La política –que era la ciencia práctica por excelencia– y definida como el arte de construir el futuro, se convirtió en puro arbitrismo demente que reconfigura a su capricho la realidad; y la polis se volvió un laboratorio experimental quimérico de las ideología Woke, LGBT en la que el ciudadano se convierte en un bicho objetivo prioritario de los psicópatas, tal como intuyó genialmente Philip K. Dick: “No puede haber nada potencialmente más peligroso que una sociedad en la que los psicópatas dominan, definen los valores, controlan los medios de comunicación.
Desde el telescopio de lo social podemos afirmar que las ideologías tratan de hacer realidad todas sus ideas delirantes e infantililes, mediante leyes de obligado acatamiento, además son recursos pedagógicos de legitimación social; a las heridas se les llama leyes.
Con una mirada de microscopio esto logra cuajar porque la izquierda ha logrado colonizar el relato y la narrativa cultural, mientras que la pseudo derecha llamada conservadora, ha conservado los errores de la izquierda, sin enmendarlos.
Asumiendo esta disonancia cognitiva, nuestra cultura se caracteriza porque además de tener una crisis afectiva hay una crisis de pensamiento, y de racionalidad.
La pregunta es ¿Porque es tan difícil revertir esta crisis?
Fue Benedicto XVI quien habló de una crisis educativa de la cual ha nacido la crisis afectiva de las cuales no se puede separar el entendimiento de la voluntad y hablamos de dos facultades del alma, que llevadas al terreno intelectual del relativismo crean una metástasis que te quita las defensas y te produce inmunodeficiencia como una hipertrofia.
Entonces acontece sin solución de continuidad que la crisis de pensamiento propia de la modernidad genera la crisis de afectividad de la posmodernidad.
Recurriré a una imagen muy ilustrativa que explica la crisis actual de pensamiento y afectividad. La crisis de la modernidad está plasmada en la figura mitológicas de Prometeo que, desafiando la ira de Zeus, fue al Olimpo y robó el fuego del cielo desencadenando El Progreso humano. Es la ciencia que me hace poderoso, yo tengo la capacidad del futuro este mi mano ese es el modernismo.
Pero viene, el siglo XX tras las dos guerras mundiales fueron el fracaso de la Modernidad porque el hombre iba a hacer un mundo diseñado su medida y eso trajo una decepción desesperada y se pasa de la figura de Prometeo a la del Sísifo, del hombre que está condenado por los dioses hace rodar una piedra cilíndrica cuesta arriba y no es capaz de llegar a la cima. Es decir, paso de la presunción a la desesperación. Se pasó de la soberbia a la desesperación.
Y concluye: La vida no tiene sentido, hace falta hacer tontos para empeñarse una y otra y otra vez subir una roca a lo alto de la montaña. Mejor vamos a dejarla aquí abajo y vamos a disfrutar de la vida, eso es el posmodernismo. Se olvidan del futuro de la sociedad y concentran todas tus energías en su bienestar.
Entonces me quedo mejor con el mito de Narciso que es el que se enamora de sí mismo, carece de ojos para ver el mundo exterior, y no encuentra un tú, diferente de un yo y prefiere ahogarse en su propia imagen. Y en esas estamos.