Pregunta
Querida Tía, con mis compadres nos alegramos de que siga en el 2023 dándonos consejos que son muy apreciados en nuestra comunidad de New London, el puerto del futuro que supera con creces al puertecillo de Bridgeport.
Resulta tía que llegó un tipo de un país que no mencionaré a quien por primera vez le escuché la expresión “Patas Negras.”
Pensando que era una forma racista de expresarse de las personas de color que tienen las sombras de la noche sobre la piel, comencé a guglear acerca de este tema y ahora ya no confío en estas personas y apenas escucho que alguno tiene esa inclinación mordaz, depravada y fuente de problemas matrimoniales, me alejaba de esos sujetos pa’rápido y a mi casa no entraban ni les presentaba a mi distinguida esposa.
De acuerdo al antropólogo y lingüista Jerónimo Daniel Esteves, el denominativo Patas Negras tiene que ver con aquellos sujetos que, siendo casi sorprendidos por los esposos de sus mujeres infieles que pisaron el palito, no tenían tiempo de vestirse y escapaban raudos por las ventanas del patio de atrás medios desnudos, pero con calcetines a menudo de color oscuro.
Para el Dr. Primo Dacuste Quilindrín, estos sujetos tienen también como deporte existencial sacar provecho de las mujeres de otros o viven de otras féminas por un tiempo por lo cual muchas afectadas les han colgado el justo rótulo de “Social Security” porque buscan heredar lo de las víctimas a quienes por un tiempo sonsacan sus ahorros con gustos caros.
Es más, se dio el caso en Willimantic de un tipo que era músico y tenía éxito con las mujeres por su aspecto viril, su voz potente y la mirada dominante e inquisitiva. A este patas negras se le ocurrió meterse simultáneamente en líos amorosos con dos hermanas cuyos esposos descubrieron el desliz del Don Juan y le dieron una pateadura de madre que incluyó cabezazos, golpes de karate y otros actos de fuerza desusada.
Estando el patas negras todavía en el suelo, le dijeron que si no se iba de Connecticut en 48 horas entraría prematuramente a la región de Nirvana donde es fácil entrar, pero imposible salir. El tipo quedó con tres costillas fracturadas y el maxilar inferior medio flojo por lo cual ahora dicen que solamente puede cantar baladas.
La historia es que del tipo nunca más se supo y el hecho provocó dos divorcios. ¿Qué me dice usted?
A tanto llegan los abusos de sujetos como estos que si se casan no duran mucho en los matrimonios debido a sus malas costumbres, adulterios y el uso y mal uso de las pobres cónyuges. El Dr. Dacuste escribió un libro para referirse a este tipo de casos el cual se intitula “Proteja su Hogar de Piratas Patas Negras (PPN),” publicado por la editorial Cinco Vientos de Bolivia.
“El sujeto se hace amigo íntimo del esposo de la mujer a la cual le ha echado su ojo pérfido y comienza a tratarle de compadre. Invita al incauto marido a darse frías después del trabajo e incluso lo adula llevándole emparedados de lechón a la oficina. Estos condenados saben cómo caerles bien a los que emboba y pa’ luego llega a las casas de sus víctimas haciéndose el gracioso.
Desde ese momento se le verá en cada fiesta en la casa del crédulo bonachón, ayudando a la esposa a lavar la loza después de las fiestas y contándole chistes colorados. De esta manera el sujeto le va bajando a la fémina las defensas y se va enterando de las horas de llegada y salida del cándido y confiado cónyuge. Este traidor espécimen llega al extremo de la confianza notable porque cuando hay fiestas es él quien les abre la puerta a los invitados y les despide hasta que logra sus arteros propósitos.”
Mi problema tía es que esto me está sucediendo con mi supervisor quien conoció a mi esposa Matilde en una fiesta de la oficina y desde ese momento me hace el trabajo fácil en la fábrica donde me desempeño como experto en la preparación de comidas mexicanas, especialmente del mole.
Mi esposa ya me informó que este tipo se ha atrevido a venir a la casa en mis horas de trabajo recomendándole que en caso de cualquier emergencia le llamase directamente a su celular privado. El otro día llegó con la excusa de que se le había quedado el celular y por allí ha seguido la trayectoria, pero Matilde me lo cuenta todo.
¿Debería aplicarle la táctica del “chancho en bolsa” que consiste en meter al tipo en un saco y jartarlo a patadas y mojicones? ¿Tendría que confrontarlo corriendo el peligro de que me afecte en mi trabajo y no pueda pagar la hipoteca?
