Ni la lluvia logró apagar el ritmo ni el orgullo boricua durante el Festival Borikén, celebrado hoy en Ocean Beach Park en New London. Bajo cielos grises pero corazones llenos de alegría, la comunidad puertorriqueña se dio cita para rendir homenaje a su cultura, su música y sus raíces.
La celebración arrancó con la fuerza ancestral de la Bomba y la Plena, géneros musicales afroboricuas que conectan generaciones. El grupo Movimiento Cultural abrió el evento con una presentación vibrante, acompañado por Bomba de Aquí, creando juntos un espectáculo lleno de energía, tambores y expresión cultural. El repicar del barril, los cantos y los bailes envolvieron al público, recordando que el tambor sigue siendo símbolo de resistencia y orgullo.
“Los tambores han regresado a nuestra tierra,” expresó uno de los organizadores, resaltando el poder del arte como herramienta de identidad y conexión.
A lo largo del día, los asistentes también disfrutaron de una variedad de comida típica puertorriqueña, ofrecida por varios food trucks que llenaron el aire con aromas tradicionales. La mezcla de sabores, música y comunidad creó un ambiente cálido y festivo, a pesar de la lluvia persistente.
Más tarde, el escenario se llenó de ritmo con la participación de otros grupos musicales, que ofrecieron fusiones de salsa, merengue y sonidos modernos. La energía no decayó, y el público siguió bailando y celebrando hasta bien entrada la tarde.
El Festival Borikén en Ocean Beach fue mucho más que una fiesta: fue una afirmación de orgullo, cultura y unidad. Porque, como dice el corazón boricua en la diáspora, “Con lluvia o con sol, Borikén siempre brilla.”