…con su típica y maligna crueldad
Por Marcos Saldaña Ponce
Especial para la Voz Hispana de Connecticut
Estas reflexiones son el resultado de mi observación del tradicional perdón de los presidentes de los Estados Unidos a pavos que se libran de ser devorados por ilustres comensales en las cenas de la Casa Blanca.
Ya en 1870 existía ya la costumbre del envió de pavos a la sede del gobierno en Washington D.C. como obsequios para el presidente, pero hay ya indicios del perdón durante el gobierno de Abraham Lincoln cuando su hijo se encariñó con una fastuosa y admirable ave pidiéndole a su padre que la perdonara de la tradicional cena de Acción de Gracias.
Esta costumbre fue finalmente formalizada por el presidente George W. Bush en 1989 y en la ceremonia el presidente acostumbraba a desear paz y unidad familiar a los ciudadanos de esta nación.
Sin embargo, el actual y controversial presidente Donald John Trump ha cambiado los tradicionales deseos de fraternidad, unidad y paz en este día que no es tan maravilloso para millones de personas afectadas por la brutal agresión de los servicios de inmigración en contra de los inmigrantes latinoamericanos.
Durante su segundo mandato en el cual ha mostrado sus enfermizas ambiciones de consolidar un poder dictatorial, el presidente usó la ceremonia del perdón del pavo para burlarse cruelmente de sus adversarios políticos.
“Yo no perdonaría a los pavos Chuck Shumer ni a la pava Nancy Pelosi,” dijo en tono festivo refiriéndose al actual portavoz demócrata del Senado y a la exlíder demócrata reconocida como una luchadora por la democracia.
También durante la ceremonia se refirió a otro que no perdonaría, el gobernador de Illinois JB Pritzker a quien denominó como un gordiflón sin destino.
También menciono “como broma” que no perdonaría a los pavos si no que le enviaría a una prisión en El Salvador.
Las burlas del presidente en una ceremonia de esta índole no son graciosas para millones de familias que han tenido dificultades para preparar una cena debido a una clara inflación que el presidente dice que no existe.
Sin embargo, el presidente sí que celebra con el aumento de su fortuna llevando a cabo negocios privados aprovechando su poder como presidente y utilizando el controversial sistema de la cryptocurrency. También son notables sus negocios familiares con el príncipe de Arabia Saudita, bienvenido y halagado, pero autor intelectual del alevoso asesinato de un periodista del New York Times que criticaba el sistema político de este emirato.
Otros motivos de celebración del presidente además de la cena con pavo es su paulatino acceso al poder saltándose los canales democráticos. Como un ejemplo esta su control absoluto de
la Corte Suprema integrada por nueve jueces que en teoría deciden cuestiones de trascendencia constitucional.
Donald Trump ha nombrado durante su presidencia a dos jueces absolutamente conservadores que se unieron a una nueva mayoría de seis que acabó de inmediato con el derecho constitucional de las mujeres a un aborto legal, garantía conseguida hace 50 años por la decisión Roe v. Wade.
Tampoco existe hoy día un mecanismo claro que prohíba a los jueces recibir prebendas, lucros, privilegios, regalos, viajes lujosos y gratis que pudieran haber tenido como objetivo inclinar la opinión legal de un juez acerca de importantes decisiones legales.
Este es el caso del juez Clarence Thomas cuya trayectoria ha desatado controversias porque este juez que en la actualidad tiene claras definiciones republicanas y cuya esposa apoyó el intento de autogolpe de estado inspirado por el expresidente Donald Trump; no ha declarado regalos recibidos, viajes de placer gratuitos y otras prebendas que ponen en duda su probidad e independencia legal.
Por otra parte, Brett Kavanaugh fue nominado por el expresidente Donald Trump, aunque Christine Blasey Ford le acusó durante el proceso de aceptación o rechazo, de haberla abusado sexualmente
Por otra parte, en el Congreso, el republicano Maga Mike Johnson y presidente de la Cámara de Representantes se ha convertido en un vergonzoso sirviente de los deseos del presidente retardando por ahora y de una manera descarada la difusión del escándalo Jeffrey Epstein y apoyando la eliminación del Medicare y Social Security para privatizarlos.
El presidente puede sentirse satisfecho de celebrar hasta ahora un Dia de Acción de Gracias.
El lema MAGA ¿tiene origen en Alemania?
“Make American Great Again,” ampliamente utilizado en la campaña por el presidente Donald Trump durante sus eventos públicos y tendría origen en la misma frase utilizada por Adolfo Hitler durante sus campañas políticas en 1934. Así lo informaba un articulo publicado por la Green Bay Press Gazette el 4 de enero de 1934.
Por supuesto que en Alemania en el periodo del ascenso de Hitler al poder la frase era “Hagamos a Alemania Nuevamente Grande” se traduce al alemán como Deutschland Wieder GroB Machen.
El slogan era poderoso y Hitler que vendía un programa de reivindicaciones para sacar a la nación alemana de la ignominia de un país vencido en la primera guerra mundial, culpaba como la causa de los sufrimientos de su nación germana a los judíos, socialistas, social demócratas, sindicalistas, comunistas y clérigos católicos.
Estudiosos de los slogans de propaganda han encontrado similitudes en el uso de estas cuatro palabras porque en el caso de Trump, este utilizó a los inmigrantes mexicanos como los culpables del problema de la droga y el delito en USA y a los liberales, comunistas y socialistas por los problemas del país.
La fabricación de las gorras MAGA de Trump que usa inclusive en sus viajes internacionales se manufacturan en USA, pero también en la China, Honduras y Haití. Hitler las utilizaba solamente en sus discursos.
Sin embargo, hay videos mostrando a partidarios supremacistas de Trump alzando el brazo derecho, semejante al usado por los nazis con el saludo Sieg Heil más tarde impuesto como “Heil Hitler,” en señal de saludo y respeto al entonces líder absoluto de Alemania que se suicidó al perder la guerra en 1945.