Por favor, confío en su sapiencia y espero su consejo en estos instantes en que comienza el año y quizás el fon de mi matrimonio.
Gustavo
Respuesta
Gustavín, gracias por tu confianza y al mismo tiempo el ilustrarme con respecto al significado profundo del término “patas negras,” que como bien dices no tiene una intención racial ni es un insulto para quienes siendo blancos no se lavan los pies.
Fíjate que lo que me cuentas es más común de lo que la gente se imagina. Se cuenta que aquí en New Haven había cuatro amigos íntimos que se daban el palo todos los días viernes y se trataban de brothers. Jangueaban juntos e incluso tenían un equipo de pelota. Eran unos tipos muy simpáticos hasta que un día uno de ellos se dio cuenta que uno de los “Bro” se las pegaba y que en la parte posterior del cráneo le estaban creciendo dos cuernos. ¿Tú me entiendes?
Lo que acontecía era que uno de los tipos a quienes todos creían no era mala gente, engañaba a otro de los de la pandilla con su esposa que era muy tranquila, delicada, calladita y comedida, pero que como decía el filósofo gallego Tobías Peres Franco refiriéndose a estas doncellas, “líbreme, Dios de las aguas tranquilas que con las agitadas lucho yo.”
El escándalo sacudió como un terremoto o más bien tal como un escalofríos colectivo, a un sector de la segunda capital de Connecticut, con vecindarios más o menos tranquilos pero que como sucede en todas nuestras ciudades, tienen zozobras y éxitos. ¿Resultado? El Patas Negras se divorció por tercera vez y el esposo de la casquivana se divorció de ella, y esta víctima con la cornamenta se metió a una religión donde se visten de blanco para mostrar que están de duelo y han perdido la fama y el honor. La pandillita se disolvió y de ellos nunca más se supo.
Te cuento esto que realmente impresiona porque hay sujetos que toman el acto de engañar a sus amigos y conquistarle a sus esposas o novias como si fuera un deporte y no estoy hablando de gente del pueblo, sino que de algunos profesionales y otros de clase media p’arriba y p’abajo. Olvídate de los degenerados de Hollywood que comparen la misma esposa o lo que sucede en Broadway.
De acuerdo a Sigmund Freud, el patas negra tiene problemas en el área instintiva, un super ego más pobre que ese tipo que estaba tan mal económicamente que ni siquiera tenía hambre, o quizás es afectado por problemas de inferioridad, ¿tal vez un complejo?, producido por el exiguo tamaño íntimo del paquete.
Los Patas Negras tienen también la habilidad de ocultar sus malvadas intenciones con un sistema de manipulaciones más antiguo que el origen de la pólvora que se originó en China, aunque en esta antigua y prodigiosa cultura no se ha sabido de patas negras, sino que de “patas amarillas oscuras” inclinadas al marrón.
La violencia que mencionas no es la mejor solución ya que eso atrae también más venganzas y los sujetos tratarán de llevar a cabo acciones putinescas, tales como envenenamientos, la contratación de sicarios o una emboscada donde el vengador viaja en una motocicleta y le dispara una bala veloz al ofensor en la parte media del cráneo, encima de la oreja.
Como tú eres experto en preparar el mole y los tamales picantes que pican dos veces, te recomendaría en primer lugar que hables de macho a macho con el posible patas negras y le expliques a los riesgos que se expone, aunque esta es una sociedad, dicen, más o menos civilizada. Si el tipo no te hace caso, hablas con el administrador principal y le solicitas que te cambie de la sección del tamal picante a la del burrito contundente. Si esto no trabaja, ponle al patas negras una orden judicial de alejamiento y por último lo demandas por acoso y traspaso de la propiedad privada.
Si nada de esto funciona, cámbiate de empleo ya que los restaurantes mexicanos están en pleno apogeo en West Hartford y aprende de los españoles duros que jamás invitan a sus amigos a la casa, sino que se juntan en el DD.
Felicidades en este nuevo año al que los numerólogos denominan el de la suerte por lo del número 7.
La tía Julia
Comentarios a los sabios consejos de la tía Julia.
Me llamo Manuel, pero por razones que desconozco me dicen Juaco. Con mi esposa Natividad, le deseamos un afortunado y saludable Año Nuevo. Nos hemos hecho el propósito de terminar con las fiestas en la casa con decenas de invitados y los regalos. Ahora estaremos pagando con suerte, tarjetas hasta el 2025 cuando pasará el cometa. Es que hay que ahorrar para el futuro y si queremos ver rostros y socializar nos vamos los sábados a la congregación del hermano Tobías quien con su distinguida esposa fomentan la alegría y la paz.