ahora además de solicitar su gentil consejo, quisiera hacer un llamado a la comunidad para que no generalicen, ni que, a partir de la conducta lujuriosa de algunas, afecten a todas las latinas (que no hablamos latín) y que somos mujeres piadosas, virtuosas, pudorosas y más serias que un gato de yeso. ¡Exijo respeto!
Gracias de antemano por publicar este cartita.
Conchita
Respuesta
Conchita, lamento por la que estás pasando con admiradores descorteses y gracias por mencionar a la presidenta mejicana Claudia Sheibaum quien cuando hablaba con otras mujeres en la vía pública, llegó un borrachín que la dejó más tocada que un pandero, aunque ella es ya abuelita. Dicen que los guardias de seguridad no actuaron para protegerla de esta ofensa y esperamos que al tocón se le lleve a la justicia y a los que no la cuidaron les den el finiquito de empleo como los que le hada dado Trump a cientos de miles de empleados federales.
Yendo al tema, desde tiempos inmemoriales con la excepción del Paraíso donde solamente habitaban Adán y Eva y vivían desnudos cubriéndose, dicen con hojas de parra, nuestro género femenino ha estado en cuestión. Pero fíjate que es a Eva a quien siempre le echan la culpa de que Adán mordiera la manzana de carne y quien la instó a Eva a pecar fue una culebra y no un culebrón.
Afortunadamente, en octubre se hizo conciencia acerca del abuso en contra de nosotras porque las notas policiales muestran como se no gritan, abusan, empujan e insultan aquellos que comparten el hogar y el matre. Felicito al Hispanic Health Council de Hartford por la campaña y la marcha por la calle Park.
Pero fíjese como se bate el café. Cuando damas desesperadas por el abuso inician el proceso de divorcio donde se discute quien tendrá la custodia de los hijos e hijas, las mujeres corremos enormes peligros.
Este fue el caso de la madre de cinco hijos a quien su esposo de apellido Dulos había amenazado con hacerla desaparecer…y lo cumplió ya que sus restos mortales jamás han sido encontrados. El cobarde finalmente se suicidó y la cómplice que era su noviecita y de apellido Troconis, está en el condominio con rejas apelando. Hummmm.
Sin embargo, Conchita, es mi opinión hay ahora muchas mujeres ya maduras y muchachitas quienes ya no se dan a respetar exhibiendo en el verano e incluso en invierno partes de su cuerpo con minifaldas excesivas, blusas escotadas y peligrosos implantes en las nalgas y a los que me referí en la pasada edición. Por esto los tipos descontrolados, supervisores, profesores, dibujantes enfermitos y los viejillos que buscan nenas se sienten con la autoridad de tocar y después decir de un modo desfachatado que las nenas o mujeres les provocan. ¡Descarados!
En varias universidades ya se han creado grupos de muchachas que están discutiendo la conducta desaforada y desmedida de profesores, entrenadores y otros estudiantes para denunciarlos a las autoridades y se tomen las medidas de protección AHORA.
Las otras noches asistí a unos conciertos de bandoneones y Ukelele en la Universidad de Yale y aunque estaba frio, varias muchachitas se estaban luciendo con shorts más cortos que mangas de sostén y los jeans que se ponen con vaselina.
Conchita, gracias por traer este importante tema a la agenda y busca el apoyo de grupos y consejeros y consejeras de la universidad. Siempre puedes llamar al 911.
Tía Julia