Querida Tía:
Le escribo conmovida por lo que sucede en Haití y creo que esa nación con fronteras con Santo Domingo ya ha sufrido demasiado. Aprendí francés y literatura caribeña en UCONN, soy dominicana, tengo un novio haitiano y sé de primera mano lo difícil que ha sido para ellos sobrevivir la serie de eventos políticos y sociales que les han afectado.
Afectados por terremotos, inundaciones, ahora esa pobre nación está dominada por pandillas y una grave inestabilidad política.
Conversando con Jean vemos como al igual que en todo el Caribe, los haitianos son una mezcla de la raza Taina y de 5,000 esclavos negros traídos a este país para hacer el trabajo brutal de explotación de las minas de oro y los trabajos pesados a los que le obligaban los españoles y después los franceses.
Los esclavos africanos se rebelaron en contra del imperialismo francés y fueron los primeros en conseguir la independencia en 1804. Lamentablemente en 1806, el país se dividió con dos lideres. Alexander Pétion gobernó el sur y Henry Christophe el norte.
Mi papá me contaba que después que los Estados Unidos salió de la isla, el dictador Rafael Trujillo ordenó la masacre de un némero estimado entre 10,000 y 15,000 haitianos quienes vivían cerca de la frontera entre Haití y nuestro país. Esta horrenda acción en contra de gente indefensa se denominó la Masacre de Perejil.
Este sujeto inhumano desarrollo una política racista en contra de los haitianos por considerarlos que eran más negros que los dominicanos, cuestión ridícula ya que tanto los dominicanos como los haitianos venimos de la misma combinación de razas, es decir Tainos, esclavos negros de África y europeos. Lo absolutamente increíbles era que la abuela materna del dictador era de origen haitiano.
Lamentablemente, después de muchos años durante los cuales los gobiernos del mundo sabían las condiciones de pobreza a las que se había condenado a Haití. El 10 de enero de 2010 a las 4.53 p.m. hubo un terrible terremoto semejante en intensidad (grado 7) al que afectó recientemente a Turquía y Siria causando. Este cataclismo causó unos 50,000 muertos, además de miles de desaparecidos. Las construcciones en Haití, según me cuenta Jean, no estaban preparadas para un movimiento telúrico de tal intensidad y la destrucción afectó a más de un 80% de las viviendas.
Yo me he alegrado de que haya en estos momentos un esfuerzo de las Naciones Unidas para lidiar con las tenebrosas pandillas y reconstruir a este país que ha sufrido tanto. Sin embargo, yo lamento que hay personas ignorantes como mi prima que anda diciendo que lo del terremoto en Haití y lo que sucede en la actualidad es un “castigo de Dios” ya que allá practican ritos satánicos como el vudú y la magia negra.
He tratado de explicarle que los desastres naturales y las guerras no necesariamente son castigos de Dios. Si ahora en el planeta hay más tornados, extensos incendios forestales, e inundaciones, es porque la Tierra se está calentando más y año tras año en forma acelerada, están muriendo los peces en los ríos y en los océanos debido a los desechos químicos, y el hielo de los polos se está derritiendo muy rápidamente.
Tía, con Jean nos casaremos por el rito católico y estamos convencidos de que estas condiciones las hemos creado nosotros y sobre todo las compañías de productos químicos y las que contaminan el aire.
En Haití no todos practican el vudú, y allí hay gente educada, religiosa y decente amenazada por los malandrines.
Perdone que me haya extendido en el presente mensaje, pero es que estoy cansada de superstición e ignorancia con que nos tratan a los caribeños.
Debemos dejarnos de racismo en contra de los haitianos y es tiempo de que conozcamos más su cultura e historia.
Saludos,
Margarita
Respuesta
Mira Margarita:
Tu carta me emocionó hasta las lágrimas, está muy bien escrita y más clara que una noche de luna llena, utilizando una imagen algo gastada pero que explica como me siento.
En estas desgracias que afectaron y lesionan a Haití, pienso que, si hay un Dios, quizás este poniéndonos frente a los ojos una posibilidad de ayudar y el desafío de ser solidarios unos con otros.
Nos impresionan en La Voz, las imágenes dantescas de las guerras en Siria y ahora entre Putin y Ucrania como también las de Turquía y la misma Siria arrasadas por un terremoto cuyos efectos han sido semejantes a las bombas atómicas arrojadas por los Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki que convencieron al imperio japonés a rendirse.
Por momentos, estos hechos políticos, telúricos y sociales hacen que la humanidad se olvide por un instante del terrorismo y las reyertas internacionales y se vuelquen a ayudar a una nación que como bien dices ha sido olvidada por nosotros a pesar de que individuos y grupos a los que llamo proféticos, han estado haciendo un trabajo de hormiguitas en un país olvidado. Me refiero a los Médicos Sin Fronteras que estan en Haití y colaboran con otros países.
Lo de Haití es semejante a otros sistemas imperialistas que invadieron al Caribe, África, Latinoamérica y otros territorio extrayendo como tiburones sus productos naturales. Esos países víctimas del colonialismo se independizan pero son totalmente abandonados por Francia que impuso su imperialismo en Haití, además de los imperios Belga y el británico en África donde dejan los idiomas francés e inglés, pero se llevan todos lo demás. USA por su parte y eso está en los libros usando la doctrina Monroe la del Destino Manifiesto, invadió a México y naciones del Caribe como Puerto Rico en 1898.
Repito que en Connecticut grupos como Médicos sin Fronteras, los fieles de parroquias como Saint Peter The Claver, e incluso un grupo de médicos cubanos, han estado ayudando y gracias a sus esfuerzos, pero ahora está lo de las descontroladas pandillas que tienen a la población de Haití aterrorizada.
Países como Chile afectado ahora por incendios forestales que están trayendo la ruina a ciudades y a la agricultura; enviaron cuando ocurrió al terremoto de 2010 fuerzas militares no para invadir, sino que para ayudar. Estos equipos con el liderazgo del embajador Marcel Young, cooperaron en la isla, pero también abrieron las fronteras chilenas a miles de familias haitianas que se establecieron en el país. Según nos contaba el embajador, las familias son religiosas y trabajadoras a pesar de las limitaciones en el idioma español.
Tal como dices y en otro de los importantes puntos que has traído a colación, las supersticiones y la visión limitada de algunos impiden entender las culturas. ¿Que tienen que ver creencias religiosas y culturales africanas con el merecer castigos apocalípticos? La herencia africana que es obvia en Loíza Aldea y Carolina, entre otros puntos de la geografía de Puerto Rico, se reconoce con sus costumbres, cultura, música de percusión, vestuario y aportes a la cultura de la Isla del Encanto.
Me alegro de tu matrimonio y estoy informada de que el rito Católico Romano es una característica de la población haitiana que los días domingos asisten a misa y respetan los Mandamientos.
Un abrazo, Tía Julia
Comentarios a los Sabios Consejos de la Tía Julia.
Me llamo Tristán, pero no soy tristón. Estoy muy contento porque comenzó el certamen de las reinitas puertorriqueñas que aparecerán en la Parada de la Isla del Encanto en Hartford y las organizadoras estan pidiéndoles a las niñas y jovencitas que representen a un pueblo de la Isla de donde hayan venido sus padres o abuelos. ¡Así se mantiene nuestra herencia! Gracias Ms. Joya, líder del certamen.