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Tía Julia,
Soy una nena de 22 años, terminando mi profesión de diseñadora, con ganas de casarme, tener un hogar y muchos hijitos. Como usted sabe ahora no hay fiestas, festivales al aire libre ni eventos por lo de la Pandemia y el distanciamiento, tuve la idea, no sé si buena o mala de hacerme amiga virtual de un muchacho que por lo que escribía, se notaba transparente porque ya me contó que tenía dos incisivos implantados, era medio sordo y se le iba un ojo hacia el Este.
Después de varios textos nos reunimos en un DD manteniendo la distancia y al parecer yo le gusté mucho ya que me pidió que siguiéramos viéndonos y como usted se puede imaginar, me dijo que vivía solo, que había tenido una novia que se le fue a Texas y por allí pa’abajo. Me ha estado invitando a su departamento, pero yo me he negado porque una no sabe si es un psicótico que entierra vivas a sus víctimas como se ve en las películas.
Tino me ha elevado mi autoestima y me dice que me parezco a una actriz de la telenovela mexicana “El amor con dos pistolas y una chaveta” que no he visto ni deseo verla porque la violencia no me agrada, especialmente en contra de las mujeres. Así las cosas, le conté acerca de Tino a mi mai quien me autorizó para invitarlo a almorzar con mi hermano Carlín.
El tipo llegó a la hora con unas flores para mamá y una botella de vino, pero enseguida notamos en su faz cierto tono de disgusto que en un comienzo no comprendí atribuyéndolo a la tensión normal por ser esta una primera visita. Tino habló con mi hermano que está estudiando actuación vía online en un community college y que trabaja part-time en una fábrica de fósforos.
Una de las cosas que me ha llamado la atención es que este hombre después del tremendo almuerzo ya no me llama con la frecuencia de antes y nuestros encuentros son más fríos que nariz de foca. Como a mí también me gusta ser transparente y hablar las cosas pa’seguida le pregunté que le pasaba, que como le agradó el plato de chuletas con arroz con calamares y pan del cielo, y el asopao de lengua que le sirvió mi mamá y otras cosas para enterarme acerca del porqué de su cambio de ánimo.
Finalmente, el tipo me dijo que a él no le gustaban las mujeres goldas y que si ahora yo le atraía física y espiritualmente temía que cuando tuviéramos hijos, los niños se parecerían a mi hermano que también es cargado a las libras en exceso y a mi mamá. Por allí mismo yo le dije que me mostrara una foto de su abuela por lo cual tomó ofensa y agravio. Tía, para serle franca, yo estaba ya a punto de yacer con Tino, pero me da la impresión de que como al presidente actual, le gustan las mujeres meramente para el goce y que después las deja de lado o se mete con rameras.
¿Debiera continuar con Tino o más bien espero a otro enamorado?
Sinceramente y con amor, me despido de usted,
Julieta.
Respuesta,
Julieta, alégrate de que el tipo fue claro y te habló lo que había porque hay otros que después de aprovecharse de las nenas hacen la del “cometa,” es decir aparecen después de dos años con la historia de que eran agentes secretos. Tino parece ser un sujeto que cree en estereotipos de revistas de moda en las cuales, y también películas, las mujeres deben ser frágiles como una chiringa, sensuales y pueden controlar.
Fíjate, Julieta que este tipo de crustáceo que te pretendía, pero quien en realidad es un Romeo más flojo que la mandíbula de arriba; se da a menudo en nuestras sociedades e incluso en el mundo profesional. Me contaron de buena fuente el caso de un administrador escolar en Bridgeport que obligó a su esposa a llevar dietas torturadoras que incluían ayunos y gimnasio todos los días para que la pobre se mantuviera como la había conocido a los 18 años en la universidad. La pobre se mantuvo bastante flaca a pesar de los tres hijos, pero desarrolló anemia, déficit de hierro y problemas de descalcificación en los huesitos y la dentadura.
Consultando a expertos en el tema, Tino podría ser un hombre misógino que por razones psicológicas, en el fondo aborrecen a las mujeres, nos las reconocen como personas, las critican, las degradan y pueden ser sexualmente muy agresivos y controladores. Lamentablemente se casan, pero sus matrimonios son breves pues, ¿qué mujer soporta tanta critica y que la tiren emocionalmente pa’ abajo?
En relación a la infame idea de este sujeto de que tu pudieras llegar a aumentar de peso y parecerte a tu mamá, es cierto que hay dos causas o más de esto del aumento de peso. Para comenzar, la mujer engendra hijos o hijas y las carga por nueve meses en su vientre, acumula líquidos y también grasa. Sufre de cambios hormonales, les dan antojitos a las tres de la mañana tales como mantecados y cosas dulces, consecuentemente, aumentará varias libras.
Por otro lado, y de acuerdo al Dr. Charles Gordinni de ancestro italiano, la cultura gastronómica también tiene que ver con el ganar peso y nuestras comidas calificadas por algunos como patrióticas y entre las que se cuenta el arroz con gandules, los pasteles, el pan del cielo y del otro; las pastas con alta concentración de harinas y nuestros metabolismos pueden ser un factor del aumento de peso. Gordinni decía en una conferencia acerca de las ventajas y desventajas de comer linguini y espagueti que había cosa de ver al fenecido cantante Luciano Pavarotti y a otros aficionados a la pasta en base a harina y a los biscochos con crema Chantilly.
Esta cuestión del peso tiene que ver primeramente con la energía que gastamos y la que absorbemos comiendo. Ahora con la Pandemia los hombres están desarrollando más nalgas que la JLo debido a que trabajan desde la casa y se lo pasan sentados comiendo emparedados, papas fritas, donuts, y ésta es la tormenta perfecta para ganar peso.
Ahora bien, la influencia genética en el peso es posible y se ha comprobado con la transmisión hereditaria de enfermedades tales como la diabetes, la hipertensión, el cáncer y también la obesidad.
Por ese motivo la pregunta que le hiciste al desatinado Tino acerca de cómo se veía su abuela fue acertada por la posibilidad de un factor genético, pero también por la tendencia de los progenitores de comer mucho ñame, yautía, yuca con bacalao y aceite de oliva, el arroz con amarillos y papas rellenas.
Como decía mi tio Blas, “la herencia carga la pistola, pero los hábitos del comer la disparan.”
Por todo esto concluyo diciendo que Tino se parece al administrador que obligaba a su esposa a bajar de peso con ayunos, pero por otra parte te libraste de un tipo controlador y quien sabe que más.
Saluda a tu mamá y a tu hermano Carlin. Con cariño explícales también los peligros de la obesidad y la visa sedentaria pandemiosa.
Julia