El mes de abril ha traído consigo preocupantes indicadores económicos para los Estados Unidos, marcando un aumento en el desempleo y una contracción en el Índice de Gestores de Compras (PMI) del sector servicios. Estos datos han encendido las alarmas entre analistas y observadores económicos, ya que sugieren un posible debilitamiento en la salud económica del país. El incremento del desempleo apunta a una creciente presión en el mercado laboral, con implicaciones tanto para los trabajadores como para las empresas. Por otro lado, la contracción en el PMI de servicios indica una disminución en la actividad económica en este sector clave, lo que podría tener ramificaciones en la economía en su conjunto. Estos desarrollos subrayan la fragilidad y la incertidumbre que persisten en la recuperación económica de USA, en un momento crucial para la estabilidad financiera y el bienestar de su población.
Abril nos ha reportado resultados que de una u otra manera causan cierta preocupación en la economía estadounidense. Iniciamos prestando atención a los datos del mercado laboral. La creación de empleo no agrícola ha sorprendido negativamente tras sumar la generación de tan sólo 175 000 nuevos puestos de trabajo, versus los 240 000 esperados y los 315 000 del mes anterior (marzo). De tal manera que la tasa de desempleo (paro), se eleva una décima y llega hasta 3,9% versus los 2,8% que se esperaba. Ha sido el aumento más pequeño en seis meses y va en línea con un previo aviso en el que se daba a conocer que la creación de empleo se resentiría en primavera. Pero, pese a que es baja, es la más alta desde enero de 2022. Y por añadidura debemos comentar que los salarios medios/hora también redujeron su crecimiento desde 4% hasta 3,9%; en relación al 4,1% estimado.
Las cifras nos revelan que el mercado laboral en lo que respecta a creación de puestos de trabajo se ha frenado, y lo ha hecho por debajo de la media del primer trimestre del año en curso que se situó en los 276 000 y por debajo del promedio de los últimos doce meses previos a abril, que fueron 224 000 nuevos empleos; de acuerdo a los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, evidenciando un enfriamiento en el mercado laboral después de un inicio de año fuerte.
Los sectores de mayor preponderancia en la creación de puestos de trabajo, han sido: la industria del cuidado de la salud (56 000), asistencia social (31 000), transporte y almacenes (22 000), empleos gubernamentales, viaje, turismo, artes y algunos sectores manufactureros.
La tasa de paro entre la población latina, también se incrementó. Llegó a 4,8% desde el 4,5% que fue el dato anterior; esto implica un crecimiento del desempleo de tres décimas.
El otro indicador preocupante es el PMI servicios, que se sitúo por debajo de lo esperado y se contrajo hasta los 49,4 puntos; versus los 52 puntos estimado y 51,4 del mes de marzo. Sabiendo que una lectura por sobre los 50 puntos, indica expansión de la economía, y por debajo contracción. Similar comportamiento muestra el PMI manufacturero (49,9 puntos en abril).
¿Qué nos revelan los indicadores comentados por sus resultados en negativo? Como es habitual, las voces están divididas. Algunos economistas enfatizan, que hay un debilitamiento en el mercado laboral, que hay indicios de que la rápida recuperación del empleo podría estar desacelerándose; mientras que otros como Bank of America señala que “esto no señala una tendencia negativa de la economía; que deberíamos esperar una desaceleración natural en la creación de empleo”. En tanto que los analistas financieros de DA Davidson sobre el particular han señalado “que la política de la Reserva Federal de aumentar los tipos de interés puede estar empezando a frenar la economía”.
De mantenerse o ahondarse dichos indicadores, justifica una respuesta política, como también puede impactar en el análisis de la Reserva Federal (FED) cuando considere una baja en las tasas de interés; aunque por ahora el Bank of America prevé que la reducción inicial de los tipos de interés se produciría en diciembre, con cuatro reducciones posteriores de 0,25 puntos porcentuales cada una en 2025. Y estiman que el tipo de interés final se estabilice entre el 3,5% y el 3,75% a mediados de 2026.
Seguiremos prestando atención a indicadores como éstos y otros que son claves, porque nos indican la salud de la economía del país norteamericano. Mientras tanto tenemos que esperar y ver.