En julio, la economía de Estados Unidos mostró señales de enfriamiento preocupantes. Los datos de empleo revelaron una desaceleración en la creación de puestos de trabajo, mientras que el índice ISM manufacturero permaneció en terreno contractivo, reflejando debilidad en la producción industrial. El ISM de servicios, aunque aún en expansión, registró una caída significativa; sugiriendo menor dinamismo en uno de los motores clave de la economía. Estos indicadores combinados aumentan las dudas sobre la solidez del crecimiento y plantean interrogantes sobre el rumbo de la política monetaria y fiscal. En el presente nos ocupamos de los indicadores económicos en mención, que explican el enfriamiento de la economía estadounidense como un intento de entender su importancia.
El mercado laboral ha dado muestras claras de estar atravesando por una contracción y por ahora luce peor de los que se pensaba; evidenciado por una disminución en la creación de empleo y un aumento en la tasa de desempleo. La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), en su informe dio a conocer que tan sólo se habían creado 73 000 empleos no agrícolas; cifra significativamente inferior a los 104 000 puestos de trabajo que eran las expectativas. Es decir aproximadamente un 30% menos de la estimación. La tasa de paro subió una décima hasta 4,2% como se esperaba versus 4,1% anterior; con la tasa de participación laboral en 62,2% versus 62,3% esperado.
Además, los meses de mayo y junio fueron revisados a la baja; con un ajuste combinado de 258 000 empleos menos, que sin duda repercutirá e influirá en las decisiones de la Reserva Federal (FED) sobre las tasas de interés, considerando el contexto inflacionario. Pero ¿cuáles serían las posibles causas que han generado una contracción en el ámbito laboral? La mayor cantidad de voces (economistas) señalan como principales causantes a la incertidumbre política, los aranceles y la disminución de la migración.
Las nóminas han promediado sólo 35 000 en los últimos tres meses, el ritmo más débil de crecimiento del empleo desde el inicio de la pandemia en 2020. Recogiendo lo dicho por Jed Kolko, quien es investigador principal del Peterson Institute for International Economics; se sabe que la cantidad de empleos que necesitaba la economía de Estados Unidos mensualmente, para generar la estabilidad de su mercado laboral, hace año y medio era de 166 000 puestos de trabajo por mes; y para junio de este año se redujo a tan sólo 86 000; lo cual significa que ha descendido de manera significativa.
Del mismo modo, son preocupantes los datos de los ISMs manufacturero y servicios. Los ISMs son el Índice del Instituto de Gestión de Suministros (manufactura) y servicios, que de manera particular son un índice económico mensual que refleja la actividad en cada sector.
El ISM manufacturero se basa en el resultado de una encuesta de más de 400 compañías en 20 industrias a los largo de los 50 estados; cubriendo áreas como: nuevos pedidos, producción, empleo, entrega a proveedores, inventarios y precios. Un valor superior a 50 indica expansión de la actividad manufacturera (crecimiento económico). Un valor inferior a 50 indica contracción de la actividad manufacturera (recesión si se mantiene varios meses). Y un valor de 50 indica que la actividad se mantiene estable en comparación con el mes anterior.
El ISM manufacturero es considerado un indicador adelantado de la salud económica general de Estados Unidos y es seguido de cerca por inversores, analistas y responsables de política económica. El dato del mes de julio defrauda las expectativas al bajar hasta 48,0 puntos, versus 49,5 esperado versus 49,0 anterior.
El ISM de servicios, igualmente es un indicador económico clave para evaluar el desempeño del sector servicios, que es una parte significativa de la economía estadounidense; basándose en encuestas a directores de compras de empresas de servicios de todo el país. Refleja la salud económica en los servicios, que incluye áreas como la actividad comercial, nuevos pedidos, precios, empleo y entregas a proveedores. Una lectura del índice con un valor por encima de 50 indica expansión del sector servicios, mientras que un valor por debajo de 50 sugiere contracción. Un valor de 50 indica estabilidad.
La lectura del índice en el mes de julio ha decepcionado al descender a 50,1 desde 50,8 que fue la lectura del mes anterior, versus un 51,5 esperado. Los precios pagados subieron hasta 69,9 versus 66,5 esperado y 67,5 en el mes anterior; así como lo nuevos pedidos fueron a la baja 50,3 versus los 51,3 del mes anterior.
¿Por qué debería importarnos? Porque necesitamos conocer hacia dónde se dirige la economía del país del “Tío Sam”; y así tomar nuestras precauciones respecto a nuestras finanzas, inversiones y gastos.