Por Thomas Breen
Según una propuesta de actualización urbanística, no se permitiría abrir tiendas de tabaco nuevas dentro de los círculos naranjas, que describen una zona de 3.000 pies por cada tienda de tabaco autorizada.
¿Prohibir que abran nuevas tiendas de tabaco a menos de 1.000 pies de escuelas, parques y lugares religiosos sería suficiente para proteger a la gente de esa dañina mercancía?
¿Imponer una zona de seguridad de 3.000 pies entre los nuevos negocios de tabaco y los ya existentes sólo serviría para proteger los «monopolios» de los existentes?
Y, si se toman estas medidas juntas, ¿Sería una prohibición real en toda la ciudad, cuando quienes promueven la ley sólo quieren limitar, pero no prohibir, las nuevas tiendas?
Esas preguntas surgieron el jueves, durante una reunión especial en línea de la Comisión de Planificación Urbana, sobre la propuesta de un nuevo reglamento de zonas para esos negocios, presentada por el líder de la mayoría de la Junta Municipal, Richard Furlow, y los concejales Eli Sabin, de East Rock/Downtown y Frank Redente, Jr., de Fair Haven.
La propuesta de reforma del reglamento modificaría el código de zonas exigiendo a los vendedores de tabaco y productos de vapeo la obtención de una licencia municipal de próxima creación. También limitaría que estos vendedores puedan anunciar sus productos con carteles brillantes y llamativos.
Una de las medidas más examinadas por los comisionados, se refiere a la limitación de los lugares en los que pueden abrirse nuevos negocios de tabaco, cuando éstos aparecen en casi todas las esquinas.
Como explicó Alexander Castro, del Departamento de Planificación Urbana, presentando la propuesta, con la nueva zonificación habría dos «zonas tampón» para los nuevos negociantes de tabaco o vapeo.
Estos límites de distancia se basan en los ya existentes para las tiendas de licores.
«Este requisito limitaría las repercusiones negativas y la sobresaturación de minoristas de productos de tabaco y vapor», señala el informe del personal del Departamento de Planificación Urbana.
Al cuestionar al personal municipal y a los promotores de la enmienda, la presidenta de la Comisión de Planificación Urbana, Leslie Radcliffe, cuestionó la eficacia potencial de esos límites de distancia y sobre quién se beneficiaría más.
Dijo que, a las escuelas, los lugares religiosos y los parques -espacios que quedarían protegidos por la franja de seguridad de 3.000 metros – «suele acudir gente que vive en la zona».
Los locales de venta de tabaco existentes -que estarían protegidos por una franja de seguridad de 1.000 metros- suelen ser propiedad y estar frecuentados por personas que viven fuera de New Haven, afirma.
«Habrá un pequeño beneficio para la comunidad», dijo Radcliffe, «pero también un enorme beneficio para quien ya está en el negocio”.
Furlow describió la propuesta como «un compromiso para no imitar lo hecho en otras ciudades» de prohibir completamente la instalación de nuevos negocios de tabaco. En lugar de prohibir esos negocios, preferible la zona de protección de 3,000 pies, “para minimizar el número de esos negocios”.
En un tramo de Whalley, dijo, «hay cuatro tiendas de tabaco. Es demasiado». Y pregunto, “¿Realmente hay tanta demanda para esos negocios?”.
Radcliffe dijo que comprendía ya que, en el Hill, en la avenida Washington, había tres de esas tiendas a lo largo de dos manzanas.
Furlow dijo que esa era la motivación para la zona de los 3 mil pies. “Es para espaciar esos negocios y no haya congestión entre los viejos y los nuevos negocios, especialmente en las zonas urbanas, donde están apareciendo en todas partes”. Radcliffe elogió ese objetivo.
Sin embargo, un contribuyente señaló que los requisitos de distancia podrían constituir una prohibición mayor de nuevas tiendas de tabaco, de lo que plantean el personal municipal y los concejales.
En una declaración anterior a la reunión del jueves, Kevin McCarthy se refirió a un mapa elaborado por el personal de la ciudad, en el que se muestra la ubicación actual de tiendas de tabaco y vaporizadores con licencia estatal.
El mapa incluye círculos de color naranja con un área de 3.000 pies alrededor de cada establecimiento existente. No podrán abrirse nuevas tiendas de tabaco dentro de esos círculos.
Este mapa es útil, escribió McCarthy, pero deja fuera el segundo requisito de distancia, que implica parques, escuelas y lugares religiosos.
La ley propuesta prohibiría nuevas tiendas de tabaco a menos de 1.000 pies de esos lugares. Además, define más ampliamente los negocios afectados que incluirían a gasolineras y autoservicio con licencia para vender tabaco.
Un mapa superpuesto mostraría, según McCarthy, que, “si se toman en cuenta las reglas de los 1,000 y 3,000 pies, no habría más licencias para vender tabaco. La exclusión se aplica a todos quienes tienen licencia para vender tabaco, no sólo a negocios solo de tabaco. Si una nueva tienda o gasolinera quisiera instalarse en la ciudad, se vería limitada a zonas muy pequeñas, a menos que renunciara a vender productos del tabaco.
Asimismo, alguien con autorización para vender tabaco que quisiera reubicarse en la ciudad, vería muy limitadas sus opciones a menos que renunciara a vender tabaco. Esto puede ser conveniente por motivos de salud pública, y es parte de las atribuciones de la ciudad. Pero con respecto a las restricciones de distancia, no creo que esto fue contemplado en la orden de la Junta Municipal”.
No obstante, los comisionados presentes, votaron unánimemente a favor de la nueva regulación, enviándola para su revisión, al Comité legislativo de la Junta Municipal.
«Creo que reducir el alto número de tiendas de tabaco es de gran importancia. Creo que con esto se lograría», afirmó el comisionado Josh Van Hoesen.
El concejal de Westville y Comisionado de Urbanismo, Adam Marchand, coincidió. «Me preocupa mucho la proliferación de estos establecimientos», afirmó.
Aunque es posible que esta propuesta no resuelva todos los problemas con los actuales comercios de venta de tabaco, Radcliffe concluyó, «al menos evitará que la infección se propague», ya que la ciudad contempla la adopción de nuevas normas que entraran en vigencia próximamente, en torno a los permisos locales para las tiendas de tabaco existentes.