No son descortesías, pero hay gente que se extraña y lo miran con desconfianza ¿Estará tostado o es el condenado polen?
Consulta
Tía Julia: Me animo a escribirle porque he leído consultas extrañas y pasmosas que tienen que ver con la salud y casos de personas extraviadas en estas vicisitudes de la existencia que según un poeta cubano parece una chiringa “tan alta y tan alta que para alcanzarla es preciso morir, para luego existir.” ¡Oh, Dios!”
Soy una doncella de 28 años bien vividos y bien alimentada, pero no en exceso, y tengo un novio que trabaja en una escuela como para profesional con niños problemáticos que, según él, de ser buenos son buenos, pero cuando duermen, son más activos que un conejito, pero cariñosos.
Lo que pasa tía es que cuando habla con los padres de los chamaquitos o con mis amistades utiliza respuestas que yo considero medias pasadas y las he grabado para que usted se forme una idea más cabal de mi problema y con lo que estoy bregando.
Caso 1
-Como está Don Justino?
-No tan bien como tú, pero no es tu culpa.
-Hummmmm
Caso 2
-Justino, ¿cómo has amanecido?
-Como meado por un gato, pero este es un problema mío así es que no te preocupes.
– No me voy a preocupar…
Caso 3
-Don Justino cómo está su vida…
-No tan bien como la suya, pero para decirte la verdad, como cuando eras pobre.
– Hummmmmm
Caso 4
-Justino, y de que falleció tu abuelito?
-De viejo sería, pero no fue culpa mía…
-Lo siento…
-Saludos a tu abuelita, vete por la sombrita y que se lo pasen bien…
-Gracias
Caso 5
Cuando alguien golpea la puerta de su oficina
– ¿Permiso, se puede?
-Pase, pase, adelante lo tiene
Tía no deseo extenderme en las respuestas de mi esposo Justino, pero estas afectan su profesionalismo y eficacia en las relaciones humanas, aunque el presidente Trump responde también con mucha brutalidad y pareciera que si le tiraran pasto se lo come. Una amiga que trabaja en la misma escuela me contó que algunos padres se han quejado, pero también muchos otros se ríen con las ocurrencias y además porque trata con sumo respeto a los niños.
Ahora bien, cuando vamos de visita, a alguna fiesta o de paseo a la playa sale también con respuestas insólitas y este es un ejemplo.
Caso 1
– Don Justino y usted no se baña?
– No porque no nada nada y no traje traje
– ohhhhh.
Caso 2
-Justino, usted no baila
-No porque tengo una pata fastidiada, pero no es culpa de las viejas amigas ni de amigas viejas.
– ¡Hay usted con sus cosa!
Tía yo no sé si Justino es porfiado todos los días o descansa para cuaresma. A propósito de cuaresma, el otro día mi hermano le preguntó si iba a misa a lo que Justino le respondió.
-No, no voy a misa porque eso solamente atrae a las masas y a las mozas que se quejan porque no hay mesas y a veces el cura colombiano hace la misa a medias.
Tía por favor aconséjeme porque ya las amistades no nos invitan debido a la forma como este hombre interactúa y se relaciona con los seres humanos.
Raquel
Respuesta
Querida Raquelita,
Veo que te has sacado los premiados con tu novio Justino. Estuve revisando el segundo tomo del texto del lingüista colombiano Bruno Exequiel Batista Mendoza intitulado “Expresiones y protocolos verbales casi en desuso.” Dice que las respuestas de Justino pueden parecer anormales, pero no tanto como los extraviados discursos que hizo el presidente Trump para alborozo de los reyes disfrazados de pingüinos de Arabia mundialmente conocidos como torturadores dictatoriales, abusadores de camellos y crasos asesinos.
Este hombre vulgar que se cree Rey es prosaico e inelegante y habló mal del presidente Biden y déjame decirte que esto si fue anormalidad y mala leche por los insultos al exmandatario que está pasando las crisis y trances inevitables e irrevocables del transcurso de los años, sobre todo si van más allá de las ocho décadas. Ahora está afectado por el problema de la próstata. Roguemos por él al Supremo hacedor.
Como en el caso de Justino hay muchas personas que usan esas respuestas que algunos consideran como zanganerías, pero que nada significan ni son soeces, necesariamente.
Raquel, por tu modo de escribir noto que eres estudiada, tanto por tu educación superior como por tu novio el cual cuando no habla te toca. Déjame decirte que hay hombres peores que Justino que responden solamente con sonidos bestiales tales como, ¡ehhhh!, ¡mmmmm!, ¡ajummmm! Otros cuando llegan visitas se esconden, les da por ir al toilette y dañan el ambiente con gases.
Es más, un día mi sobrino me llevó a visitar a mi sobrinita Margot y el cónyuge no nos saludó y solamente miró el televisor dándonos la espalda ¡Que mastodonte! Al parecer se había graduado de la Universidad de la Vida donde hay dormitorios con rejas. Finalmente, la sobrinita lo envió a buena parte y se divorció de este mequetrefe.
Pienso además que debieras sugerirle a Justino que obtenga su diploma de educador porque en New Haven y Hartford hacen falta los maestros de educación especial y al parecer el tiene la paciencia que se requiere para este sagrado oficio. Estoy casi segura de que se defiende en el idioma del argentino Chekespare que escribió una obra teatral más triste que el cheque de fin de mes que se intitula “Hamlet.” Este era un muchacho inglés que sufría el complejo de Edipo, estaba enamorado de la mamá y celoso del tío que había asesinado a su padre, el Rey.
Una forma de ayudar a Justino a mejorar los protocolos de sus respuestas es ensenarle a utilizar las frases, “gracias por preguntar por mi abuelita,” “no me ha ido muy bien, pero estoy mejorando,” o “es usted muy amable preguntándome por mi salud. Tengo 40, pero me siento cómo de 20.”
Tu puedes ser la mejor maestra y ya verás como el hombre va mejorando el léxico con respuestas aceptables en nuestra sociedad, con la excepción de los exabruptos del Trump que son incurables, permanentes y sin remedio. Es mental.
Abrazos, que Dios te bendiga, evita los rayos directos del sol y en la playa, sea cerca del mar o en los estacionamiento usen crema protectora Nivea, se la pone en la mañana y por la tarde “ni vea como les quedó el rostro”.
Julia