El mundo está al borde de otra recesión económica, y las señales son cada vez más claras. Muchos expertos predicen que la recesión es inminente y sus efectos podrían ser devastadores. Lo que no se ha respondido, es ¿cuándo sucederá? como tampoco si será poco profunda y suave o profunda y punzante. Con una economía global aún tambaleándose por la pandemia de COVID-19, la posibilidad de una recesión es motivo de preocupación. El presente, explora las señales que apuntan a una nueva recesión económica en Estados Unidos. Naveguemos líneas abajo.
“No existe una definición oficial de recesión”, dice Olivier Blanchard, y luego añade: “convencionalmente se habla de recesión si la economía tiene un crecimiento negativo al menos durante dos trimestres consecutivos”. Si el crecimiento negativo continuase por más de dos trimestres consecutivos, simplemente se trataría de una recesión más alargada en el tiempo. De darse sólo en un trimestre, no se considera oficialmente como recesión. Coloquialmente se le suele llamar “periodo de vacas flacas”. Miles de años atrás; por citar, en Egipto ya hablaban de “vacas flacas” para catalogar una época en la que la economía sufría; los siete años de hambruna en los tiempos de José el gobernador y después de las 10 plagas, son un claro ejemplo.

El Banco Mundial, el 10 de enero alertaba, “la economía mundial se ‘acercará peligrosamente’ a una recesión este año debido al débil crecimiento en las principales economías — Estados Unidos, Europa y China”. El organismo redujo desde el 3% al 2% su estimación de crecimiento para el 2023. Lo que sería el tercer crecimiento anual más pequeño en tres décadas, luego de la crisis financiera en 2008 y el de la pandemia en 2020.
La agencia Bloomberg, la calificadora de riesgo Fitch, Wells Fargo, Goldman Sachs, JP Morgan y Barclays; estiman una recesión de la mayor economía del mundo (Estados Unidos), a partir del tercer trimestre del 2023. Resultado coincidente con un modelo econométrico desarrollado para determinar su probabilidad. Ésta, para Bloomberg es del 65%; debido a la última subida de tipos por la FED (nivel más alto desde 2007) y los crecientes riesgos de condiciones crediticias más estrictas, por quiebras bancarias recientes incluyendo al Silicon Valley Bank (SVB).
La humanidad, ha vivido varias recesiones económicas en el transcurso de su historia; siendo lo característico: una contracción de la actividad económica, consumo e inversión disminuyendo y aumento del desempleo. Evaluemos algunas variables en la economía estadounidense.
El Producto Interior Bruto (PIB), crecerá un 2,5% en el primer trimestre del 2023 según estimaciones de la FED de Atlanta. Un 0,6% y 0,3% en el segundo y tercer trimestres respectivamente. En el tercer y cuarto trimestres del año 2022 creció 3,2% y 2,9%. Como podemos apreciar hay un decremento. Y lo mismo ocurre anualmente: 2021 (5,9%), 2022 (2,1%), 2023 (1,6) y 2024 (1,1%) – siendo los dos últimos años estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los depósitos bancarios muestran una fuga preocupante: $ 600 000 millones en el último año. Del 1 – 15 de marzo, según la FED han desaparecido 160 000 millones y en la tercera semana $ 98 000 millones. Esto después del caso de SVB. El consumo, variable fundamental para medir el PIB se viene reduciendo desde hace meses atrás, “responsable” aproximadamente del 60% de éste.
El ISM Manufacturero acumula cinco meses en zona de contracción (46, 3 dato de marzo); caída en los pedidos de fábrica (0,7% dato de febrero) y una devaluación de su moneda (el dólar), que se explica por aversión al riesgo en los mercados financieros del mundo.
El mercado laboral, prevé un descenso en las nóminas en el segundo y tercer trimestres, y para fines del 2024 la tasa de desempleo llegará al máximo promedio del 5,2% (Fitch). El primer trimestre de 2023 presentará un mayor descenso de la inversión privada, incluyendo el gasto en equipos y estructuras. Además, tenemos unos tipos altos, inflación elevada, fin de estímulos fiscales, que sin duda terminará golpeando a la economía estadounidense.
Por los datos mencionados, al “parecer” la economía del país norteño sufrirá una nueva recesión. Fitch se ha “atrevido” a pronosticar que será “bastante moderada”, lo cual supone un cierto alivio, porque implica un golpe menos fuerte para los hogares del país.
Iremos terminando ¿cuánto dura una recesión? desde unas pocas semanas hasta varios años; dependiendo de las condiciones del mercado, la causa subyacente y la respuesta del gobierno. Según datos de la Oficina Nacional de Investigación Económica muestran que entre 1854 y 2022, la recesión promedio duró 17 meses. Cuando se acorta el período de tiempo entre la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, en promedio son 10 meses. Ojo; es un promedio, no la regla. Otras han durado 16 meses (década 1980), 18 meses (2008 y 2009 – la peor desde la Gran Depresión) y dos meses (2020 la más corta – covid-19). Las recesiones han jugado un papel relativamente pequeño en la línea de tiempo económica. En los últimos 70 años, Estados Unidos ha estado oficialmente en recesión menos del 15% del tiempo.
Al momento de escribir este artículo, la mayoría de los expertos estiman que la recesión podría durar desde varios meses hasta más de un año. Pero hasta que eso realmente suceda, y si sucede, tendremos que esperar y ver.