Distinguida y Loable Tía Julia:
Envío este e-milio en medio de una taquicardia emotiva y unas diarreas torrenciales que me angustian. Hace dos semanas y ya cercano el Dia de San Valentín sucedió lo inconcebible e inaudito: mi esposa Ricarda con quien estamos involucrados desde hace 17 años, pareciera estar mancornada, según me dijo una prima, con un tipejo de la escuela donde ella enseña. El empleo de este individuo es limpiar los baños y tiene por sobrenombre “el genial,” y no es por la inteligencia, dicen.
Yo soy un ingeniero profesional enamorado de los números y amigo de estudiar soluciones para el futuro. Con esto de las lluvias copiosas que se avecinan he diagramado un paraguas que tiene tres funciones: servir para protegerse el cráneo y el soma de las torrenciales, sobrevivir los embates del viento sin que el paraguas se destartale y si el destino lo dispone así, el paraguas se transforma en un kayak con techito.
Ya tengo la idea patentada para que no me la copien. Este aparato que pesa solamente 20 libras sirve para las emergencia y el nombre de este brillante invento es “El Arquita de Noelieus” que es mi nombre de pila porque mi mamita se llama Noelia y mi papá Eustaquio (Noeli+Eustaquio=Noelius).
Con respecto al mequetrefe que mapea los baños con cloro y porque me lo paso el tiempo inventando, no me había dado cuenta de esta luctuosa y probable mala iniciativa de Ricarda que de estar buena, lo está, aunque recientemente su estilo en la bachata del lecho se tornaba en los últimos meses más fogoso y había inaugurado un movimiento de caderas lúdico y agradable, semejante al que recomendaban las muchachas españolas que escribían acerca de las posturas no de las guitarras, sino que en el matre.
Ahora y con tristeza lo digo y ya antes de San Valentín, Ricarda me ha enseñado nuevas posiciones las cuales atribuí a su lectura de un libro cuyo autor es un filósofo indio llamado Karatzu Hagarramelolului publicado en sanscrito en el siglo once. Este es un texto filosófico/práctico titulado “Karmarshuave Metimellotwice,” que traducido a nuestra lengua significa “agárrate como puedas, pues eso duele solamente al comienzo.”
Ricarda va ahora cinco días a la semana al gimnasio, y debo admitir que a pesar de nuestros dos hijos está en muy, pero muy buen estado físico.
Todo este cambio en ella me hacía feliz pues me atendía bien, pero las cosas tarde o temprano se saben. Conozco a un tipo cambiador de sábanas en un conocido motel del Berlin Turnpike llamado “Cuatro se van y ocho llegan” donde tienen superespeciales para San Valentín de 84 dólares por dos horas con cambio de sábanas y de almohadas más un aperitivo; quien me dio la primera voz de alerta cuando me insinuó haberla visto salir muy sonriente y relajada en un Jeep Todoterreno desde el pecaminoso motel.
También he notado que cuando llega a casa se ducha dos veces y se enjuaga mucho demasiado la boca con un solvente semejante al cloro llamado GargantúaFull-24.
Pero mire usted lo que sucede. Hace una semana Ricarda me dio las llaves de su carro para traer unos paquetes del mercado y encontré dos regalos, uno dirigido a mí, y otro a alguien llamado Kénian. También (¡Oh, Dios!); descubri una caja de condones made in China.
Sin decir nada y de un modo inteligente, hablé con mi amigo y le pregunté por alguien de nombre Kenian, y éste me habló del tipo que limpia los baños. Según mi informante, el sujeto mide solamente cinco pies y tiene menos hombros que un gato, pero cuando no está pasando el mapo es el prototipo del mamito pues viste impecable, anda siempre oloroso y es tan jaquetón como los inútiles hijos de Trump. ¡Oh! también tienen ojos verdes.
Saludos para usted y que las lluvias que anuncian no le provoquen una neumonía y se nos vaya. La necesitamos.
