Cuando era pequeño, deseaba pasar tiempo con papá, quien siempre estaba ocupado o ausente, pero presente a la vez; hubieron unas pocas veces de convivencia que quedaron estampadas en mi memoria y en mi corazón como aquellos momentos más gratos; aunque su fuerte carácter, muchas veces me infundía pánico, siempre preocupado para que siguiéramos el buen camino; su corrección era severa, pero valió la pena.
¿Qué es un padre en la vida de cada uno? ¿Qué significa esa figura paterna ya en un contexto social o educativo? Realmente es un tema muy amplio de abordar. Lo cierto es que, con motivo del Día del Padre deseo que reflexionemos acerca de ese ser maravilloso, ni más ni menos que uno de los responsables directos de darnos la vida, algunas veces no físicamente, pero siempre desde el corazón y el amor.
La primera celebración del Día del Padre se remonta al 19 de junio de 1910, cuando Sonora Smart Dodd, ciudadana estadounidense, quiso impulsar un reconocimiento a los padres para homenajear al suyo, Henry Jackson Smart, un veterano de guerra que la crio a ella y a sus cinco hermanos luego de la muerte de su madre. Sonora propuso que la celebración fuera el 5 de junio en honor al cumpleaños de su padre; sin embargo, la Alianza Ministerial de Spokane de Washington eligió el tercer domingo de este mes.
El equilibrio entre el trabajo y la familia puede provocar que muchos hombres se sientan ahogados en un mar de tareas laborales, cuentas por pagar, y las responsabilidades que implica ser padre. Según una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association, APA). Los participantes afirmaron que el trabajo, la familia y el dinero, así como las preocupaciones por la economía, constituyen causas significativas de estrés.
En observación del Día del Padre, es un buen momento para reconocer los retos que asumen muchos hombres, de manera que puedan encontrar la vía para hacerle frente al estrés.
“Los hombres en particular responden al estrés con irritabilidad, enojo y problemas para conciliar el sueño”, explica el psicólogo Ron Palomares, PhD. “Lamentablemente, este estrés se ventila frecuentemente en formas perjudiciales, como alimentación inadecuada y un incremento en el consumo de alcohol y tabaco”.
A lo anterior le suma, la separación o abandono del hogar del padre, la cual puede ser traumático para un niño. Sin embargo, es posible salir adelante con una charla sincera y compañía en ese proceso, pero hay ocasiones en que la presencia masculina desaparece por completo, causando dolor y decepción en los pequeños.
El papel del padre es tan importante como el de la madre en la crianza de un hijo, y este debe representar la honestidad, integridad, respeto, fidelidad, lealtad y otros valores positivos. Un padre es fundamental en el desarrollo emocional, psicológico y social de los niños.
Hay ocasiones en que la distancia no permite ser un padre presente, pero también puede ser un buen padre generando vínculos sólidos con sus hijos. Debe de ser un padre activo, pendiente de sus necesidades y ser un soporte cuando necesita ayuda; mantener una relación positiva y hacerle sentir que tanto su mamá como su papá lo quieren.
El Día del Padre es un momento muy importante para cualquier familia, ya sea para pasar el día con papá o para recordarlo si ya no está en este mundo. Hay muchos presentes que puedes regalarle; los mensajes desde el fondo del corazón vienen siempre bien, ya sea para una bonita carta, tarjeta, o para saludarlo en las redes sociales…, y lo más importante, dedicarle ese tiempo, aunque muchas veces ellos no lo hayan hecho, sabiendo que no siempre estarán entre nosotros, y si aún lo tenemos, disfrutémoslo cada día.
Un momento de reflexión para el Día del Padre nunca está de más. Los días pasan y los recuerdos van quedando en el olvido. Tomarte ese momento grato te hará disfrutar mucho más lo que la vida te da. Aprovecha este día para reflexionar, sobre todo, lo que tu padre significa, lo que te enseñó y dio a lo largo de la vida.
El regalo más grande de este día es perdonar y amar, aprender a ser hijos como también a ser padres. Convivir juntos y hacer memoria de todos aquellos hermosos recuerdos. ¡Aquel héroe de nuestra niñez que admirábamos cada día y queríamos parecernos a él!
Papá, te regalo mi compañía sincera, mi corazón y mi alma, mi tiempo más valioso para seguir construyendo muchos hermosos momentos; aunque muchas veces seamos como el agua y el aceite, presentes y ausentes a la vez. Nunca olvides que en mi corazón siempre hay un lugar especial para ti, y por favor tampoco olvides, que tú siempre serás mi héroe.