Bienvenidos a su programa Misión Guadalupana, con el Dr. Juan Arellano, el cirujano de las Estrellas, hoy hablaremos como siempre mucho y bien de las cosas buenas. De la Misión Guadalupana, que consiste en que el amor de los amores sea amado.
Hablaremos desde la visión católica, que conecta con esos anhelos profundos tiene para sintonizar con el corazón humano
Si porque Dios nos quiere felices…
Y hoy en día la cultura actual los deforma y hace pensar que los deseos o son pecado o hacen daño
Justo es la Misión Guadalupana, que desea nuestra Madre, es asemejarnos al corazón humano de su hijo Jesucristo que el maligno lo deforma.
Entonces Doctor los deseos no son nuestros enemigos, Doctor Arellano.
Todo lo contrario, Luis, los 7 pecados capitales son en realidad señales de abundancia y felicidad que el maligno ha distorsionado.
Nos basamos en el libro, Los “7 Anhelos del Hombre” generalmente se refieren a los deseos profundos del corazón humano explorados en el libro “Dioses Rotos” de Gregory K. Popcak, donde cada anhelo natural está distorsionado por un pecado capital. Los anhelos incluyen la dignidad (distorsionada por la envidia), la comunión (lujuria), la justicia (ira), el bienestar (gula), la confianza (avaricia), la abundancia (soberbia) y la verdad (pereza)
La verdadera felicidad une la verdad la bondad y la belleza
Y en esta cultura las separa. Desde esta óptica doctor Arellano, solo así el cristianismo seria atractivo.
Justo es eso. No es que mi religión me lo prohíbe, más bien cambiar el chip; lo que daña al hombre es lo que ofende a Dios.
Es un camino de plenitud no solo de prohibiciones
Y esto me deja a mí con una reflexión Doctor, una pregunta final
Aceptando esta premisa del libro tan solo para pensar que los deseos profundos son buenos y que apuntan alto y que los pecados son sus distorsiones.
Qué pasa si miramos nuestra cultura qué nos dice nuestra cultura actual.
Nuestra cultura parece que el foco está justo ahí en las distorsiones en la soberbia del yo por encima de todo, la envidia las redes sociales, la ira que polariza, el consumismo como avaricia y la búsqueda de seguridad, la falsa indiferencia cómoda con la obsesión por ciertos bienestares la banalización de la comunión visto así desde esta óptica podría ser todo esto un síntoma.
Si, un síntoma de que de una sed profunda una búsqueda colectiva de quizás de una sociedad que ha perdido el norte que se aferra a sucedáneos que no encuentra y que no sabe buscar en la fuente original de sus deseos.
Una especie de desorientación masiva del anhelo una búsqueda que solo colma Dios.
Y para redondear nuestra idea, terminare la frase redonda de San Agustín.
Dios colma en el Corazón del Hombre un deseo de Felicidad que solo el puede satisfacerlo
Así es Doctor, y lo ha puesto así para atraernos a él que es la fuente de la verdad, bondad y belleza.
Gracias por su tiempo Doctore en una emisión más de Misión Guadalupana
Bienvenidos a su programa Misión Guadalupana, con el Dr. Juan Arellano, el cirujano de las Estrellas, hoy hablaremos como siempre mucho y bien de las cosas buenas. De la Misión Guadalupana, que consiste en que el amor de los amores sea amado.
Hablaremos desde la visión católica, que conecta con esos anhelos profundos tiene para sintonizar con el corazón humano
Si porque Dios nos quiere felices…
Y hoy en día la cultura actual los deforma y hace pensar que los deseos o son pecado o hacen daño
Justo es la Misión Guadalupana, que desea nuestra Madre, es asemejarnos al corazón humano de su hijo Jesucristo que el maligno lo deforma.
Entonces Doctor los deseos no son nuestros enemigos, Doctor Arellano.
Todo lo contrario, Luis, los 7 pecados capitales son en realidad señales de abundancia y felicidad que el maligno ha distorsionado.
Nos basamos en el libro, Los “7 Anhelos del Hombre” generalmente se refieren a los deseos profundos del corazón humano explorados en el libro “Dioses Rotos” de Gregory K. Popcak, donde cada anhelo natural está distorsionado por un pecado capital. Los anhelos incluyen la dignidad (distorsionada por la envidia), la comunión (lujuria), la justicia (ira), el bienestar (gula), la confianza (avaricia), la abundancia (soberbia) y la verdad (pereza).
La verdadera felicidad une la verdad la bondad y la belleza
Y en esta cultura las separa. Desde esta óptica doctor Arellano, solo así el cristianismo seria atractivo.
Justo es eso. No es que mi religión me lo prohíbe, más bien cambiar el chip; lo que daña al hombre es lo que ofende a Dios.
Es un camino de plenitud no solo de prohibiciones
Y esto me deja a mí con una reflexión Doctor, una pregunta final
Aceptando esta premisa del libro tan solo para pensar que los deseos profundos son buenos y que apuntan alto y que los pecados son sus distorsiones.
Qué pasa si miramos nuestra cultura qué nos dice nuestra cultura actual.
Nuestra cultura parece que el foco está justo ahí en las distorsiones en la soberbia del yo por encima de todo, la envidia las redes sociales, la ira que polariza, el consumismo como avaricia y la búsqueda de seguridad, la falsa indiferencia cómoda con la obsesión por ciertos bienestares la banalización de la comunión visto así desde esta óptica podría ser todo esto un síntoma.
Si, un síntoma de que de una sed profunda una búsqueda colectiva de quizás de una sociedad que ha perdido el norte que se aferra a sucedáneos que no encuentra y que no sabe buscar en la fuente original de sus deseos.
Una especie de desorientación masiva del anhelo una búsqueda que solo colma Dios.
Y para redondear nuestra idea, terminare la frase redonda de San Agustín.
Dios colma en el Corazón del Hombre un deseo de Felicidad que solo el puede satisfacerlo
Así es Doctor, y lo ha puesto así para atraernos a él que es la fuente de la verdad, bondad y belleza.
Gracias por su tiempo Doctore en una emisión más de Misión Guadalupana