Eustaquio Ortiz
Respuesta:
Eustaquio, no sé si eres así todos los días o descansas los fines de semana y durante los feriados legales. Tu carta me parece tan extraña como un salmón con hombros y tu forma de raciocinar, actuar y decidir tu futuro, se caracteriza por una ambigüedad increíble, cercana a una patología mental fulminante. ¿Viste?
La idea del arca kayak activada por los vientos no es mala, pero como van las cosas y las lluvias, inventa mejor submarinos y vive más el presente que el futuro imperfecto
Leyendo tu prolongado texto observo que a pesar de lo que sucede, estás contento con tu esposa y noto que los detalles de la posible infidelidad con el “genio” me parecen ambiguos. Además, según describes, disfrutas como lechón en barro los instantes íntimos donde practicas posturas distintas como la técnica del micrófono champañeante y juguetón, y te entretienes mucho por las noches bailando perreo forte al menos semanalmente.
Al parecer habría pruebas de infidelidad y te preocupa el “genio.” La pregunta, ¿es esto verdad o lo que has escuchado serán estas cosas que inventan los envidiosos? Lo del detective privado te costará más de $1,000 dólares dependiendo de pruebas en video o grabación de los actos. No has mencionado el divorcio ni separaciones terapéuticas.
Eustaquio, lo que me sorprende insólitamente es que no veo de parte tuya ninguna señal mayor de encono, ideas homicidas ni furor en contra del que limpia los baños con cloro, sino más bien que una tristeza semejante a lo descrito en boleros ecuatorianos también denominados “canciones cebolla,” porque la gente llora.
¿No serás un aficionado o a costumbrado a que te coloquen cuernos cuando gastas tu tiempo en los benditos inventos?
Debes aceptar este hecho pues quizás en ambos lados de tu cráneo ya han comenzado a aparecer de un modo incipiente unos promontorios óseos, usualmente típicos en venados y arces. ¿Tú me entiendes?
Ni por nada mencionas en tu e-mail asuntos tales como tu dignidad de hombre ofendido, la infidelidad galopante, crisis horrendas en la moral de las gentes, ausencia de principios éticos como es el caso de Trump que habla con rasgos de maniaco cosas que no se ven, o el despecho propio de los machos mamíferos no rumiantes.
Ricarda ya te ha dicho que cuando inventas eres más aburrido que bailar con la abuelita y debes dedicarle más atención y ser más creativo en el matre. Compra calzoncillos con hilito o unos short con camisas de policía. Averigua acerca de la posturas “Allá en el Rancho Grande” y “La tortuga con hipo,” que recomiendan los terapistas sexuales. Medita mucho, deja de inventar tanto, reflexiona, y pide opiniones especializadas evitando consejos de otros ingenieros cornudos.
Tal vez unas sesiones de terapia familiar te harían bien, siempre y cuando sean administradas por trabajadores sociales certificados. Evita chinchorritos terapéuticos o gente muy joven porque en estos problemas, la experiencia personal del terapista es fundamental, sobre todo si tiene conocimientos en el área del cuerno. “Más sabe el diablo por viejo que por diablo,” decía el filósofo Cachafás Metifle.
Me preocupa que estés cómodo con la situación y hayas caído en la negación de tus sentimientos y emociones transformándote en un cornudo con licencia. ¿Estas deprimido o como dicen los españoles, has entregado ya la oreja?
Si te da la gana, habla con tu esposa a calzón quitado instándola a ser más discreta, cuestión para así salvar cara.
Te dejo con este pensamiento. ¿Y qué pasaría si un día tu esposa se va full-time con el enano genial y te deja a ti part-time a cargo de los nenes? Piensa y medita lechón Valentiniano.
Tía Julia.
Reflexiones a los Sabios Consejos de la Tía Julia.
Tía, Ahora bajo la presidencia del abuelito Biden la gente se queja de todo. Los Repus y un dibujante calvo lo describen como el Bello Durmiente y no reconocen que el tipo es bueno, nos ayuda y trae al país desde México la mano de obra necesaria porque los blancos no desean limpiar la nieve, cuidar viejitos ni cortar el césped. He dicho, Julián Estrada de Springfield.